De Intercambio

Una noche viendo la luna.

Él, estado un poco nervioso, le responde.

–estoy muy bien, dime... ¿a ti como te va?, sólo fui a caminar.–

Madi responde.

–qué bueno, muy bien, ohhh ya veo, Liam... ¿te molesta vernos luego?, Es que ahora iré a la biblioteca, para reuni y revisar la información de mi portafolio.–

Liam la ve y dice bromeando.

– puedo ayudarte a cambio de un beso, en la mejilla.–

Madi lo ve y ríe.

- pff, mejor hacerlo yo sola, pero ayer te lo ganaste.–

Besa su mejilla y se va luego Liam dice.

–¡mierda!, Malditos pensamientos, ¡no!, Ahora no, con ella no, es solo mi amiga y el cerebro lo sabe bien, será mejor irme.–

Mira en el jardín, ve como el perro del vecino destrozo las flores, por completo y rompió la cadena, solo logro sobrevivir el anillo, Liam le exclamo.

–¡perrito del demonio, rapa tu madre!, Si no fueras tan lindo, te castraría yo mismo además...–

El vecino gruñón lo ve enojado y dice.

- ¿hay algún problema con mi perro, joven Montenegro?, veo que volvió de España, ha pasado mucho.–

Liam ríe leve y le dice apenado.

- no, no, no señor, pero mire su perrito destrozo mis flores y también rompió mi cadena, además si... hace poco volví, aunque no ha pasado lo suficiente.–

El vecino lo vio, con desagrado y corto flores frescas para él, arregla la cadena y le da el anillo.

–ahí está todo, mi perrito solo jugaba, puedes entenderlo Montenegro y aléjate de mi perro Kraw, ya que como vez él es juguetón.–

Liam asiente, tomas las cosas, agradece y se va a la casa, luego dice.

–perro pringado, se orino en las flores del vecino, meh ese es mejor abono, incluso más que esos, de los que el trae desde España, para tener siempre el mejor Jardín.–

Dice con tono de burla y agita las flores, haciendo que toda el agua que traía le caerá encima a Jean, él dice.

–puerco asqueroso, ¡tenía la boca abierta!.–

Jean hace cara de asco, se va a vomitar, Liam Ríe leve y dice a gran voz.

–SIEMPRE LA TIENES HABIERTA.–

Nate observo todo, desde las escaleras, fue rápido a ver los documentos de sus hermanos y Liam dice.

–¿qué haces?.–

Nate responde.

–estoy seguro, de que encontrare los papeles de cuando sus verdaderos padres los dieron en adopción, mis generosos padres los adoptaron, luego por no excluirlos, dijeron que solo yo era adoptado.–

Ríe y busca Liam ríe, lo abraza de lado revolviéndole el cabello, mientras dice.

–no me importa que digan unos malditos papeles, tu eres mi hermano y ya.–

Ríen, se abrazan y después de unas horas, para la noche, ya todos estaban dormidos, Liam atrajo hasta su habitación al hurón entrenado que Jean adopto, le dio un premio y dijo.

–te daré otro, si le llevas esto a Madison.–

Le da algo de Madi, para que olfatee y luego el mini hurón va con Madi, por accidente la despierta, ella lo mira, el pequeño hurón corre llevándose una de sus pulseras, entonces Madi lo carga y dice.

–Ginko, ¿qué haces acá?.–

Ve la carta de Liam, después de leerla sonríe y mira a Ginko.

–al parecer Liam quiere verme, en la terraza, en 10 minutos.–

toma una bata, se la pone, luego deja al pequeño hurón, en la puerta del cuarto de Jean, después va a la terraza, ve todo lleno de velas, con muchas flores, una mesa con libros de sus favoritos, ya Liam la esperaba y dice.

–bienvenida señorita, ¿desea usted regalarme, por lo meno unos minutos acá, conmigo?.–

Madi ríe leve y asiente, luego Liam la abraza fuerte acariciando su cabello.

–perdón, por sacarte de la cama a esta hora, pero la noche es hermosa y el amanecer es mucho mejor.–

Madi ve la luna y sonríe.

–amo desde muy pequeña la luna, abecés  no es solo su hermosura superficial la que te atrae de ella, sino lo que te imaginas que podrías vivir, al verla crees que lo imposible lo puedes lograr solo con lo que eres, ese es mi mayor error, siempre voy tras mi maldito deseo, intentando cosas imposibles, o que me lastimen y algunos logran aprender con eso con un error, o con una falla pero yo no.–

Mira la luna, el ver su pureza  le da calma, dice mientras se muerde levementeel labio, descargango su anciedad, Liam la mira, su mirada le daba calma y ella dice.

– me lastimo una y otra vez, encontrando deleite en mi dolor, pero no le permito a nadie saberlo, necesito ayuda pero no lo adimito, porque me verán ser débil y solo se burlarian de mí.–