El respiro perfecto

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–Los llevaran a sus trabajos,  o les darán clases, no sé qué técnica usen… espero sea mejor que la mía y con ellos no hagan todo su desorden habitual, ya dicho eso continuemos con la clase de hoy, en el artículo de objeto de sanciones.–

Los alumnos comienzan a tomar nota y el los detiene.

–esta clase de por sí ya es aburrida, cambiaremos de técnica, todos me darán su punto de vista para luego tener un debate y ver como se despedazan unos a otros y el que no trajo su folleto mejor ni hubiera entrado a este salón, porque en ese entonces... ¿a qué vino?, ¿A enseñarme que sus padres ya les compraron su ultimo capricho?, Pues déjeme decirle que no me importa, empezamos con Zeus y Andrés para abrir los debates…–

Se pasa todo el día y ya es hora de irse, Madison soporto todo el día a Zeus, el es quien se sienta hasta el fondo, pero se la pasa molestándola, tirándole bolas de papel y diciendo que Madison esta tan cerca del bote de basura que no puede evitar tirárselas de vez en cuando aunque ella se las cobra de una u otra forma mientras él se distrae.

–Por fin puedo irme.–

Ella fastidiada salió del salón y al ir por su volteo, ya que si tenía pasaporte, se ahorró muchos trámites, encontró a Andrés su mejor amigo, le sonrió levemente, se acercó beso su mejilla y salió ya que su madre la esperaba, corrió al auto y se pegó con la puerta, maldijo en voz baja, sube al auto viendo su boleto, el cual decía en letras grandes y rojas PERÚ.

–meh tendré que irme a Perú por más de un año. –

Su madre le dijo.

–¿y ahora de que hablas Madison?.–

Madison la vio y alzo los hombros sin importancia y le dijo

–nada que los de mi universidad iremos a otros países, claro para aprender con los mejores, como tú siempre dices... mamá te libraras de mi por más de un año wujuuu.–

–Elegirán a los mejores cinco calificaciones, solo que los lleven con las mejores familias y con prestigio y los demás irán con las familias de menos prestigio, como ya sabrás esa escuela es un poco bastante superficial… como tú.–

Dice fingiendo entusiasmo y la última parte la murmura y su madre dice.

-Madison exageras... pero te debes esforzar mucho para quedar entre los mejores, talvez no te guste pero sobresalir es bueno y no tienes más preocupaciones, claro que el ir a estudiar es un reto para ustedes generación de cristal, creo que te doy un trato muy suave, cuando te vayas de intercambio no te permitiré esas escenitas, como acá o que no des tu máximo desempeño.–

Madison rodea los ojos al escucharla, piensa tantas cosas y reúne el valor de decir.

–Ustedes son una generación arrepentida, si arrepentida de no lograr sus metas, yo estudie un curso de tocar la guitarra, aunque ese fue tu sueño pero no lograste cumplirlo, estudio derecho porque ustedes le llaman… “darme oportunidades” al obligarme ser eso por lo que no lucharon.–

Suspira frustrada y dice.

–ya no quiero cargar con sus sueños rotos, o seguir con la maldita cadena y depositar las piezas de mis sueños rotos en las siguientes generaciones.–

Y su madre dice.

–dejemos ya ese tema Madison Cardini, eres una vergüenza, se más como esas niñas, tan lindas y obedientes.–

Dice alzando un poco la voz y luego rodea los ojos diciendo.

–¿cuándo te iras?.–

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