LA FAVORITA

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-No grites, solo quiero hablar. Te voy a soltar y me gustaría que no hagas un escándalo, ¿Tenemos un trato?

*¿Por qué demonios querría tener un trato con un psicópata y un acosador que entra por la ventana?* Pensé, pero en cambio, me limité a asentir, *Si quisiera haberme matado, ya lo habría hecho.*

-Bien, así me gusta, obediente.- Susurró mientras que aflojaba su agarre de mi boca, pero la mano que me sostenía por la cintura seguía tan firme como al principio.

-¿Qué quieres?- Solté bruscamente.

-¿Por qué tan fría, Bridget? Solo quiero hablar como dos personas normales.- Comentó sarcásticamente, mi "acosador".

-Pues, para empezar, una persona normal no trepa muros, no salta por la ventana, ni mucho menos acorrala a otra persona, ahora dime tú, ¿Tengo motivos suficientes para ser fría? ¿Sí o no?

-Basta, tengo paciencia, pero no es eterna, siéntate.- Ordenó.

-Oblígame.- Respondí con el mismo tono desafiante.

-A si que tienes agallas.- Con un movimiento rápido, pero muy poco brusco, me hizo sentarme sobre el colchón. 

*Es demasiado rápido para que sea normal, ¿Cuál será su poder?*  

-Veo que estás mejor, ¿Cómo está tu cabeza?- Volvió a cuestionar.

-¿Mi qué?- Esa pregunta me desconcertó demasiado. 

Me esperaba algo más así como, "o vienes conmigo por las buenas, o vendrás por las malas" pero, me preguntó si estaba bien.... *¡¡¡NO BRIDGET, NO SEAS TAN BENEVOLENTE CON UN ESTÚPIDO PSICÓPATA!!!* Me grité a mi misma en un intento de sacarme de la ensoñación que éste ser me provocaba, y lo logré. 

-¿A  qué vienes?- Repliqué.

-Cómo que a qué vengo, yo te traje con tus amigos, ¿Y no soy capaz de saber si la Princesa está bien? Qué irónico la verdad...

-¿Qué hiciste qué?- Chillé.

-Por todos los ángeles y demonios, que eres sorda o es que eres estúpida.- Soltó irritado Cox. 

-Ey, a mi no me llames estúpida, ¿Me oíste?- Dije enfadada.

-¿Me oyes tú a mí?

-¡Que estoy bien! Si eso es todo, ya te puedes ir.

-¿No quieres saber cómo te traje? ¿Si corro algún peligro por haberte sacado de aquella pocilga? 

-Mira, si te soy sincera, me importa un bledo lo que te pase a ti, y poco me importa saber el cómo volví a casa, solo estoy feliz ahora, y me gustaría que no arruines eso, por favor.- Comenté todo eso con un tono irritado y con mucho enfado.

 Luego de decir todo eso, caí en la cuenta de que fui la persona más egocéntrica que existió en el mundo, y ver el impacto que tuvieron aquellas palabras en Lenard, hicieron que mi corazón se hundiese en mi pecho.

Al pasar por su rostro una serie de emociones indescifrables, y que al parecer no era común en él, se puso de pie y comenzó a caminar hacia la ventana, por donde había entrado minutos antes, sin despedirse ni mucho menos mirarme. 

*¿Qué hiciste Bridget?* Me cuestioné mientras me ponía frente a él posando ambas manos en su esculpido pecho, intentando impedir lo inevitable. 

-Oye, l-lo siento, no quise decir eso, n-no... Oye, escúchame, sí quiero saber cómo llegué aquí, ¿Te vieron ? ¿T-te van a m-matar por haberme sacado de allí? ¿C-cómo estás tú? ¿Te lastimaste? ¿Cómo me encontraste? No me ignores, por favor.- Solté todas esas palabras muy rápidamente, y al pronunciar aquella última frase, no pude evitarlo y colapsé sobre el, permitiéndome derramar algunas lágrimas que había estado conteniendo.

Buscando la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora