Capítulo 24.

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Despedida.
capítulo 24



De un salto llegue hasta la última escalera, decidí que sería mejor caminar un poco más, y evitar tomar el elevador.

Sonreí al estar frente a la oficina del señor Adam, había traído unos papeles que no quise leer de parte de papá.

Luego de dárselos corrí hasta la parada de autobuses, tome el que llegaba hasta la entrada de mi casa, estaba vacío.

Al llegar a casa encendí la luz de mi habitación, no había nadie más, eso era relajante.

Unos toques en mi ventana me sacaron de mi nube, me levanté a abrirla dándome cuenta de quién se trataba.

— ¿Franklin?

Al entrar por completo me miró antes de tirarse a mi cama.

— ¿Que sucede?— pregunté al sentarme a su lado.

— Solo quería platicar— respondió acomodándose.

— Soy todo oídos.

Pareció pensarlo antes de hablar.

— Papá cambiará de empleo— dijo sentándose a mi lado.

— Oh, eso es bueno.

— No lo entiendes— siguió— Su nuevo empleo queda en otra ciudad.

Entonces me di cuenta de lo que quería decir.

— ¿Te irás con el?— mi voz salió suave— ¿Quieres hacerlo?

El no respondió, así que seguí;

— ¿Quieres irte con el?

— Supongo que esta vez no tengo opción— susurro tan suave que difícilmente escuché.

— ¿Cuando?— volví a preguntar— ¿Cuando parten?

— Dentro de dos días, papá quiere llegar lo antes posible— se encogió de hombros— Trate de converserlo de quedarme, pero fue imposible.

— Sabes que cuentas conmigo para lo que sea— le hice saber pasando uno de mis brazos por sus hombros— Pronto me quedaré sola.

— Nunca lo harás, te visitaré en cuanto pueda— dijo mientras me dedicaba una sonrisa— Terrence estará contigo siempre.

Oh, Terrence.

— No será lo mismo sin ti— estaba a punto de soltar unas cuantas lágrimas— Erick obtuvo una beca, Militza se irá con sus padres a una mejor institución cristiana.

— Yo siempre te llamaré— sus palabras eran sinceras, pero me negaba a aceptarlas.

— ¿A que ciudad te irás?

— New York, sabes que a papá le fascina.

— Demasiado lejos— admití— Algún día iré por ti.

Voy a obligarte a que te quedes conmigo, así nunca te irás de mi lado.

El tomo mi mano sonriendo.

Siempre serás mi mejor amiga.

— Y tu siempre serás el mío.

Esta había sido su despedida.









16 Razones― Karl Jacobs Donde viven las historias. Descúbrelo ahora