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— ¿Regresas en la noche? — Rocé su meñique con el mío.

Y Seokjin asintió regresando el toque.

Fue en ese momento que Seokjin atravesó la puerta de mi casa para ir a una última cita con Jung Hoseok.

Esperé todo el día por él, me recostaba en el sillón, cociné algunos sandwiches y escuchaba algunas canciones que me recordaban a él.

Pensé en ese ligero momento '¿Cómo sería una vida sin Seokjin?' y al instante se me hizo un nudo en el estómago.

Vivir sin Seokjin sería agotador. Yo solo quería decirle que se quedara conmigo para siempre y se olvidara de su viaje. Pero simplemente no podía decir eso. ¿En qué tipo de persona me convertiría si lo digo?

Cuando el timbre de la puerta sonó escupí el sándwich a la mitad que tenía en la boca y salí corriendo que al final mis pies resbalaron y solo me sostuve del picaporte de la puerta.

— Tengo un paquete de Amadom expréss para este domicilio. — dijo un hombre con uniforme amarillo, al parecer era solo un paquete de internet.

— Gracias. — dije totalmente desilusionado.

— Firme aquí por favor, y aquí también. ¿Su pedido no es lo que esperaba?

— ¿He? — a decir verdad ni siquiera sabía que cosa estaba recibiendo.

— Es que no parece muy feliz con el envío.

Claro, yo esperaba un Seokjin no una caja amarilla de Amadom.

— No, no es por eso, disculpa hehe.

— Entiendo, por favor dele cinco estrellas al envío. Linda tarde.

Y así terminé con un paquete en mis manos y sin un Seokjin.

¿Qué era este paquete? ¿Debía abrirlo?

Revisé los datos y en la etiqueta decía Kim Namjoon. Aunque yo no había comprado nada en estos días.

La desesperación me ganó y frágil mente fui abriendo la caja. Y para mí sorpresa había una caja dentro de esa caja.

Aunque también había una nota escrita a mano.

“Cuando recibas esto quizás ya no esté aquí. ” fue lo primero que leí e inmediatamente supe de quién se trataba.

Oh no.

Con el corazón apachurrado guardé todo como estaba y alejé la caja tan lejos de mi como pude, como si ésta fuera una bomba de tiempo a punto de explotar.

Aquello que estaba en esa carta no podía ser una... despedida ¿Verdad?

Al final de tanto sobre pensar empecé a cerrar los ojos y a quedarme dormido.

— Nam. Nam. Nam. Despierta.

La voz de Seokjin envolviendome suavemente hacía que fuera recuperando la conciencia después de un largo sueño.

— Nam, ya llegué. — cuando por fin abrí los ojos lo pude ver a los ojos, con aquella mirada brillante que incluso pensé que seguía soñando.

— Bienvenido a casa. — dije al sonreír. — ¿Cómo entraste? — pregunté debido a que terminé dormido cuando se suponía debía estar cuidando la puerta en espera de que Seokjin llegara.

— Tu mamá me abrió, al parecer salió temprano hoy.

— Lo siento, me quedé dormido.

Seokjin sonrió sin molestarse, se veía que le había ido bien y entonces sin querer su vista se dirigió al paquete de Amadom expréss.

— No puede ser. — fue lo primero que dijo al ver aquel paquete abierto frente a sus ojos. Se levantó y fue directo al paquete. — Supongo que ya lo viste.

Su expresión era un poco ¿Apenada? ¿Triste? ¿Desilusionada? No tenía idea.

— No lo hice. — dije rápido para aclarar y Seokjin pareció confundido. — abrí la carta pero solo leí la primer frase de ahí no toque nadamás.

— Está bien si lo viste. — volvió a sonreír. — se supone que este paquete tardaría en llegar porque era una sorpresa pero no sé porque llegó ahora.

— Es que es Amadom expréss. Hacen envíos exprés.

— Haha tienes razón. — Seokjin se rascaba la nuca mientras reía nervioso. — debí mandarlo por el correo tradicional, aunque podría llegar cuando yo regresara y no estaría muy bien Haha.

— ¿Aquella carta es una carta de despedida? — me atreví a preguntar.

Seokjin negó felizmente. — debiste verlo todo, no solo la primer frase, por eso el malentendido. — Seokjin aclaró su garganta y tomó la nota, aunque yo todavía me asusté por saber el contenido de la misma. — “Cuando recibas ésto seguro ya no estaré aquí. Estaré con mi familia en otro país a miles de kilómetros pero sin importar el tiempo o la distancia estaré esperando por ti y recordaré cada tu sonrisa. — Seokjin hizo una pausa para volver a aclarar su garganta y mirarme, al parecer le daba un poco de pena leer su carta en voz alta. —Recordaré la vez que nos conocimos, tú cayendo sobre mi porque saltaste una barda de dos metros, recordaré a ti pidiendo deseos en la fuente de la escuela, recordaré tu valentía al ayudar a quienes te necesitan, tu bondad al perdonar a los demás, y tú capacidad para cambiar la vida de las personas. Con esto te digo que soy tu fan número uno, y aunque esté fan no esté a tu lado ahora siempre te llevaré conmigo donde sea que vaya. Por favor revisa el contenido de la caja. Con amor, tu ya sabes quién.”

Cuando terminó el ambiente se sentía extraño, como si la habitación se hubiera cubierto de algún polvo de diamantes y el aroma a flores nos embriagara y me di cuenta que había pensado todo mal.

Solo pude abrazarlo y quedarme ahí por un buen rato.

La caja al abrirla tenía las hojas de la canción que hicimos juntos, las piedras que lancé mal a la fuente, las fotos del viaje escolar, mi refresco favorito de manzana y algunos otros recuerdos de nuestra historia.

Estaba agradecido de haber encontrado un ángel en esta vida.

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¡Hey tú! ¡El chico malo! ♡︎ 김남준 ; ☁️ TERMINANDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora