Una preciosa mañana, con el cielo celeste formado con bonitas nubes y el radiante sol creando el más hermoso paisaje, en un banco de un parque vacío se encontraba aquel adolescente, no mas de diecinueve años, con cabello castaño, ojos marrón, alto, pálido, y muy muy neutro. Traía ropa normal, excepto por su camiseta, que tenía un logo de alguna tienda barata del lugar. Observaba todo con total tranquilidad, disfrutaba del cantar de la pajaritos y de la preciosa vista.
----¿Esto es lo que haces?----Aquel adolescente alzó la mirada lentamente para encontrarse con el mismísimo Diablo a un lado de aquel banco. ----¿Meterte en tus ilusos recipientes ? Digno de ti usarlos.
Jungkook. El arcángel más precioso, el más realista y pecador. El gran error. El Diablo. Ni siquiera lo miraba, también observaba el paisaje, pero más acostumbrado a verlo, y estaba bien, ya que el rey del inframundo llevaba bastante tiempo en la tierra, vigilando a cierto niño de cabello rubio.
---Quiero que sepas que Kim Seokjin estuvo totalmente de acuerdo con permitirme hospedarme en su cuerpo, y tendrá lo que merece.---Dijo el adolescente. Su voz es suave, no hay maldad, ni bondad. Solo es tranquila, pero neutra.
Jungkook finalmente lo observo.
----Estoy de acuerdo. Todos deberían de tener lo que se merecen.
El ceño del Seokjin se frunce levemente y ladea tan solo un poco su cabeza.
---¿Puedo preguntar desde cuando te importa que la gente obtenga lo que merece, si es que te refieres en algún sentido positivo?
----No se trata acerca de ningún sentido positivo, es sobre el sentido común. Los buenos deberían de obtener lo bueno, y los imbéciles deberían de obtener la mierda.
---¿Incluso si te gustaría que los buenos tuviesen lo malo, también?
Jungkook río seco mientras le sonreía de lado, arrogante.
---Tu eres el imbécil mayor.---Dijo.
Nunca le ha tenido miedo. Siempre lo había enfrentado, porque no podía matarlo. No podía. El Diablo vuelve la mirada al frente y suspiro, lentamente poniéndose serio al estar sumergiéndose en sus pensamientos.
---¿Que crees que debería suceder.---Dijo el adolescente, volviendo la vista al frente.
El silencio reino en el lugar por unos segundos.
---Jimin merece ser feliz, y se que es difícil de entenderlo, pero lo es conmigo.---Dijo. Y se oye tan simple, pero no lo era.
Más aún cuando sabe que el idiota que esta dentro del cuerpo del tal Kim Seokjin lo sabe todo, y no piensa decírselo.
---¿Y tu?---Observa al Diablo.----¿Eres feliz con Jimin?
Jungkook observo fijamente los ojos de aquel adolescente y lentamente comienza a fruncir el ceño antes de decir.
----No me vengas con esas estupideces.---El tal Seokjin miro al frente y río silenciosamente.---¿Desde cuando preguntas por mi felicidad?
----No me importa.---Contesto.---Sólo quería saber si eres tu siendo egoísta, o eres tu realmente preocupado por un humano.
Jungkook ríe secamente, alzando las cejas.
---¿Crees que todos los que habitan en la tierra piensan en los demás? La mayoría piensa en si mismo. ----Se defiende. Si, era egoísta, muchas veces. ¿Quién no lo era? Nuevamente el silencio reina por unos pocos segundos. ----Me importa su futuro. Su futuro es conmigo, tú y yo lo sabemos.
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Dancing with the Devil •Kookmin•
FantasiaEs 1967 y Jimin esta harto de ser aquel chiquillo religioso al cual todos molestan. Ya cansado de Dios fingiendo no oírle, decide tomar otras riendas a escondidas; ¿Qué tan mal podría irle si recurriera al Diablo? ¿Que tan rápido le oiría esté? Era...