Síndrome de Estocolmo (Hades x Ereshkigal)[SNV + FGO]

𝒞𝒶𝓅𝒾́𝓉𝓊𝓁𝑜 𝒞𝓊𝒶𝓉𝓇𝑜 (C4)

Una vez que ambos nos bañamos y nos vestimos, regresamos al lado de Pandora. En el momento que me vió realizo una exagerada actuación.
-Ereshkigal-sama es un alivio que haya probado comida. Me sentía muy preocupada por su salud.

Al principio, no entendía como ella podía llegar a tener esa consideración conmigo y más siendo una diosa extranjera.
-Sí, aunque no creó que debas de ser tan...

-¿Tan? -pregunto al levantarse. Ella me miró como si yo fuese un dulce o algo que a ella le gustaba.

-Tan... energética -respondí tratando de disimular mi sorpresa.

-¿Energética?, Disculpe Ereshkigal-sama pero no puedo permitirme ser una ayudante lenta cuando usted claramente es una diosa estricta

-¿Estricta? -pregunte con desconcierto. Aunque al ver la cara de Hades supe que algo tuvo que ver en ello.

-Sí, Hades-sama me dijo que usted era una diosa del Inframundo. Y eso es bueno, claramente sabe que este lugar es un mundo de trabajo

-Exacto, no hay descanso...

-...para la muerte -dijo Hades.
Justo cuando dijo eso, una sonrisa se pinto en mis labios. Al parecer ambos teníamos un cierto grado de sentido del humor.

-Bueno, ya que aceptaré ser su reina necesito que hagas algo por mi -dije al acercarme.

Ella de inmediato hizo una reverencia mientras me respondió:
-Haré todo lo que me pida, Ereshkigal-sama

-Primero que nada necesito una oficina

-Ya la tienes -dijo Hades-. Está ubicada en la tercera torre. La puse ahí por qué esa torre tiene la vista hacia nuestro árbol sagrado

-Bien. Entonces necesito que recolectores los registros económicos de cada uno de los circulos... -dije, aunque de inmediato corregí mi error-. ¿O debo llamarlo secciones del Hades?

-Me halaga que llames así a mis dominios, pero prefiero que lo tomes como circulos -dijo Hades.

-Si mi señora -dijo Pandora-. ¿Qué otra cosa puedo hacer por usted?

-Quiero conocer a tus jueces. Aunque quiero que les digas que no me importa sus leyes. A partir de hoy yo podré hacer y deshacer las leyes que quiera

-Vaya, en verdad vas en serio con gobernar ¿Cierto esposa mía?

Cruce los brazos y con una mirada decidida le respondí:
-¿A caso no te lo dije?, Acepte quedarme aquí con la única condición de gobernar tal y como lo hacía en mi Irkalla.

-No tienes que ser tan sincera con tu respuesta

-Hades, si voy a ser tu esposa no pienso quedarme bajo tus zapatos. Soy Ereshkigal, la gran soberana de los muertos. Obvio debo de ser tomada como tú igual.