✿ 65. Línea

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Sus pies corrían con los talones llenos de su tierra sangrada,
ya intentó bajar su velocidad pero el tiempo le aceleró el corazón,
porque era humano,
porque más prisa no se puede ir.

No es dueño de los segundos,
no le pertenece ni la gravedad,
cuanta gravedad era verlo correr en sentido contrario a mi línea,
he tejido por años una capa,
mis manos y dedos tienen callos por mi pasada vida,
cuanta gravedad era verlo partir una y otra vez de mí.

Yo había vivido, él apenas comenzaba a vivir, qué sentido tenía verlo diario para al anochecer no saber que sería de mí.

Retazos de MelancolíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora