Hopeful | Legacies FanFic

Capitulo 14 - Desafío

Poco después del encuentro con Hope, Lizzie viajó a Europa para dar con su madre. Estaba segura de que ella lograría ablandar el corazón oscurecido de Josie.

En solo dos días, Lizzie estaba de vuelta en la escuela con Caroline. Alaric la recibió con los brazos abiertos. Hacía un par de años que no la veía cara a cara.

—Bueno, ¿se puede saber por qué se han descontrolado tanto las cosas en mi ausencia? —fue lo primero que preguntó Caroline en cuanto saludó a todos.

Alaric alzó ambas manos, intentando no parecer tan culpable.

—Lo siento. Pero hemos tenido encuentros con dioses. Eso no es fácil de lidiar —se excusó.

Caroline alzó sus cejas y luego asintió, más comprensiva.

—Ya veo —dijo y sacudió la cabeza—. Ojalá Bonnie hubiese podido ayudarnos. Pero está intentando mantener a raya un aquelarre.

Lizzie unió su brazo al de su madre.

—Lo importante es que tú estás aquí —mencionó, emocionada—. Debemos encontrar a Josie y que te vea.

Clarke, que había estado sentado en un sillón sin hablar, miró a Lizzie.

—Deberías intentar encontrar a Hope como hiciste la primera vez —propuso.

En ese momento, Lizzie y Caroline lo miraron, la primera con molestia y la segunda con curiosidad.

—Hola. ¿Quién eres? —preguntó Caroline y extendió su mano con una sonrisa.

Clarke se aclaró la garganta y se levantó.

—Hola, señora... ¿Salvatore? —Lizzie asintió y puso los ojos en blanco—. Soy Ryan Clarke.

Ambos estrecharon sus manos. Entonces Caroline abrió sus ojos como platos y le dio una fuerte bofetada a Clarke. Alaric rápidamente lo ayudó a levantarse a la vez que Lizzie soltaba una sonora carcajada y chocaba los cinco con su madre.

—Eso fue por hacer sufrir a mis hijas y a Hope —soltó Caroline.

—¿Estás bien? —preguntó Alaric.

Clarke asintió a la vez que abría y cerraba la boca para comprobar que no le hubiese roto la mandíbula, aunque sí escupió algo de sangre.

—Tan encantadora como sus hijas —dijo Clarke con una sonrisa forzada y volvió a recluirse a unos asientos más alejados.

Lizzie soltó un suspiro con una expresión más feliz.

—¡Bien! Ahora que estamos al día, voy a ir a rastrear a Hope —dijo y se fue corriendo por el pasillo hacia la habitación.

—Debería ir con ella —mencionó Clarke y empezó a levantarse, pero al ver la mirada fulminante que le lanzó Caroline, volvió a sentarse—. O mejor espero aquí.

Caroline asintió, satisfecha.

—Caroline... ya no es quien era —dijo Alaric con voz tranquilizadora—. Se está reformando. De hecho, es humano.

Clarke esbozó una leve sonrisa y Caroline lo miró con una ceja alzada.

—¿Reformado? Intentó matar a Hope en más de una ocasión —soltó, indignada.

En ese momento, Clarke pensó que Lizzie y su madre se parecían más de lo que había imaginado.

Alaric soltó una pequeña risa.

—¿No te recuerda a alguien? —preguntó y le lanzó una mirada cómplice.

Clarke frunció el ceño y Caroline abrió los ojos como platos.