DUELO

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Estaba al lado de Susan y Lucy que se preparaban para su misión al bosque en busca de Aslan.

-Tened cuidado, no sabemos cuantos telmarinos vigilan el bosque. Comenté ayudando a Lucy a subir al caballo.

-Estaremos bien Hope, tu encargate de que mi hermano no haga una estupidez. Me respondió Susan divertida haciéndome reír.

-Lo intentaré. Además, según Caspian estáis en buenas manos. Dije acariciando al caballo.

-O pezuñas. Señaló Lucy divertida.

-Suerte. Les deseé antes de ver como se marchaban hacia su destino.

Caspian apareció detrás mía rodeándome con sus brazos. -¿Crees qué vayan a necesitar ayuda? Preguntó posando un beso sobre mi cabeza con cariño.

-Ve con ellas. No quiero ni imaginarme que podría pasarles si los telmarinos les llegan a rodear. Si no hay peligro vuelve antes de que el duelo finalice. Le pedí girándome hacia él quien asintió en respuesta y me dió un pequeño beso en los labios antes de disponerse a marcharse.

Terminé de preparme y me reuní con Peter y Edmund en la puerta del refugio.

El momento había llegado. Tanto los telmarinos como los narnianos esperaban ansiosos afuera del refuigio nuestra salida.

Una vez salimos al exterior los aplausos de nuestro pueblo nos aclamaron. Peter se encontraba en el centro, Edmund a su derecha y yo a su izquierda como sus escuderos en el duelo.

Detuvimos nuestros pasos al llegar al área donde se llevaría acabo el combate.

Enfrente nuestra estaba sentado Miraz, rodeado por algunos de sus soldados, mirándonos con superioridad.

A la par que Miraz se levantaba para terminar de prepararse Edmund le tendió la espada a Peter para que la desenfundara ganando más aclamaciones de los narnianos.

-¿Algún último consejo? Nos preguntó el sumo monarca mirándonos alternativamente.

-Sus movimientos serán con fuerza desmedida y sin estrategia, su energía se agotará con mayor velocidad. En cambio, los tuyos serán proporcionando la fuerza y la velocidad adecuada. Debes encontrar su punto débil. Además, no tienes de que preocuparte todo esto ya lo sabes, eres mejor que él. Comenté guiñándole un ojo provocándole su risa.

-Intentaré recordarlo, gracias. Respondió para luego avanzar hacia delante al igual que su contrincante.

-¡Aún estás a tiempo de retirarte! Avisó el telmarino.

-¡Lo mismo digo!

-¿Cuántos más morirán por el trono?

-Solo uno. Sentenció Peter bajando su casco para dar el primer golpe con su espada.

Durante cada uno de los ataques los espectadores no dejaron de vitorear ni un solo segundo. En cambio, Edmund y yo observábamos la escena con detalle, y mayormente, en silencio.

Al cabo de unos minutos Peter seguía dominando la batalla, pero Miraz consiguió esquivarle y golpearle en el rostro con su escudo, liberándole del casco con agresividad. Peter aprovechó aquel movimiento desmedido para rozar el filo de su espada con la pierna del telmarino, había logrado herirle.

-Parece que te ha hecho caso, le ha creado un punto débil. Comentó Edmund algo más aliviado.

Ambos estaban cansados. Tras varios golpes Miraz tiró a Peter al suelo y pisó su escudo descolocando su hombro. Todos nosotros hicimos una mueca de dolor al presenciarlo.

La Reina de todos los mundos [PRINCIPE CASPIAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora