La Reina de todos los mundos [PRINCIPE CASPIAN]

ORGULLO

Caspian ya había compartido su plan con nosotros.

Se basaba en una tradición donde los líderes del pueblo, en este caso Peter y Caspian, envían a unos mensajeros para desafiar al Rey a un duelo por la libertad.

Si ganamos alejan sus tropas, si Miraz vence nos rendiremos ante los telmarinos.

En este caso el duelo sería de Peter contra Miraz dado que este es el sumo monarca, pero por tradición también era Caspian el que debía acordar el trato con Miraz aunque no fuera a luchar.

-¿Como podemos estar seguros de que aceptará? Podría negarse perfectamente, ellos son los que tienen ventaja sobre nosotros. Preguntó Trumpkin.

-Lo hará. Solo debemos saber donde hay que insistir, en su honor y en su capacidad para liderar. Tenemos que ponerlo en duda. Comenté segura de mis palabras.

-Pensadlo por un momento, hace años que Miraz miente tanto al pueblo telmarino como a su familia, soldados, incluso a los miembros del consejo. Sabemos que al principio acusaba a los narnianos del secuestro de Caspian y ahora le acusa a él de traición contradiciéndose así mismo. En este momento todos dudan de él, y lo más probable es que el resto deseen su puesto. En cuanto le pongamos en duda se verá obligado a aceptar. Finalicé consiguiendo convencer a los presentes.

-Está bien, pero necesitamos comunicárselo. Deben ir dos portavoces en nombre de Peter y Caspian. Observó Susan.

-Iré yo. Contestó Edmund.

-Yo también. Dije.

-Debes descansar. Señaló Caspian preocupado.

-Estoy perfectamente. Además creo que Edmund y yo sabemos como herir el orgullo de Miraz, y ninguno de vosotros podría ir. Le respondí sonriendo para tranquilizarlo.

-Es cierto, se supone que deben ir de portavoces. Si vais vosotros podrían atacaros directamente. Me apoyó Edmund.

-Iréis los dos pero os escoltaran un centauro, un minotauro, y un fauno. Decidió Peter a lo que ambos accedimos.
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Nos estábamos colocando las armas para el encuentro con Miraz mientras Peter acababa el manuscrito.

Una vez acabado lo enrolló y se lo entregó a Edmund.

-A la mínima señal de ataque os retiráis ¿De acuerdo? Nos ordenó Peter.

-Si. Contestó Edmund guardando el pergamino.

Todos nos dirigimos a la salida para ir hacia el campamento de los telmarinos.

Susan y Lucy me abrazaron y nos desearon suerte.

Caspian se aproximó hacia mi, me atrajo hacia su pecho y me dio un suave beso en los labios sorprendiendo a todos los demas.

-Júrame que tendrás cuidado. Me susurró al separarnos.

-Te lo juro.

Bajo las miradas del resto caminé hasta Edmund para comenzar la misión.

-¿Con que Caspian eh? Me preguntó divertido.

-Callaté. Respondí dandole un golpe suave en el hombro haciendo que comenzara a reír.

Al cabo de unos minutos llegamos hasta el campamento.

-Recuerda, hay que herir su orgullo. Le susurré a Edmund al mismo tiempo que éramos escoltados por unos soldados telmarinos a la carpa de Miraz.

Cuando los lores se dieron cuenta de nuestra presencia pude observar asombro en sus rostros.

Miraz comenzó hablar -Tengo entendido que vienen en nombre del Rey Peter. Señaló a Edmund. -Y de parte de mi sobrino. Finalizó señalándome.

-Así es. Afirmé hacia el telmarino.

-¿Puedo saber a que se debe esta....visita?

-Venimos a entregarle una propuesta del sumo monarca y del principe Caspian. Comenté cuando Edmund dió un paso al frente para disponerse a leer el pergamino.

-Yo, Peter, por el don de Aslan, por elección y conquista, sumo monarca de Narnia, señor de Cair Paravel y emperador de las islas solitarias, con el fin de impedir un derramamiento de sangre reto al usurpador del trono Miraz a un combate singular en el campo de batalla. Será un combate a muerte, la recompensa será la rendición total.

-Dime principe Edmund...Comenzó Miraz.

-Rey. Corrigió este.

-Ah ¿Perdóname?

-Es Rey Edmund en realidad. Dije.

-Solo Rey, Peter es el sumo monarca. Lo se, es algo confuso. Señaló Edmund al ver la reacción de los telmarinos.

-¿Por qué vamos a aceptar tal propuesta cuando nuestros hombres pueden venceros sin esfuerzo? Cuestionó Miraz.

-¿No nos habéis subestimado ya bastante? Os recuerdo que hace tan solo unos días los narnianos no existían. Respondió Edmund.

-Y van a dejar de existir. Opinó Miraz.

-¿Entonces que es lo que teme? Preguntó Edmund provocando que Miraz comenzara a reír.

-Si está tan seguro no tiene porque aceptar nuestra propuesta. Menos si no se ve capaz de vencer a nuestro Rey, como ya ha dicho sus soldados lo harán sin esfuerzo. Comenté con tranquilidad.

Aquellas palabras frenaron en seco la risa de Miraz. -No es una cuestión de valor. Me contestó el telmarino.

-¿Se niega a batirse en duelo con alguien a quien dobla en edad? Obsevó Edmund.

-Yo no he dicho que me niegue. Nuestro plan estaba funcionando, Miraz estaba a punto de aceptar solamente para mantener su orgullo.

De pronto uno de los lores habló -Estaremos de su lado majestad. Decida lo que decida.

-Señor, la enorme ventaja militar es la escusa perfecta para evitar lo que podría ser..... Otro de los lores comenzó a dar su opinión pero fue interrumpido por un furioso Miraz que se levantó de su asiento con espada en mano.

-¡No estoy evitando nada!

-Solo pretendía puntualizar que mi lord tiene derecho a negarse si ese es su deseo.

-Su majestad jamás se negaría, disfruta pudiendo demostrar a todos el...valor de su nuevo rey. Señaló uno de los soldados.

Miraz señaló a Edmund con su espada. -Tu...reza para que la espada de tu hermano sea más certera que su pluma.

Ambos salimos sonriendo del campamento. Habíamos conseguido nuestro objetivo, Miraz acababa de aceptar el duelo contra Peter.

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En cuanto regresamos al refugio fuimos directamente a la mesa de piedra donde el resto estaban reunidos.

Lucy se acercó corriendo para abrazarnos a los dos como bienvenida.

Después Peter y Caspian se aproximaron expectantes por lo que había ocurrido.

-¿Estáis heridos?¿Ha surgido algún problema? Preguntó Caspian justo después de abrazarme.

-Todo ha salido a la perfección. Respondí.

-¿Eso quiere decir que ha aceptado? Cuestinó Peter curioso.

-Lo ha hecho, como dijo Hope, solo había que herir su orgullo. Dijo Edmund alegre.

-Bien, hay que prepararlo todo. Susan y Lucy tendrán que marcharse lo antes posible para que los telmarinos no las descubran en el camino. Mientras vosotras os preparáis los demás tenemos que idear el resto del plan y prepararnos tambien. Ordenó Peter.

-Incluidas las tropas y el plan de ataque. No me fio de ellos, y mucho menos de su palabra. Comenté.