Controlando mi omega《KookMin》Omegaverse

EPILOGO

A MinJae le encantaba su trabajo, se sentía tan conectado con el sitio y la historia que esté envolvía, sentía como una parte de si viviera ahí

—En esta casa vivia el alfa, se dice que aquí se llevarón acabo sucesos importantes de la infancia de el, ya que por su padre el se volvió un alfa corrupto — señaló la casa mientras su boca recitaba aquella historia que conocía perfectamente, aquella historia que leyó muchas veces, porque simplemente le encantaba

MinJae trabajaba como guía en un pueblo viejo que fue renovado para fines turísticos. El sitio era simplemente hermoso, y quedó más pulcro cuando hicieron las renovaciones respetando los diseños originales.

—Eso es todo, muchas gracias por habernos visitado, la salida está por aquí— había terminado su cuarta guía del día, eso significaba que podía irse, su día fue extremadamente productivo, y es como el siempre decía, cuando amas algo lo hacen con toda la pasión, y MinJae amaba su trabajo.

Salió rápidamente a darle el toque al ticket para notificar su última guía, tomó su bolso y empezó a caminar por un sendero casi inexistente por la cantidad de maleza y árboles al rededor, pero MinJae lo había descubierto cuando se le dió por explorar más allá, pero el había descubierto un lago a unos pocos minutos y se había guardado el descubrimiento para si mismo; no quería el ayuntamiento o el gerente del sitio añadiera esa parte a la zona turística.

Disfrutaba de ir a ahí a matar parte de su tiempo mientras se gozaba de la tranquilidad del sitio. Cuando llegó se tumbó en un sitio que los escondía parcialmente, sacó su teléfono móvil y empezó a jugar candy crush.

[...]

Pudo haber pasado una hora desde que estaba ahí en el lago cuando oyó un sonido a lo lejos... Afinó el oído y distinguió un motor. Levantó la cabeza para irse, pero ya veía la la figura de una persona en una motocicleta abriéndose paso entre la naturaleza, su cuerpo quedó paralizado y simplemente se encogió en el sitio tratando de hacerse pequeño.

Trató de calmarse a si mismo, debía hacerlo o soltaría feromonas que llamarían la atención del intruso.  Se maldijo por no irse a su casa directamente, ahora podría estar molestando a su compañera de piso hasta hacer que lo echara a su cuarto.

El intruso aterrizó apagando la moto y bajando de ella, MinJae solo supo esto por los sonidos, si hacía el intento de ver sería descubierto y aún si pudiese dar pelea al ser un Omega estaría en desventaja. El intruso como lo denominó caminó hasta ponerse de frente a la vista de MinJae dándole la espalda. El viento que venía de frente trajo consigo el olor del sujeto y MinJae casi de orina. ¡Era un alfa, y olía a la gloria!

“Céntrate MinJae” era un alfa desconocido, que por lo que veía le sacaba más de una cabeza de altura y de veía bastante impotente, y lo peor es que estaban solos en la nada,“Que la luna tenga piedad de mi”. Pero contrario a todo lo que pensó que podía hacer el tipo, esto solo procedió a quitarse la ropa. Lo que provocó un jadeo en MinJae que inevitablemente hizo a la otra persona voltear.

—Pero, ¿Qué haces ahí?— el tipo tenía la cara la cara más bonita que MinJae había visto en la vida, pero tenía el ceño bastante fruncido.

—Y-yo estaba...— no podía formular palabra, su temor le hizo soltar feromonas.

La cara del alfa se volvió una mueca tratando de acercarse al pequeño y tembloroso sueño que tenía al frente, MinJae de encogió en su sitio casi sacando un chillido.

—No te haré nada, cálmate...—de verdad estaba tratando en duro de mantener la postura, soltó un poco de feromonas para ayudar a calmar al pequeño Omega. —Está bien, está bien.

Pero MinJae no estaba bien, estaba reaccionando ante las feromonas de un alfa desconocido, que estaba medio desnudo y parecía un árbol frente a el y lo peor es que estaba disfrutando la vista y la sensación de la feromonas actuando en el. “No, no... Reacciona”.

El pequeño Omega se colocó de pie y trató de correr, pero las mismas piedras donde estaba “refugiado” los hicieron caer de narices, MinJae se le llenaron los ojos de lágrimas, se había golpeado bastante fuerte y sentía ardor por varias partes. El alfa se apresuró a ayudarlo y MinJae soltó el llanto mientras el otro lo cargaba.

—Tranquilo, tranquilo. Mira, no te haré nada, solo quiero ayudarte—pronunciaba tontamente mientras lo llevaba a sentarlo a su moto.—¿Cómo te llamas?—preguntó examinando sus raspones.

—Min-MinJae— pronunció entre sollozos

—Yo me llamo JungHyun.—trató de mostrarse amable con el chico.

El corazón de ambos latieron rápidamente, ambos habían reaccionado a las feromonas del otro y lo sentían, dentro de ellos había un alboroto.

—¿Deseas que te lleve a casa? Parece que no vas a caminar bien— soltó mientras veía como MinJae limpiaba el resto de lágrimas.

—Si, por favor...

[...]

Sus labios soltaron un chasquido cuando MinJae rompió el beso.

—Debo ir a trabajar...—le susurró en regaño

—Solo un rato más— dijo mientras atraía nuevamente su cara a el.

Habían pasado dos años desde su primer encuentro tan desastroso, Resultó que JungHyun era el hijo del gerente y que ellos ya estaban enterados del sitio, y en sus vacaciones JungHyun había venido a visitar a su papá y de paso bañarse en cierto lago que desde que había conocido le había gustado. Sin embargo el no esperaban encontrarse con algo tan especial, y es que ambos lo supieron desde el primer momento que eran destinados.

Pero para JungHyun fue una tortura, MinJae se hizo el difícil y le pedía salir y conocerse, ni siquiera le permitió el primer beso sino hasta los 4 meses después, era una tortura para el. MinJae recordaba con gracia como el alfa lloriqueaba diciendo “De todas formas lo haremos, mejor hacerlo ahora” solo porque este se negaba a besarlo.

Muchas veces MinJae bromeaba acerca de cómo ellos eran JiMin y Jungkook reencarnados para amarse en esta vida, y le decía que por eso lo tenían un lazo tan fuerte y estaban ambos de alguna manera a ese sitio, a lo que MinJae se sonrojaba. Pero solo eran bromas, no?

La vida había Sido difícil para estás dos almas, pero ahí estaban, en otra época, en otras personas. Su amor había traspasado la barrera de la muerte, y se volvieron a reencontrar en aquel mismo lago donde una vez uno de ellos lloró sobre el cuerpo muerto del otro.

Fin.