36 OCTUBRE 5

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Aquella horrible noche había pasado, la luz de la mañana entraba por las ventanas y Lixue con mucho cuidado abrió un poco la puerta de aquella habitación y sin ver hacia adentro, solo metió su mano y agitó una pequeña pelota, al instante Ài saltó de la cama y fue en busca de aquella pelota.

-Ài, ven aquí, es hora de tu desayuno- llamaba a la perrita mostrándole un tazón con algo de alimento para perro. Ài se acercó meneando la cola y en cuanto el tazón estuvo en el suelo comenzó a comer.

Lixue sabia que era un día especial, lo había marcado en el calendario, Su, se había tomado el día libre y acudió desde temprano a la casa de Zhan para ayudar a Lixue con los preparativos.

Su había llevado un delicioso pastel de chocolate, sabía que Zhan lo adoraba y ella misma se encargo de prepararlo, Lixue se encargó de la comida, y Ài por su puesto de dar alegría al lugar.

Zhan comenzaba a despertar, después de mucho tiempo, pudo dormir profundamente.

-buenos días, dormiste bien? –

-si- respondió acercándose aún más en quien lo abrazaba

- creo que regrese en un excelente momento-

-por qué lo dices? – preguntó Zhan

- por que hoy es cinco de octubre, Feliz cumpleaños- respondió Yibo dándole un beso en la frente.

Zhan solo se abrazó más a él, esos meses en los que Yibo estuvo ausente lo había extrañado tanto, le había hecho tanta falta.

-Yibo, yo...lamento haberte tratado como lo hice- se disculpaba ocultando su rostro en el pecho del otro

-no tienes por que disculparte, te entiendo, aunque me dolía tu distancia entendía tu situación, se que es muy duro pasar por lo que estás pasando- respondió Yibo intentando levantar la cara de Zhan para admirar nuevamente. Aquel momento era hermoso, y pudo haber seguido así, pero un ser de cuatro patas y peludo subió a la cama y comenzó a pedir cariño también para ella.

Después del saludo matutino por parte de Ài, Yibo y Zhan salieron de la cama y después de asearse se dirigieron a la sala.

-pero que...- Yibo no pudo seguir hablando después de ver la seña de silencio que Su y Lixue le daban

-que sucede? – pregunto Zhan ante la expresión de Yibo

-nada cariño, solo que me sorprendí al ver a Lixue salir de la cocina sin hacer ruido, solo me exalte un poco – se excusó Yibo, sabía que no era una buena excusa, ni él mismo se la habría creado, pero Zhan no podría contradecirlo, así que evadió el tema.

-Señor Xiao, Señor Wang, Buenos días- saludo Lixue a la pareja

-buenos días Li – saludo Zhan

-Buenos días Chico- saludo Su

-Buenos días?? – saludaba Zhan sin saber exactamente a quién pertenecía esa voz, hacía meses que no escuchaba la voz de Su, y no estaba familiarizado con ella.

-hola Zhan, son Su- respondió ante el saludo titubeante de Zhan

-Lo siento no reconocí tu voz, ¿pero a qué debemos tu visita, hacía mucho tiempo que no pasabas por aquí? –

- por tu cumpleaños tontito, porque más – se acercó y le dio un abrazo – feliz cumpleaños Zhan-

Todos se sentaron alrededor del comedor y frente a Zhan colocaron aquel delicioso pastel de chocolate, el cual Zhan supo que estaba ahí por el calor que la vela de cumpleaños emitía.

Los tres le cantaron feliz cumpleaños, y después de eso pudieron a zhan soplara la vela después de pedir un deseo.

-la has apagado, dime que deseo pediste?- preguntó Su

-eso no se dice, si te digo no se cumple- respondió Zhan

-yo cumpliré tu deseo si es necesario- respondió Yibo

-mmm... no lo sé-

-vamos Zhan dinos- insistió Su

- mmm... bien, pero no quiero que se burlen de acuerdo. Yo... desee poder ver el atardecer una vez más, con una vez, con un momento para mi seria suficiente-decía mientras que una lágrima escapo por su mejilla

Después de eso nadie hablo por algunos minutos, Su se sintió culpable por insistir en que Zhan hablara, Yibo limpio tiernamente las lágrimas que aun corrían por aquella suave mejilla.

-bueno, yo tengo un regalo para ti- dijo Yibo para romper el silencio

-no era necesario, con el hecho de que regresaste me es suficiente- respondió Zhan

-eso lo sé, pero también sé que no podrás negarte a recibirlo- decía Yibo mientras se alejaba de la mesa.

-y que será eso, que el señor Xiao no podrá rechazar- decía Lixue ante la curiosidad

-bueno, y por que no se lo dices tu- dijo Yibo entregándole un sobre

-y-yo??-

-y quien más, tu eres quien le ha estado leyendo todo este tiempo- decía mientras se sentaba nuevamente a lado de Zhan

-y tu como sabes eso??-

-crees que me fui y no me preocupe por ti?? Mientras estuve fuera Su y Lixue me informaban de todo, como estabas, que hacías, y por todo lo que pasaste por las noches en estos meses- respondió Yibo sintiéndose algo culpable por dejarlo solo viviendo aquel martirio – vamos Lixue lee, Yo también estoy impaciente- continuo

-bien- aclaró su garganta y comenzó a leer el contenido de aquel documento-

mediante la presente se le informa que ha sido seleccionado para recibir un trasplante de córnea, ya que se encontró compatibilidad con el donante –

no pudo seguir leyendo, pues incluso para ella la emoción fue demasiado y comenzó a derramar lágrimas de alegría.

-Yibo, es verdad lo que escuche? – preguntaba Zhan incrédulo

-no me atrevería a jugar contigo de esa manera-

-pero dijeron que pasarían años antes de que encontraran un donante-

-y por eso busque fuera del país, perdóname por no decírtelo, pero no quería ilusionárte, pues no...- no pudo seguir pues Zhan se lanzó a el para abrazarlo

-gracia- decía entre sollozos de alegría sin soltar aquel abrazo

-bien, ahora necesitas prepararte, esta misma tarde partimos al extranjero-

Yibo había conseguido un donante en estados unidos, lamentablemente era una joven de tan solo diecinueve años que había sufrido muerte cerebral.

Zhan tendría que partir hacía donde se encontraba su donante, y esa misma tarde partirían, por tanto, Lixue le ayudo a empacar para que estuviera todo listo y no tuvieran ningún contratiempo.

A TRAVÉS DE TU MIRADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora