La Reina de todos los mundos [PRINCIPE CASPIAN]

PRECIO

La vuelta al refugio donde el resto nos esperaban fue bastante silenciosa. Todos estábamos afectados por la batalla.

Cuando nos encontrábamos a pocos minutos de llegar el grifo que llevaba a Edmund aterrizó dejando a Edmund a mi lado.

Caspian había decidido seguir a pie por lo que un centauro se ofreció a llevarme al notarme débil.

-¿Como está tu herida? Me preguntó Edmund tomándome por sorpresa. Pensé que nadie había visto mi caída.

-Estaba arriba de la torre donde caiste, lo vi todo. Contestó al ver mi reacción.

-Está bien. Contesté son una sonrisa fingida. Lo cierto es que por mucho que intentará usar mi don la herida se abría una y otra vez. Me sentía realmente débil pero no era la única que estaba herida por lo que preferí no decir nada.

-Haré como que te creo. En cuanto lleguemos Lucy podrá darte de la poción y mejoraras. Me comentó sonriéndome a lo cual le agradecí.

En el momento en el que llegamos Lucy y el resto de narnianos salieron en nuestro encuentro.

-¿Qué ha pasado? Preguntó la pequeña preocupada.

-Pregúntale a él. Contestó Peter señalando a Caspian.

-¿A mi? No ordenaste retirada cuando aún había tiempo.

-No, no había tiempo. De haberte ceñido al plan esa gente viviría ahora.

-¡Y si nos hubiéramos quedado aquí seguro que vivirían!

-Nos llamaste tu ¿Recuerdas? Mientras comenzaban la discursión bajé del centauro con dificultad para llegar hasta ellos.

-Mi primer error.

-No, el primero fue creer que podrías guiarlos.

-¡Eh! Que yo sepa todavía no he abandonado Narnia.

-Vosotros la invadisteis. No te mereces gobernarlos más que Miraz. Caspian harto de la situación se dirigió al interior del refugio pero el comentario de Peter lo detuvo.

-¡Tu, él, tu padre!Narnia está mejor sin vosotros. Aquellas palabras les hicieron sacar las espadas pero logré interponerme entre ellos tapando mi herida con mi mano para intentar parar el sangrado.

-¡Ya basta!¿Es que no os dais cuenta? Os estáis comportando exactamente de la forma que os dije de como acababan corrompiéndose los pueblos y ejercitos ¡Actuando así no cambiaréis nada!

-¿Y como quieres que actuemos? Me preguntó Peter furioso.

-¡Comportándote como un rey!

-¿Y que se supone que hago?

-Dejarte llevar por el poder, la ira y la frustación en vez de aceptar que hoy todos hemos perdido, todos hemos fallado. Sentía como me mareaba poco a poco por la pérdida de sangre.

-Te lo advertí Peter¡Te dije que siempre había un precio!¡Y lo que hay que hacer es lograr que nuestro próximo plan no tenga un precio tan elevado, y sobretodo lograr que todas esas vidas no hayan sido en vano! No estar aquí echándonos la culpa entre nosotros.

Volví a sentir una punzada en mi costado realmente dolorosa por lo que solté un gritó de dolor haciendo que perdiera el equilibrio y acabara en el suelo alarmando a todos.

-¡Hope! Caspian se agachó hasta donde estaba observando mi mano cubierta de sangre que tapaba mi herida.

-¡¿Qué te ha ocurrido?!¿Por qué no me dijiste que estabas herida? Exclamó preocupado.