°•¿Un Simple Jefe ?•°

°Capitulo 12°

Si pueda describir mi vida creo que sería algo aburrida, al final de los días termino en lo mismo y no hay cambios. Realmente es un pesar estar viviendo, quise terminar conmigo una vez; pero los sermones y las ayudas fueron servibles.
Ahora, soy un títere, manejado entre las cuerdas de Tanjuro mi mentor y mi jefe.
Controlado por las palabras femeninas y desgarrado por la voz de mi sucesor.

Tanjiro, si pudiera cambiar el tiempo e incluso las decisiones lo haría .
En alguna otra realidad tal vez no te conozca y sería bueno, pero realmente pase buenos tiempos contigo; aunque fuera todo manipulado y en tan poco tiempo.

Apostaría mi vida por la tuya,
Me entregaría a la muerte y haría un pacto con el diablo, no te amo con locura pero se que te aprecio con mi alma.

Era un títere triste..

Las cuerdas de tus manos
Me manejan a todo tiempo
Controlando mi cuerpo
Y haciendo cosas que no quiero,
Aún que tú, me callas a besos.
No me quejaba por qué me encantaba,
Pero ahora me muero, en los tejidos de tus manos.
Fui usado y reutilizado,
Un simple títere triste, no encajaba en la caja.
Para ser vendido e incluso tirado,
Al final de todo la madera se iba
y solo quedaban los hilos,
El único dolor que pude sentir fue al cortarlos,
Alejándome de tus sucias manos.

Kanao, odio haber conocido a tu hermana y también te odio a ti; son como hermosas melodías llenas de melancolía.
Entendí porque Kamado se sentía tan vulnerable ante ti, pero sigo sin entender la manera de amar.

Flashback

Era tarde en la universidad, le ayudaba a mí mentor con algunos papeles mientras el editaba algo en su computadora, siempre trabaja en la escuela y por lo que sé en su casa es igual.
- Profesor, ya terminé con estas cosas - dije mientras guardaba aquellas hojas en un casillero de su salón, algo que no sabía de él era su vida privada, siempre que quería hablar de ella, el solo cambiaba el tema. - Profesor, ¿Por qué nunca habla de su vida? - volteo a mirarlo, el deja de hacer su trabajo para quitarse los lentes; recargaba sus dedos en su ceño fruncido.
Pasaron unos minutos en silencio sin que alguno se moviera si acaso, se sentía incómodo la tensión que había.

- Me separé de mi esposa, tengo hijos y estudio como profesor en esta institución - fue lo que respondió, pero la curiosidad me mataba, si preguntaba me vería como un acosador u algo por el estilo - Se nota que no sabes disimular Giyuu- contesto para mirarme.
Esos ojos se veían cansados..

- Terminé con mi esposa por qué le fui infiel, le dejé dos críos con ella mientras yo me traje a los demás, les pague pensión durante unos años; ya que luego ella no quería que sus hijos tuvieran una infancia pagada - dió una pausa para sacar un cigarro y encenderlo en aquella sala - sin embargo aveces me arrepiento de las decisiones tomadas, pero que puedo decir; así soy - el profesor se levantó de su silla para dar unos escasos pasos, estaba frente a mí y pude notar aquella sonrisa era algo divertida.

- Y qué lo lleva pensar que las decisiones que tomo, fueron un rumbo bueno; es decir, nadie sabe si lo que decidió es bueno hasta que suceden cosas- era cierto lo que decía, estar confiado puede ser algo trágico pero, aún así el profesor era una persona que arriesga todo lo que quiere por obtener su meta.
- Te faltan cosas por vivir Giyuu, una de ellas es la capacidad de proteger, no puedes proteger a todo el mundo y tienes que sacrificar cosas e incluso a personas - aquel hombre salió del salón, estaba solo y solo pude pensar en ello.

Puede que tenga razón

Mi vida, bueno no puedo contar mucho de ella, pero seré sincero; he recibido la ayuda de varias personas y tome su mano. No sabía en los problemas que podría tener.
Salí del salón sin tener una palabra en mi boca, no sabría lo que pensaba y de seguro estaba perdido.
Saliendo de la escuela me tope con una cafetería, se veía realmente bien.
Ese lugar se volvió mi favorito y lo visitaba muy seguido, me hice cliente frecuente.
Cuando termine mi universidad y trabaje para la policía, encontré en dicha cafetería a una chica.