Favores Diminutos, Problemas Gigantes...

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-Bueno, ahora que no tengo más preguntas, debo pedirles un favor diminuto.- Dije, subiendo las escaleras. Entré a mi habitación, tomé la nota y bajé nuevamente.

-Me gustaría que hagamos esto a mi manera.- Mencioné con seriedad en mi voz.

-Esto me da una impresión extraña.- Comentó Jake.

-Tengo que ir a ésta dirección, pero necesito ir sola. Me gustaría que, de alguna forma, alguno de ustedes estuviese allí.- Hablé mientras sostenía el trozo de papel en mi mano para que lo vieran.

-¿Quién estará ahí y por qué tienes que ir sola?- Inquirió de manera brusca Kai, mostrándose a la defensiva.

-Porque siento que me quiere hablar de algo importante y si hay mucha gente creo que no me dirá nada.- Respondí.

-¿Con quién estarás?- Consultó de manera más amable Carl.

-Con Lenard.

-¿Estás loca?- Chillaron todos al unísono, me sorprendió tanto su reacción que me hizo dar un paso hacia atrás del susto.

-Sabía que no era buena idea contárselo, iré yo sola.- Comenté, simulando enfado y volteándome haciendo un ademan de subir nuevamente, con la esperanza de obtener una respuesta afirmativa. 

-Espera Bridget.- Suspiró Sven. -Cuéntanos tu plan y trataremos de ayudarte.

Al oír esa respuesta me vi obligada a disimular la sonrisa que se paseaba por mi rostro. Me senté al rededor de la mesa nuevamente, con una expresión de seriedad que me costó mantener.

-Pues, hasta ahora no tengo ningún plan, solo sobrevivir.- Confesé.

-Pues, a mí se me acaba de ocurrir uno.- Respondió Clarissa.

-Te oímos, señorita estratega.- La interrumpió Thomas.

-¿Qué?

-Bridget... Soy la mayor estratega del reino, y quien planea tus cuidados desde tus siete años, yo tendría ocho en ese entonces.- Explicó ella. -Pero no nos desviemos del tema que se me escapan las ideas, Mat, ¿Me puedes alcanzar un lápiz holográfico y la pantalla? Por favor.

Por la forma en la que Clarissa le pidió los objetos a Mat pude notar algo extraño entre ellos. 

*Un romance está surgiendo*, pensé para mis adentros con una sonrisa.

-Creo que Carl podría ir y dejarte en ésta calle y bajar, podrías llevar...

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Y así pasamos el resto de la tarde, haciendo el resto de los preparativos para que al día siguiente, a las 17:57 pueda ir a esa dirección lo más segura posible, la misma ubicación que produjo una serie de acontecimiento que me llevaron a perder mi memoria y a poner el mundo que conocía de cabeza.

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A mi me hubiese gustado ir más temprano, pero según los chicos, aquellos números significaban algún tipo de codificación que yo desconocía, e indicaban la hora 17:57. Por lo que, sin reprochar nada, esperé muy ansiosa esa hora.

-¿Estás lista Bridget?- Consultó Noah, adentrándose en mi habitación y situando sus manos en mis hombros cubiertos por la chaqueta de  jeans que llevaba, mientras yo lo miraba través del espejo, donde segundos antes me observaba con detenimiento, buscando algo con lo que pudiera usar de arma y esconderlo en mi ropa.

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