33 INGRATITUD AL INOCENTE

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Durante todo el vuelo a Jiangsu, Zhan no dijo nada, y cuando iban camino a casa tampoco, por mas que Yibo intentara hablar con él, parecía ignorarlo por completo.

-espera aquí un momento, prepararé algo para que comas ¿está bien? - Yibo lo ayudaba a sentarse en el sofá de la sala

-no es necesario- respondió

-claro que es necesario, tienes que comer-

- no lo haré, no quiero- respondió molesto levantándose de aquel sofá

-Zhan ten cuidado, te harás daño- lo detuvo ante la probabilidad de que se golpeara con algo.

-suéltame- se zafó del agarre de Yibo. Intento caminar, pero tropezó con la pequeña mesa de la sala y callo al piso

-Zhan!!- Yibo se acercó para ayudarlo, pero zhan no lo permitía - déjame ayudarte- insistía

-que me dejes en paz no entiendes eso?!! - se levantó como pudo y de la misma manera se dirigió a la habitación

Como era de esperarse Zhan entró en depresión, se encerró en la habitación y no permitía que Yibo entrara. Apenas giraba la manija Zhan pedía estar solo, a tal grado de que Yibo comenzó a dormir en la habitación de invitados.

Sin embargo, no podía dejarlo sin comida, por tanto, a pesar de los gritos y reclamos de Zhan, entraba y le dejaba comida, pero a pesar de eso, Zhan no probaba bocado, definitivamente se había decidido a dejarse morir.

Yibo al sentirse incapaz de ayudar a su esposo, pidió ayuda a su más fiel amiga en Jiangsu. Su en cuanto supo la situación no tardó en acudir en ayuda a la pareja.

-Su!! Pudiste venir- exclamó Yibo al abrir la puerta y encontrar a la joven

-vine tan pronto como pude- respondió mientras Yibo le cedía el paso- como esta él? -

-el...el no me permite estar a su lado, se encerró en la habitación, tengo que dejarle comida a expensas de que me lance lo que esté cerca de sus manos-

-lo lamento mucho- intentó mostrar su apoyo- creo que será difícil que pueda verlo- agregó

-fue por eso por lo que te llame, tal vez a ti si te permita hablar con el-

-puedo verlo? - preguntó la joven

-sí, está en la habitación, te acompaño, no quiero que te lance algo-

Los dos se dirigieron a la habitación, y como Yibo había dicho antes, en cuanto giro la manija Zhan exigió que no lo molestaran, quería estar solo

-Zhan, cielo, por favor ya no arrojes cosas- pedía Yibo antes de abrir la puerta

-déjame en paz, no quiero tu lástima- respondió

Esto le molestó a Su y decidió entrar en aquella habitación, para ella, Zhan se estaba comportando como un niño berrinchudo que no apreciaba lo que Yibo hacía por él.

-dije que me dejaras en paz!!!- levantó la voz al notar que alguien estaba ahí

-Zhan ya basta- hablo Su

-tú qué haces aquí? Dije que no quería ser molestado- respondió al reconocer aquella voz

-que hago aquí? ¿Quieres estar solo? - cuestionaba sorprendida- bien, estoy aquí, por que no es justo lo que estás haciendo, entiendo que sufres, pero no por eso vas a hacer de la vida de Yibo un infierno, él hace lo posible por que tu estés bien, da todo de si, sabes que no duerme por estar al pendiente de ti? Dime, ¿Por qué te cásate con él si lo ibas a hacer sufrir de esa manera? Lo se esto no estaba en tus planes, pero él te ama, y quiere ayudarte, y tú, tu solo lo desprecias y no valoras lo que hace por ti-

-lo hace por lastima-

-Zhan el te ama, y quiere lo mejor para ti-

-entonces que me deje solo, no quiero su compasión ni su lastima, y la tuya tampoco-

-bien, entonces quédate solo, vuelve a esa vida solitaria con la que llegaste a Jiangsu hace años, solo espero que no te arrepientas de lo que estás pidiendo- se dio media vuelta y salió de la habitación.

Zhan estaba demasiado hundido en sí mismo, no quería saber nada de nadie, solo quería que le dejaran, mientras que Yibo seguía intentando de todo para sacarlo de aquel hoyo en el que estaba. Y todo empeoró cuando los resultados de los exámenes médicos llegaron.

La ceguera de Zhan seria permanente, solo un trasplante lograría que recuperara la vista, por lo cual estaría en la lista de espera. Una lista tan larga que pasarían años antes de conseguir un donador.

Los meses pasaron y Zhan dejó de pelear, ya no impedía la entrada a la habitación, pero Yibo tenía que trabajar, Zhan recibía una indemnización por parte del gobierno, pero esta era usada para pagar los cuidados de la enfermera que se hacía cargo de él.

Yibo solo podía ver como su esposo, el amor de su vida, se dejaba morir sin poner resistencia. Ya no era ni la sombra de lo que un día fue, apenas comía y bebía.

Pero un día, cansado de ver todo aquello, de no poder hacer nada, tomó una decisión.

-puedo hablar contigo un momento? - pregunto después de abrir un poco la puerta

-qué quieres- respondió Zhan indiferente

-yo... me iré esta noche- dijo intentando contener las lágrimas.

-te irás? ¿Cuánto durará la misión? - pregunto

-no... no lo sé, solo recibí un llamado urgente-

-llévame contigo-

-eso no es posible-

-por qué no? Estaré en el cuartel, ahí esperaré por ti-

-ya te lo dije, no puedes venir conmigo, es muy arriesgado y tu no...- no pudo continuar, no quería decir algo que hiera a zhan

-dilo, por que no veo, por que soy un inútil- respondió con un notorio intento de no romper en llanto

-no quise decir eso, yo...

-olvídalo, vete, el comandante debe estarte esperando- Yibo no dijo más y se fue con la esperanza de que fuera lo correcto.

Zhan sintió como su corazón se partía al saber que Yibo se marchaba, pero no podía reclamar nada, después de todo era él quien lo había alejado y tratado de la peor manera, aunque no se lo merecía, así que simplemente lo dejo irse mientras recordaba las palabras de Su. Volvería a su vida solitaria.

Una vez más Yibo dejaba aquella casa completamente solo, y esta vez, aunque Zhan se lo pidiera, no se quedaría, estaba decidido y no daría vuelta atrás, lo amaba, pero no podía seguir viéndolo de esa manera.

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