Que Comience El Show

6.8K 904 1.1K
                                    


Un suspiro. Un largo, profundo y entrecortado suspiro.

No, no. Solo no podía.

Su mente no regresaba, ni avanzaba. Se necesitaba más que un suspiro para afrontar lo que había sucedido, y ganas de vivir para afrontar lo que continuaría.

Observó su vista nublosa, sus manos ensangrentadas, temblorosas y lastimadas. Alzó la vista y observo a unos metros aquella bolsa, nuevamente regresando la vista al frente

Se necesitaba querer estar bien para querer morí. Definitivamente no quería estar bien, porque no lo merecía. Mercería sufrir.

Se puso de pie como si nada, sin sentir ningún tipo de dolor, solo hormigueo y un vacío en su pecho, y se dio vuelta, intentando no tropezar, cojeando y con su mano presionada en su costilla a pesar de que no sentía el verdadero dolor.

El verdadero dolor ahora estaba en su alma.

Y esperaba, realmente lo hacía, no estar vivo pasada la medianoche.


12 horas antes de lo ocurrido.


El joven abrió sus ojos debió de a su hermana sobre el, despertándolo sin ningún signo de gentileza, tan solo un canto desafinado y molesto, pero lo hizo sonreír.

-----FELIZ CUMPLEAÑOS A TI, FELIZ CUMPLEAÑOS A TIIIII...-----Recibió un beso en su mejilla que lo hizo reír silenciosamente y ocultar su rostro en la almohada, fingiendo seguro durmiendo aunque claramente no era así. ----Oh, vamos. Debes de despertar, tienes diecinueve. ¡Diecinueve!-----Le sacudido el hombro al gritar eso, provocando que riera.----Mamá quiere que te levantes, no te salvarás de ir a la escuela sólo porque es tú cumpleaños.

Jimin asintió y espero a que su hermana saliera de su habitación antes de suspirar, refregando sus ojos con sus puños antes de sentarse lentamente, medio quejándose. Parpadeo un par de veces y observo a su alrededor, buscando algo que claramente no habría. Jungkook.

Un poco más angustiado, se quitó el rosario del cuello, con los nervios en su estómago. Lo dejo en su mesa de noche y cerró los ojos, contando Hasta diez para luego abrirlos.

No, no era el collar.

Jungkook se había ido, y aunque era tiempo de aceptar que ya no volvería, dolía. Dolía porque el creía sus razones válidas, el sentía que lo que hizo fue por el bien de ambos. Tal vez alguien mas podría haberlo hecho, pero dolía vivir con el miedo de no ser amado, y Jungkook prácticamente lo había rechazado cuando hablaban del tema. "Soy el Diablo." ¿Qué podría haber hecho luego de aquello? ¿Rodear su cuello, decirle que no importaba y nuevamente hacer el amor? Jimin sabía y estaba consciente de haber dicho innumerables veces que Jungkook podía hacer lo que quisiese con el, pero ya había pasado más de un año con el, ya no había contrato por su alma, era más serio que al principio.

Aunque, aparentemente, nunca fue serio.

Trago con fuerza el nudo en su garganta y decidió negar con la cabeza, dejando que todos aquellos pensamientos se evaporaran mientras se levantaba y caminaba en pijama hacia el baño.

Si, se daría un baño, y comenzaría una especie de "buen día".

No había de que preocuparse, estaría bien.


*


Estaba arruinado.

Dancing with the Devil •Kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora