La noche caía y Jimin no tenía nada que hacer, simplemente se encontraba recostado sobre su cama mientras escuchaba música en sus audífonos y leía un nuevo libro.
Hasta que una notificación llegó a su celular, era Lisa.
"Holaaa!! oye, vístete bonito y ven a la repostería en una hora"
"¿Estas loca? ¿Para qué?
"Tu solo ven, Si no lo haces,
Te juro que te golpearé"— Estas primas de hoy en día... — murmuró.
Dejó el teléfono junto a los audífonos y se levantó de la cómoda cama, observando por la ventana como estaba por anochecer.
¿Para qué diablos Lisa quería que fuera su repostería tan tarde?Sin una clara respuesta, se dirigió a su armario y comenzó a buscar algo decente y bonito como le dijo su prima.
Se decidió por unos jeans negros rotos, zapatos del mismo color, al igual que su camisa de cuello de tortuga y le añadió el toque de color en su suéter rojo abierto.
Ideal para el clima de estos últimos días.Peinó un poco su cabello sin quitarle ese toque natural y desordenado que tanto le gusta.
Ya listo volvió a ver la hora. Aún faltaban 20 minutos para salir, así que se tiró en su cama de nuevo, se colocó sus audífonos y tomó el libro entre sus manos, comenzó a leer y poco a poco sus sentidos se relajaron, muy pronto Park Jimin estaba profundamente dormido.
...
Las notificaciones en su celular lo despertaron.
Un poco cabreado por la insistencia de la persona que mandaba mensajes, desbloqueó su celular, encontrándose con muchas llamadas perdidas de su prima.
Oh no.
"Jimin"
"Oyeeee"
"¿Por qué no has llegado? "
"Jimiiiiiiiiiin"
"Contestaaa"
"Maldito niño malcriado
Respóndeme"Ahí fue cuando Jimin cayó en cuenta de que ya hiba 20 minutos tarde.
— No puede ser — Se levantó casi corriendo, le echó un vistazo a su ropa por última vez y salí de su casa.
Con prisa tomó su celular, llaves y los metió a los bolsillos de su pantalón.
Cuando llegó a el local, todo estaba cerrado y oscuro. ¿Acaso era una broma? ¿Qué sucedía?
Sacó las llaves de su bolsillo y buscó la indicada. Metió la llave en la cerradura y se sorprendió al ver que no tenía llave ni seguro. Abrió la puerta con su propia mano y se adentró en el lugar con un poco de miedo por la obscuridad en el. Cuando volteo a el cuarto final, en la cocina la luz estaba encendida y dentro de ella se observaba una sombra que se movía de aquí para allá con tranquilidad.
Pero sus alarmas se encendieron, la figura de aquella persona no era para nada la de su prima, era mucho más ancha y alta.
Era la figura de un hombre.Todos los pensamientos más horribles llegaron a su cabeza. ¿Y si la persona que estaba ahí dentro era un ladrón? ¿Y si había atacado a Lisa? ¿Y ahora qué?
Maldijo por lo bajo y siguió caminando por el pasillo. Su corazón estaba a mil por hora, pero juntó el valor y se acercó lentamente a la cocina para poder ver mejor.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de la ventana y de poder ver a la persona, en el último paso que Park dio, su pie se torció y el cayó al piso, haciendo ruido contra el suelo.
— Joder — Susurró. Y lo próximo que escuchó fue un cuchillo salir del lugar de los tenedores y las cucharas.
Estaba en serios problemas.
Observó la sombra del hombre y efectivamente portaba un cuchillo, y al parecer lo dirigía hacia enfrente, a la defensiva, con la intención de apuñalar a la persona que estuviera dentro del lugar, osea Park Jimin.
Jimin se sentó bien en el suelo sin hacer ruido. Necesitaba respirar y calmarse para pensar mejor que hacer, necesitaba un plan para atraparlo, tenía que idear un plan maestro.
Los pasos del hombre se escucharon más cerca.
¿Qué maldito plan? Lo que tenía que hacer era salir de ahí en cuanto antes. Quiso hacerlo, quiso irse pero ese hombre de pronto se paró de golpe frente a él, sosteniendo el cuchillo frente a su cara.
— ¡AHHHHH! — Gritaron ambos al verse.