Rompe Corazones

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Al día siguiente, Jimin despierta debido a los golpes en su puerta, y llamados de su madre, quien advirtió sobre sus clases. Frunció su ceño cuando estiro su cuerpo bajo las cobijas, sintiéndose adolorido. ¿Por que estaba tan cansado? Agotado. Cuando sus ojos se abrieron, parpadeo con rapidez al notar que Jungkook, quien se encontraba de pie a un lado de su cama, lo observaba fijo, alzando con lentitud una de las comisuras de sus finos, y rojizos labios.

----Kook...----Carraspeo su garganta al oír su ronca voz, volviendo a cerrar sus ojos, y sonriendo un poco al sentir que la mano del Diablo tomo su mentón, acariciándolo. Sintió el oro de los fríos anillos quemar contra su cálida piel, pero lo ignoro cuando sintió el aliento de su esposo contra su pómulo, el movimiento de la cama cuando acomodo su cuerpo a un lado del suyo, y las caricias en su cabello.----¿Estuviste aquí durante la noche?

Repentinamente, recordó su sueño. Fue lucido, precioso e inolvidable. Creyó que, tal vez, Jungkook estuvo allí, sumergido en sus pensamientos, y emociones. Tal vez fue el quien lo provoco.

----No. ----Respondió el rey del inframundo, dejando un suave, pero casto beso en el pómulo de su niño favorito.-----Llegue hace unos minutos.

<<Oh>> ¿Por que le resultaba extraño?

Sin penarlo demasiado, refregó sus ojos con una mano, y se posiciono de lado, sin  poniendo demasiada voluntad en ello, ya que su cuerpo dolía. Ignoro el cansancio extremo, alzando su rostro, a la par que su mirada encontró los labios ajenos, pidiendo un beso sin siquiera emanar palabra. El Diablo lo noto, por lo cual no dudo en inclinarse un poco mas, tomando el labio inferior de su esposo entre los suyos, sin evitar succionar con suavidad antes de comenzar un lento, y muy delicado compas. 

El mundano se relajo, ladeando su rostro en dirección contraria al ajeno, mientras llevo su brazo izquierdo al hombro de Jungkook, y rodeo su cuello. Los torsos de ambos se rozaron, aun mas cuando el Diablo decidió envolver su brazo en la cintura de su niño favorito, amenazando con alzar su camiseta de pijama en cuanto las yemas de sus dedos rozaron el final de la tela. 

Permaneció de aquella manera por unos segundos, sin romper el beso, que se intensifico con el pasar del tiempo, pero decidió acariciar sobre la ropa, llevando su mano a la espalda del rizado. Era muy temprano, Jimin estaba agotado, por lo cual no era el momento de dejarlo peor. 

Sin embargo, el momento de arruino cuando la palma de la mano de Jungkook sintió algo por debajo de al camiseta de su esposo, quien se estremeció de dolor, reclamando en un siseo a la par que abrió sus ojos, sorprendido cuando dejo de dolor al instante. El Diablo sano aquello largos rasguños con hinchazón en su espalda, y el precioso color en sus ojos fue remplazado por un negro opaco.

----¿Qué te sucedió?----Exigió saber.

En el momento que Jungkook apareció en el cuarto de Jimin, no se molesto por la presencia demoniaca en la casa, porque un demonio poseía el cuerpo de su queridísimo suegro, por lo cual le resulto normal.

----¿Que?----La voz de Jimin tembló un poco, asustado, sin siquiera intentar tantear su espalda, ya que era imposible. Al no obtener respuesta, suspiro, cerrando sus ojos, sintiendo que no podría lidera con algo mas, por lo cual no evito ocultar su rostro en el cuello ajeno.----Estas asustándome. 

---No tienes nada que temer...---La voz del arcángel sonó suave, atrayéndolo aun mas cerca, con su mentón sobre el cabello del mundano. -----Creí que algo te sucedió, porque luces agotado, pero tal vez fue mi presencia, y el largo día que tuviste ayer.----Por primera vez, le mintió. 

No era aquello, era algo mas, y lo descubriría. 

Porque nadie tocaría a Jimin otra vez.

Dancing with the Devil •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora