Hopeful | Legacies FanFic

Capítulo 1 - Sin retorno

En su búsqueda de aliados, Hope salió en busca de alguien que bien conocía lo que podía hacer alguien poderoso.

Como Lizzie se había deshecho del vínculo que las unía, no le quedaba más que ir en busca de un viejo enemigo. Alguien que una vez había querido destruirla, pero no lo había logrado. Alguien que si era bien motivado, podía serle útil.

Caminó por los suburbios donde lo había visto por última vez cuando fueron a una interesante misión. Llegó a la casa en la cual vivía con esa mujer. Había olvidado el nombre, pero no era relevante.

Tocó un par de veces la puerta, y esperó, paciente.

—¡Enseguida voy! —dijo una voz femenina desde el otro lado.

Hope olfateó. Estaba segura de que la mujer preparaba una tarta de zanahoria.

La puerta se abrió, y al verla, la sonrisa de la mujer cayó.

—Eres Hope —dijo en un tono que era mitad pregunta y mitad afirmación—. Ryan no está aquí. Ya no.

Hope la miró atentamente. La mujer parecía a punto de echarse a llorar. No estaba mintiendo.

—¿Dónde lo encuentro?

—Tengo su número, por si te sirve —dijo y una lágrima se escapó de su ojo—. Enseguida vuelvo.

La mujer volvió a meterse en la casa y al cabo de unos minutos volvió con un papel donde había escrito el número. Se lo entregó. Pero Hope no podía irse sin saber qué había pasado. Le daba curiosidad el motivo por el que Clarke había arruinado su perfecta y normal nueva vida humana.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Hope. No necesitaba usar la hipnosis, estaba segura de que la mujer se lo diría todo.

En ese momento, rompió en llanto. Hope no hizo más que poner los ojos en blanco. ¿Tanto había querido a Clarke? Se habían conocido en solo unos días.

—Quería un propósito, algo que de verdad le gustara. Dijo que se sintió inspirado por alguien —respondió mientras se limpiaba las lágrimas con un pañuelo—. Temo que esté con otra mujer.

Hope sonrió genuinamente. Sabía que Clarke recapacitaría. Una vida tan aburrida no era digna de aquel chico que una vez había jurado matarla.

—Lo lamento. Debió ser terrible para ti —comentó y empezó a descender por las escaleras—. Ya encontrarás a alguien más.

Sin más, Hope se alejó. Se dirigió a un parque cercano y se dispuso a llamar al número que ¿Trudie? le había dado. El teléfono sonó un par de veces. La joven estaba por perder la paciencia cuando alguien atendió.

—¿Hola? —preguntó la voz de Clarke. Hope sonrió—. Trudie, si eres tú otra vez... no puedo volver.

—Santo cielo, Clarke. Cualquiera diría que no tienes corazón —dijo Hope, divertida.

Se hizo un silencio. Pero Clarke no colgó. No se atrevía a hacerlo.

—¿Clarke? Háblame. Sé que quieres hacerlo.

Un suspiro del otro lado de la línea.

—¿Qué quieres, Hope? ¿Aún no recuperas tu humanidad? —preguntó en un tono frío.

Hope soltó una pequeña risa. Le divertía que Clarke se pusiera nervioso.

—No. No la he recuperado —respondió—. Pero eso no es lo importante. ¿En dónde estás?

—¿Por qué te lo diría? ¿Para que me lleves a otra misión suicida? No, gracias.

Hope negó con la cabeza. Clarke no se estaba comportando bien con ella.