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Acomodaba en mi casa una colchoneta para que Jungkook pudiera dormir, mi madre estaba feliz de ver a tantas personas visitandome últimamente que no dijo nada pero Jungkook aún seguía decaído.

— ¿Qué sucedió Jungkook? — me atreví a preguntar mientras me sentaba a su lado.

Jungkook desvió un poco la mirada y sostuvo sus manos como niño pequeño. — No me gusta estar en mi casa. Ahora no puedo ir con Seokjin así que solo pude recurrír a ti.

— ¿Y solo porque no te gusta estar en tu casa has venido aquí?

— ¿Namjoon hyung puedo hablarte sobre lo que sucede?

— Claro Jungkook, así puedo ayudarte mejor.

Y fue así como Jungkook, sentado en aquella colchoneta en mi casa me abrió un poco su corazón.

—“Cuando tenía cinco años tuve un accidente con mis padres, el auto se salió de control y mis padres fallecieron, de milagro yo sobreviví, y así me quedé con la familia de mi madre, con mi tía, su pareja y mi primo mayor. Ellos son increíblemente idiotas, el dinero que me da el gobierno por la muerte de mis padres ni siquiera me lo dan y solo se la pasan buscando formas de humillarme y joderme la vida. Yo trabajo en un dojo y así logro alimentarme mejor y paso todo el tiempo ahí pero últimamente he peleado con el hijo del dueño, antes solíamos ser amigos pero ahora solo somos como desconocidos, siempre me refugio con Seokjin pero ahora no puedo.  Mi vida es tan miserable ¿Cierto? Estoy cansado de toda esta mierda, no puedo amar a quien quiero, no puedo hacer lo que quiero y soy un fracaso total, incluso Seokjin se intenta alejar de mi, ¡soy un puto chiste para él!

Observé como las lágrimas empezaban a bajar una a una del rostro de Jungkook y solo pude limpiarlas y darle un abrazo porque cualquiera solo querría un abrazo en un momento así.

Cuando conocí a Jungkook nunca imaginé que todo eso pasara en su vida, siempre se ve tan fuerte e inquebrantable que pensé que no tendría tantos problemas.

Él no era un mal chico, quizás tampoco uno excepcional, pero era un chico que trataba de ser mejor a su manera.

Aquella noche Jungkook durmió en mi casa, quizás había peleado con Seokjin y por eso no podía verle, pero ahora tenía otro amigo al que podría recurrir.

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— ¡Seokjin, ¿podrías por favor dejar de evitarme?! — grité a todo pulmón a mitad de la vacía cancha de básquetbol, ya me estaba cansando de perseguirlo a todos lados y que él solo se negara a hablarme.

Todo por una estúpida canción.

Seokjin paró abruptamente y con una mirada desafiante me tomó de la muñeca y me jaló cerca de los árboles.

— Esto no es por la canción, tampoco por Taehyung.

— ¿Entonces qué mierda te sucede? Peleas con Jungkook, me ignoras a mi, ¿Qué más piensas hacer?

— ¡No peleé con Jungkook! Y... Agg, estoy explotando por tu culpa Kim Namjoon. Mierda, voy a ir al punto. — lo miré sin entender nada y la brisa entre aquellos árboles se podía sentir muy fresco que incluso veía como los cabellos castaños de Seokjin de balanceaban ligeramente de un lado a otro. — Dame nuestra canción, dámela.

— Bien, te la daré sin con eso dejas de comportarte así. Nunca pensé en dársela a Taehyung, le di otra. ¿Qué piensas hacer con la canción?

— ¿Qué que pienso hacer? ¿No es obvio? Voy a cantar en el festival. — Seokjin estaba tan decidido y yo no entendía que pasaba por su mente.

¡Hey tú! ¡El chico malo! ♡︎ 김남준 ; ☁️ TERMINANDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora