𝙩𝙝𝙚 𝙘𝙖𝙤𝙨 𝙢𝙚𝙚𝙩𝙨 𝙩𝙝𝙚 𝙨𝙚𝙖

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EL SUEÑO ERA RARO, TAL VEZ ERA EL HECHO DE QUE PODÍA RESPIRAR EN LO PROFUNDO DEL MAR EL HECHO que la hizo darse cuenta de que era un sueño.

Eleanor se movió, incómoda con lo real que se sentía todo.

—Por fin nos conocemos — una voz se extiende por todos lados, se gira tratando de encontrar a quien había hablado —. Aún falta, espera por mí.

El escenario cambia y ahora está en una playa, una gran tormenta se forma, lo extraño era ver como parecía que el cielo pelease con el mar. Algo se prende en la cabeza de Eleanor y trata de despertarse, desesperada ante la realización.

Pero ahí aparece el águila y el caballo, la bruja abre los ojos y todo cambia, ella lo estaba forzando con sus poderes.

Ni la llama más brillante el destino podrá cambiar, El caos destinado está a conocer al mar, el destino cuelga de un hilo y solo se salvará o caerá ante las manos del retoño.

Eleanor despierta, exaltada. Se levanta y va a buscar un pergamino, escribe lo que había dicho la voz y luego se tapa la cara. Mira a sus compañeras, las cuales dormían plácidamente, decidió que se bañaria y comenzaría a investigar.

••••••

Apolo miraba fijamente a la castaña hasta que sintió un golpe en su cabeza, se gira indignado hasta que ve a su hermana.

—¡Auch! ¡¿Por qué fue eso?!

—Te estás desviando, se supone que esto es para que mi tío no llegue a ella — Artemisa se sienta junto a él, observándolo de una forma que al dios del sol le disgustó, pues se asemejaba a la de Atenea cuando sabía que tenía razón (siempre).

—Lo sé — murmura entre dientes, sobando el lugar donde le había golpeado la de ojos plata —. Es solo qué... Eleanor es perfecta..

—Eso dices de todas las personas con las que te lías, hermano.

—Es diferente esta vez — sus ojos se entristecen —, es... raro, la amo.

Artemisa guarda silencio por un breve momento, para luego soltar una risa.

—Es lo que dices cada vez, ¿que diferencia hay aquí con lo que pasó con todos la gente antes de ella? ninguna, así que sacala de tu cabeza y mejor piensa en qué decirle...

Artemisa es interrumpida por el sonido de olas, lo que era raro en un lago, el cielo se había nublado, lo que no era raro en Gran Bretaña, pero las nubes lucían raras.

—Tengo que hablar con ustedes — Apolo chilla ante la tercera voz. Eleanor se erguía ante ellos de una manera tenebrosa hasta para los dos que eran dioses.

—¡Ellie! — saluda el rubio algo incómodo, Eleanor alza una ceja y suspira.

—Sé los que son, basta ya de todo esto.

Artemisa y Apolo comparten una mirada asustada, Eleanor estaba por hablar cuando el agua toma la forma de una mano y agarra a la castaña. El dios del sol grita y trata de agarrarla pero ya no estaba.

Los dioses se miran preocupados y mágicamente cambian de locación. Ahora estaban frente al trono de su padre.

—¡¿Qué haces?! ¡Poseidón la tiene y tengo que ir por ella!

—Ya no tienes nada que hacer, fallaste en tu misión a pesar de la ayuda. Me has decepcionado una vez más, vete a tu carro o algo, no quiero verte.

Apolo aprieta los puños y se va de la Sala de Tronos, enfadado. Artemisa se disculpa con el Rey de los Dioses y también se va.

••••••

Elle gana conciencia en instantáneamente grita, estaba rodeada de peces.

—Tranquila, estás bien — ella chilla aún más al ver al adolescente con cola de pez. Él grita al escucharla gritar.

—Tritón, te dije que no molestases a la chica — una mujer bellísima aparece, sus ojos eran color loca y su cabello era negro, decorado con perlas. Elle creyó verle unos pequeños cuernos también. Su sonrisa amable fue lo que más cautivó a la morena —. Que bueno ver que despertaste, lamento el alboroto. Soy Anfítrite, Reina del Mar y esposa de Poseidón.

—Soy....

—Sé quién eres, cariño — la interrumpe, ahora su sonrisa no era tan amable, Elle sintió un escalofrío recorrerla. Esto no era como la Sirenita para nada.

—Anfítrite, Tritón.

Eleanor traga duro al ver a semejante hombre, por Merlín y Morgana, era jodidamente hermoso. Y claro que lo era, era un dios después de todo.

Anfítrite se inclina levemente, haciendo una reverencia. Poseidón tenía un cabello negro, ojos verde mar y una tez bronceada. Su sonrisa era lo más notable, debido a las arrugas que esta le dejaba. El hombre la mira fijamente y le sonríe aún más, Elle se siente desfallecer.

—Por fin te veo en persona, Eleanor. Eres más bella aún.

—Tengo 15 — chilla en pánico, Poseidón suelta una risa —. Bueno, en realidad 14 pero es lo mismo.

—No es lo que piensas, solo quería conocerte... — Elle hace una mueca.

—Creo entonces que aún tiene muy metida su tradición griega, porque lo que hizo se llama secuestro.

Poseidón ríe. De verdad que a Eleanor le parecía escalofriante.

—Estoy al tanto que sabes todo sobre nosotros, te he vigilado desde que mi hermano ha mandado a Apolo a matarte.

Cuando escucha lo último siente que su corazón se estruja, pensó que al menos Apolo era "bueno" en lo que cabía de la palabra.

—Me gustaría volver al castillo, no quiero... — no puede terminar de hablar debido al nudo que siente en su garganta, Anfítrite es quien se apiada de ella y chasquea los dedos.

Estaba en las profundidades del Lago, tratando de salir desesperadamente porque ahora no podía respirar bajo del agua. Mientras más subía a la superficie, más escuchaba la tormenta y los gritos.

—¡Eleanor! — Remus se había lanzado para agarrarla, la toma de la cintura y nada. La morena solo se deja llevar, ya sin fuerzas.

—¡Por Merlín! ¡¿Estás bien, cuantos dedos ves?! — grita Sirius cuando ya están en tierra.

James le da un zape —Eso es cuando te golpeas la cabeza, imbécil.

Sirius lo mira feo.

—Hay que llevarla a la enfermería.

𝘾𝘼𝙊𝙎 𝙒𝙄𝙏𝘾𝙃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora