Capítulo 20. Si tú no estás.

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Me despierto y veo el elefante que Danz me regaló en mi cama, ¡Es verdad! ayer lo dejé en el parque de diversiones. Reviso mi celular quizás me llamó; pero no tengo nada registrado. Intento llamarlo, me lanza al buzón. Seguro se prepara para su viaje. Desayunaré e iré a hablar con él, su vuelo sale a las 3, así que aun tengo tiempo. Como estuve en shock en el parque ni siquiera recuerdo si le dije algo, bajo a buscar a papá.

Joe –Buenos días hija, tienes los ojos hinchados, ponte una cuchara helada, eso hacía tu mamá. –Sonrío al imaginarla.

Sep –Buenos días, si lo haré, por cierto, ¿Danz vino? Vi el elefante en mi cuarto.

Joe –¡Ah eso! No, yo lo encontré en la entrada de la casa, adentro del portón, así que supuse que era para ti.

Sep –Ya veo. –Estaba a punto de desayunar, cuando me entra una llamada de Sofía.

Sep –Hola.

Sofía –Que bueno que contestas, vete al eropuerto ya mismo. Me acabo de despertar y Danz no está. La señora Lu dice que ayer, ella lo vió muy mal. No quiso hablar con nadie y esta mañana se fue al aeropuerto con una maleta grande, como si se fuera por mucho tiempo, ¡corre! no sé que está pasando. Su vuelo debería salir a las tres, no antes. –Sofía me dice todo muy rápido sin respirar, cuelgo y corro a tomar mis patines.

Por esta calle no pasan taxis, es inútil esperar uno. Me pongo mis patines lo más rápido que puedo y salgo hacía el aeropuerto. Patino tan rápido como si mi vida dependiera de ello. Seguramente le dije algo ayer, después de todo Danz era aquel niño y yo era la niña que le causaba tantas pesadillas, ¿Cómo no lo pensé antes? Seguramente él debe sentirse muy mal. Danz por favor, espérame. Patino lo más rápido que puedo. Los vehículos tocan sus bocinas cuando paso frente a ellos; pero no me importa, tengo que llegar, no puedo permitir que se vaya así. Llego al aeropuesto.

Seguridad –No puede entrar en patines.

Sep –¡No puede ser en serio! 

Me los quito lo más rápido que puedo y corro descalza adentro. Busco y busco por todas partes, entre la gente haciendo fila, la gente sentada esperando. Subo las escaleras, voy al segundo piso; pero no está, Danz no está. Lo llamo a su celular, buzón. Sigo buscando, mi corazón está empezando a sentirse ansioso y agitado.

Sep - ¿Dónde estás Danz? Déjame explicarte, no es tu culpa. –Le envio un buzón de voz.

Sigo buscando; pero no doy con él, hasta que llego a una enorme pared de vidrio, que me deja ver la pista de aterrizaje. Hay un avión subiendo pasajeros, lo veo de espaldas, justo entrando al avión.

Sep - ¡Danz! ¡Danz! –Golpeo la pared con mi mano mientras grito su nombre lo más alto que puedo. - ¡Danz no te vayas por favor! ¡No te vayas!

Dos tipos enormes de uniforme se me acercan, trato de alejarme de ellos mientras grito hacia donde está el avión, sin embargo, Danz no me escucha. Ellos me toman de ambos brazos. Son tan altos que ni siquiera toco el suelo, intento soltarme; pero ellos me agarran fuerte e intentan alejarme de la enorme pared de cristal.

Sep –¡No! ¡Sueltenme! ¡Danz! ¡Danz! ¡Escúchame por favor! Danz no te vayas. 

Esas últimas palabras salen sin hacer mucho ruido, mi voz cada vez se escucha menos. No puedo luchar más. Ellos me llevan a rastras de ambos brazos y rompo a llorar. Me llevan a una sala y me dan algo de tomar.

Oficial – ¿Ya se siente mejor? –No le respondo, no puedo hablar, siento de nuevo ese nudo en la garganta. Aprieto fuerte mis manos sobre mis rodillas. Otro oficial abre la puerta.

Oficial 2 –Una joven pregunta por ella.

Oficial –Hazla pasar.

Sofía y Guido entran. Me lanzo a los brazos de Sofía, me rompo en pedazos entre sus brazos y lloro, lloro hasta más no poder.

Sobre Manga y Rock 'N' Roll (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora