La Reina de todos los mundos [PRINCIPE CASPIAN]

LA BATALLA DESIVA

Caspian me miró al haber soltado nuestras manos. Le asentí levemente haciendo que tomara la espada y se posicionara delante de su tío. Ahora la decisión era suya.

Todos mirábamos atentamente como Caspian alzaba la espada y se detenía de pronto en aquella posición.

-Puede que estuviera equivocado...puede que si pudieras ser un rey telmarino...después de todo. Murmurró Miraz observándole fijamente para luego bajar la cabeza esperando su muerte.

Caspian dio un grito y clavó la espada en el suelo, a tan solo un par de milímetros de su tío, quien levanto su mirada extrañado.

-Uno como tu no...Te perdono la vida. Pero les devolveré su reino a los Narnianos. Yo no soy como mi padre, mucho menos como tú. Sus palabras crearon una sonrisa en mi rostro instantaniamente. Caspian iba a ser un gran rey, estaba segura.

Los narnianos empezaron a celebrar la supuesta victoria, pero aquello era solo el comienzo.

Caspian llegó hasta mi. -¿Crees qué he actuado bien?

-Exactamente como lo haría un buen rey. Has tomado la elección correcta. Contesté abrazándole.

-¿Qué te ocurre? Me preguntó tras separarnos de camino al refugio.

-Siento que esto no ha terminado, no se rendirán tan fácil. Comenté preocupada mirando también a Edmund y a Peter.

Unos segundos después los gritos de uno de los miembros del consejo telmarino llamaron nuestra atención.

-¡Traición!¡Lo han matado!¡Han asesinado al rey! Exclamó. El cuerpo de Miraz se hayaba en el suelo con una de las flechas de Susan clavada en él.

-Todo comenzará con una traición...justo como dijistes. Observó Edmund.

-Si, pero por parte de los suyos. No sabes cuanto me gustaría haberme equivocado. Dije sabiendo que Susan no había lanzado ninguna de sus flechas. Todo era un truco para entrar en una guerra que desde ese momento, ya había empezado.

-¡Preparaos! Ordenó Peter haciendo que todos fueramos a nuestro puesto. Susan en lo más alto del refugio junto al resto de arqueros, Caspian entró dentro del lugar seguido de más narnianos cumpliendo con su parte del plan, y Peter, Edmund y yo en el campo de batalla esperando el avance de los telmarinos con espada en mano.

Las piedras procedentes de las catapultas no tardaron en llegar.

-¡Arqueros preparados! Pude oír como indicaba Susan al mismo tiempo que los soldados se aproximaban más y más cerca.

La cuenta atrás había llegado.

-1...2... Comenzó Peter.

-3...4... Proseguí.

-5...6... Continuó Edmund.

-7...

-8...

-9...

-¡Preparados! Gritó Peter. Los narnianos del interior del refugio derribaron una serie de columnas en específico causando que parte del terreno que teníamos delante se derrumbara deteniendo así el avance de los telmarinos.

Los arqueros lanzaron las primeras flechas, y Caspian, junto a la parte de los narnianos que estaban abajo, subieron por unas trampillas que habían creado dispuestos a luchar por su pueblo.

Edmund con su ballesta, y yo con mi espada, subimos respectivamente a un caballo para enfrentarnos a los soldados.

Derrivaba a tantos telmarinos como podía mientras me mantenía alerta de la situación de los narnianos de mi alrededor.