Era medianoche en la pista de patinaje sobre hielo. Era la fiesta del fin de una década más, era la noche donde todo el mundo se quitaba abrigos viejos y se proyectaban a si mismos en un futuro incierto.
Aquella noche él vestía sus mejores galas, calcetas de peluche multicolor, leggins verde botella, una camisa de manga larga de brillos plateados.
Sus botines verde menta a juego con el gorro de lana (era un obsequio de su tía abuela), los dejó en el área de casilleros y pidió con pies descalzos un par de patines a la chica del mostrador.
Sonrió cuando entró en la pista, el gran árbol del centro comercial lo habían colocado ahí y lucía majestuoso.
Las grandes esferas eran un contenedor de pequeñas personas distorsionadas y emocionadas, un recuerdo infantil traído a vivos colores en movimiento.
Él brilló, cual esfera estrellada en la nieve. Extendió los brazos y giró, no existían más preocupaciones del año que terminaba, era consiente de su reflejo en las esferas, las personas pasaban sin detenerse a juzgarlo o a criticar su forma de vestir.
Estaba cumpliendo muchos sueños en ese pequeño lugar. En unas horas tomaría un vuelo y viajaría a conocerse en aventuras que le alegraban con anticipación el corazón.
Podía vivir eternamente en ese instante, las esferas del pino navideño lo capturaron, nadie lo veía con repulsión, ya ni siquiera le importaba.
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Retazos de Melancolía
PoésieCien poemas que se escribieron en pandemia y que no necesariamente hablan de eso. Retazos de melancolía, 2020-2022. © Queda prohibida la reproducción total o parcial de este material por cualquier medio sin el previo y expreso consentimiento por es...