𝐄ra un viernes, específicamente un viernes cuatro de noviembre de mil novecientos ochenta y tres en Hawkins, Indiana donde despertaba Allister Byers, la hija menor de la familia Byers.
Nacida en mil novecientos sesenta y ocho, un año después que su hermano mayor Jonathan Byers, ese día se sentía al menos un poco especial para la chica, era su cumpleaños número quince, aunque por si fuera poco, ella no lo recordaba.
Pocos minutos después de que ella hubiera despertado, pero sin haberse levantado o dignado a abrir los ojos, sonó su radio-despertador haciendo sonar la canción del momento en la radio f.m de Hawkins, presionó el botón quitando la alarma pero aún dejando la canción, se apresuró a estirarse en su cama tronando los huesos de su cuello y espalda para relajarlos, después de eso se colocó sus sandalias y se dirigió al cuarto de baño a tomar un baño rápido pues se le haría tarde para la escuela. seguido de su baño y alistarse por completo salió hacia el comedor donde ya se encontraban su dos hermanos, Jonathan y Will y su madre, Joyce Byers. quien al verla se apresuró a ella y la abrazó fuertemente contra ella agarrándola de su cabeza y plantando un beso en esta, felicitándola por su cumpleaños quince.
"Estoy tan orgullosa de ti, Ally". Felicitó la mujer. "Ya eres toda una señorita, ¡Tienes quince años!". Su madre la volvió a apretujar contra ella "Toma, un regalo de mi parte, cariño". Le dijo a su hija al separarse del asfixiante abrazo entregándole una caja pequeña, cuadrada, color amarilla palo con un moño rosa en ella.
"¿En serio hoy es mi cumpleaños?". Inquirió extrañada, estaba en etapa de exámenes y no estaba consciente de en qué año vivía por lo menos, así que ni siquiera recordaba su cumpleaños. Al ver que sus hermanos y madre asintieron, se emocionó ¡había olvidado su propio cumpleaños!. "¡Es mi cumpleaños! ¡Alucinante!" Abrió el regalo que le dio su madre, encontrando un relicario ovalado en su interior, que contenía en un lado una foto de la familia Byers sonrientes, del otro no había nada. "Mamá... es precioso, muchísimas gracias". Allister abrazó a su madre.
"Del otro lado no tiene nada, puedes poner una foto con tus amigas o de Abba, no lo sé". Agregó su madre.
"¡Sigue mi regalo!". Exclamó el Byers menor, Will. "Toma, espero te guste, me tardé bastante tiempo en hacerlo..."
El chico le extendió un rollo de papel adornado con un moño a la chica, quien lo desató y estiró el papel encontrando un bello dibujo de ella junto a su pequeño hermano, estaba hecho a la perfección que incluso parecería una fotografía a blanco y negro. "¡Will, es asombroso! tendremos que ir a comprarle un marco para colgarlo en mi habitación, ¿Te parece?". La chica dejó el dibujo en la mesa y abrazó a su pequeño hermano.
"Y por último pero no por eso menos importante, mi regalo, Ally.". Se giró hacia su hermano mayor, Jonathan, quien le extendió una caja algo más grande que las anteriores, la colocó en la mesa del comedor con ayuda de Jonathan y procedió a quitarle la envoltura por completo, abriendo la caja y encontrando en ella un teclado musical.
Allister al ver esto se echó hacia atrás y gritó de la emoción, se giró de nuevo a su hermano quien la veía con una sonrisa y se lanzó a sus brazos abrazándolo por tan enorme y preciosa sorpresa, ella en verdad anhelaba un teclado ya que le encantaba la música. "¡Demonios, Jonathan! ¡Eres el mejor hermano del mundo! ¡Son la mejor familia del mundo!".
Después de que Allister guardara sus regalos y se colocara el relicario en su cuello, la familia Byers tuvo un desayuno en familia, para que después Joyce se dirigiera a su trabajo, Will a su secundaria mientras Jonathan y Allister iban a la preparatoria.
En el momento en que Jonathan aparcaba el auto y bajaban ambos hermanos despidiéndose, Allister encontró con la mirada a sus dos mejores amigas, Nancy Wheeler y Barbara Holland. ellas tres eran el trío inseparable de la escuela preparatoria de Hawkins aunque Ally fuera un año menor que ellas.
"¡Feliz cumpleaños, Ally!" Celebraron la castaña y la pelirroja al mismo tiempo.
"Gracias, chicas". Agradeció la menor, siendo abrazada por sus amigas.
A Allister le gustaban sus cumpleaños, a veces.., le gustaban porque era el día donde más querida se sentía por la gente a su alrededor incluso por su padre, Lonnie, quien estaba divorciado de su madre y vivía en Indianapolis, de vez en cuando hablaba con ella por teléfono para verificar que todo estuviera en buen estado con ella, aunque dejó de hacerlo hace dos cumpleaños.
El día después de eso continuó normal, algunas personas le deseaban feliz cumpleaños brevemente a lo que ella se los agradecía. Para su última hora de clases le tocaba español, su mejor materia, en la que el profesor anunció que tenían examen el Lunes siete de Noviembre. Después de eso, Allister vio como el profesor le hablaba a Harrington, Steve "El rey" Harrington; el chico más popular e importante de toda la preparatoria y claramente un cretino. No es que ellos sean amigos o enemigos, simplemente eran conocidos, habían cruzado palabras como máximo diez veces en toda su vida.
El profesor le decía al chico Harrington que debería conseguir un tutor para que el examen, ya que si no lo pasaba, reprobaría la materia, el profesor le comentó que quizás podría pedirle ayuda a la chica Byers por lo que Harrington volteó a verla así que ella desvió la mirada de ellos. Steve agradeció la recomendación a el profesor y sonó la campana indicando que era la hora de salida, por lo que todos rápidamente guardaron sus pertenencias y salieron del aula.
Al Allister salir de su aula, se dirigió a la de su hermano Jonathan indicándole que si la podría esperar un poco ya que tenía que ir por unos libros a la biblioteca de la preparatoria para estudiar a lo que Jonathan accedió. Al llegar a la biblioteca vio a Harrington ahí sentado ya, junto con unos libros de español y su cuaderno tomando apuntes acerca del idioma.
"Era más fácil pedirme ayuda como te sugirió el profesor" Habló en español la chica.
"No entendí nada de lo que acabas de decir a excepción de ayuda y profesor" Aclaró Steve.
"Que deberías pedirme ayuda, como te dijo el profesor, Harrington. Vas a reprobar este examen y ya no tendré a quién ver feo todos los días en el siguiente ciclo escolar, eh.". Dijo en burla la chica, yéndose de lado del chico en busca de libros sobre historia americana para su próximo examen del martes.
Steve Harrington se apresuró a levantarse rápidamente de su silla en la biblioteca estudiantil para ir tras la chica un año menor que él, quien ya se encontraba entre los pasillos. al llegar hasta ella la jaló del brazo obligándola a girarse hacia él "Te ruego por favor, me ayudes a estudiar español, eres literalmente la mejor en toda la escuela en esa materia, tienes que ayudarme.". Rogó el chico de ojos cafés a la menor.
"No.".
"¿No? ¿Así de simple me dirás que no?"
"Exacto, Harrington." Se encogió de hombros. "No.".
"Pero... ¿por qué?" Cuestionó el chico moviendo su cabeza".
"No tengo ganas de estar de buena samaritana". Se burló, "pero quizás si..."
"¿¡Quizás si qué!?" Gritó Steve haciendo que la bibliotecaria le llamara la atención.
"Si me dices feliz cumpleaños lo pensaré.".
"¿Hoy es tu cumpleaños?". Preguntó el chico a lo que Ally asintió. "Mierda, no sabía.".
"No somos amigos, ¿por qué lo sabrías?".
Harrington se quedó en silencio, ella tenía razón. "Eso no importa, feliz cumpleaños, Allister Byers, felices quince años de vida.". La felicitó.
"Muchas gracias, Harrington.". Dijo ella con una sonrisa.
"Entonces... ¿El domingo en mi casa?" Citó "Paso por ti a tu casa a las siete.".
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trouble ! || steve harrington
Fiksi Penggemar𝐃onde Steve odia qué la niña inteligente lo llame por su apellido o 𝐃onde Ally solo quiere el bienestar de su familia. steve,harrington×fem,oc!