Capítulo 4

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JiMin.

JungKook se encontraba a unos metros de mí y su mirada no irradia más que peligro y rabia. Por un momento sentí mi voluntad flaquear, por mi mente pasaron muchos escenarios, pero Jungkook con el enojo pintado en su mirada, no.

—¡¿Qué mierda?! —Bramó quitando bruscamente el brazo del alfa que me miraba con coquetería

Mi corazón se paró en ese momento. Obtuve los resultados contradictorios y ahora JungKook se acercaba a mi como toro rabioso. Mi mirada se llenó de pánico, tal vez me equivoqué. Los alfas y betas que estaban a mi alrededor hicieron espacio en lo que se acercaba JungKook, me sentía como un pequeño conejito siendo acorralado por un lobo feroz, a punto de ser devorado.

Cuando se plantó delante de mí, su mirada estaba amarillenta, su alfa estaba al control, conocía perfectamente eso ojos, que tantas veces había visto. Dentro de mí era un revoltijo de pensamientos, me voy a desmayar, pensé cuando su mano se acercó a mí, esperando el golpe cerré los ojos con fuerza, pero en vez de eso, su mano me tomó de la nuca tirándome hacía el, y entonces pasó lo que último que creí que haría. Su boca se posó en la mía reclamándola con vehemencia. No salí de mi sorpresa hasta unos segundo después que sentí su lengua entrar en mi boca.

Gemí en su boca. ¡Joder si! Traté de responder al beso con la misma pasión, pero aún no salía del asombro.

—¡Eso JungKook! ¡Pero déjanos algo!—grito un de los primitivos.

El alfa que me besaba desesperado gruñó enojado y se separó mordiéndome el labio inferior.

—Mío. —gruñó después de dejarme con la respiración agitada. Volvió a los demás y los miró enojados— Más les vale mantenerse alejados.— sentenció antes de agarrar mi mano.

Tiro de mí, sacándome  del tumulto de cambia formas hasta llegar a la parte contraria de los demás estudiantes me estampó contra una pared, con severidad, pero no al punto de hacerme daño.

—¿Me quieres decir qué mierda significa eso?— la vena de su frente estaba marcada, y me di cuenta que no le bastó con violarme la boca, porque sigue enojado.

—Yo, solo quería, quería, yo.—Me encontraba aun agitado, más que por el maratón que hizo correr Jungkook, es por la situación.

—¿Tú qué? —tensó la mandíbula.

Suspiré.—Bueno, ¿y a ti qué?—Dije antes de poder pensar correctamente, me miró sorprendido. No se esperó esa respuesta. 

—¿Cómo qué y a mí qué? —gruñó, su actitud frente a los demás todo eso, era tan contradictorio, pero quería orillarlo, sacarlo de casillas para que confesara que tenía sentimientos por mí. Grave error

—Mira.—puse mi índice en su pecho. —Tú eres quien en un principio empezó con ésta mierda de follamigos, y ahora haces todo eso

—Por eso mismo.—Sonrió divertido, agarró mi mano a apartándola de su pecho. Lo miré confundido.—Oh no me digas... ¿creíste que yo estaba celoso?—comenzó a carcajear amargamente y mi respiración se agitó.

《No lo digas, no me rompas más el corazón》 rogué internamente, quise mantener la ilusión de que el solamente dijera algo burlesco, pero lo que siguió fue simplemente cruel. 

—Mira omega.—Su mano cayó sobre mi hombre, era pesada y me apretó al punto de dolerme, pero no aparté la vista de sus ojos oscuros, rogándole con la vista que no lo dijera, pero el parecía cegado por el enojo, su agarre se intensificó un poco más.—Solo me aseguraba de que no te fueras con ninguno y después me pasaras alguna enfermedad que contraigas por ahí...

Controlando mi omega《KookMin》OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora