El canguro

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Al día siguiente, eran las 5 de la tarde, y Bonnie estubo toda la mañana dándome la lata con que le enseñe en traje de haloween, pero yo le decía "Mañana por la tarde lo verás" y cada vez estaba más impaciente, pero los días se pasan rápido, así que no pasaría nada. De repente, mientras estaba discutiendo con Bonnie, Buzz abre la puerta.

(Buzz)- ¿Mal momento?

(Bonnie)- ¡SI!

(Stu)- No, venga dime.

(Buzz)- Eh, vamos a componer otra canción, ¿Te vienes?

(Stu)- Eh...

Y ahí miré a Bonnie, no la podía dejar sola, así que tube una idea.

(Stu)- Haber, espera un momento.

Entonces cogí a Bonnie del brazo y me la llevé a la tienda de regalos.

(Griff)- ¿Que pasa ahora?

(Stu)- Mira, necesito que me hagáis un favor.

(Griff)- ¿A cambio de qué?

(Stu)- Os he salvado la vida, gracias a mis ideas podéis comer. Venga, eh, necesito que me cuidéis a la chiquilla.

(Bonnie)- ¿Perdona? ¿Osea, te vas a ir con unos punkies y me vas a dejar a mi aquí?

(Stu)- Si, yo no te puedo cuidar. Y dile a Edgar que no te enseñe cosas satánicas.

(Griff)- Pues la voy a dejar a cargo de Edgar.

(Stu)- Y no le hagáis nada malo. Venga, solo una hora, chao.

(Bonnie)- ¡Eh, oye! ¡No quiero aprender cosas satánicas! ¡JOPETAS!

Entonces me fué sin escuchar ninguna de las palabras de Bonnie.

(Griff)- ¡Edgar, ven aquí!

(Bonnie)- Esto va a ser el infierno.

(Edgar)- ¿Que pasa viejo?

(Griff)- No me llames viejo. Eh, vas a tener que cuidar a la enana por una hora.

(Bonnie)- ¿¡Como que enana!? ¿A que te pego?

(Edgar)- Ah, bueno, ¿Solo una hora? Mejor... Pues vale.

(Bonnie)- ¡Eh, tu, vigotudo!

(Griff)- La niña tiene carácter, ¿Eh?

Entonces Bonnie se dirige a Griff bruscamente, y se le sube a la cabeza, entonces le roba su frasco de las propinas, y se va con Edgar rápidamente.

(Griff)- ¡Oye, no me lo robes!

(Bonnie)- CORRE EDGAR, CORRE.

Así que Edgar le saca la lengua a Griff y se va corriendo a donde duerme el, y se encierra.

(Bonnie)- ¿A ti te cae bien?

(Edgar)- No. Y bueno, ¿Que vas a hacer ahora? Yo no te voy a hacer caso.

(Bonnie)- Oye, tu cuarto es un poco raro.

(Edgar)- Lo se. ¿Y qué? ¿Te da miedo?

(Bonnie)- Mmmm, ¿No?

(Edgar)- Mira, si quieres juega con todos esos peluches de ahí, me los regala Griff porque nadie los compra.

(Bonnie)- ¿Y donde está la loca?

(Edgar)- ¿Colette? Hace semanas otra loca le cortó el brazo. ¿Que acaso quieres ver su cuarto? Te va a dar más miedo que este.

(Bonnie)- Vale, prefiero los peluches...

Entonces Bonnie puso cara de traumatizada, y cogió todos los peluches, haciéndose una orda, por una parte estaban los supervillanos y por la otra estaban los superhéroes, y empezó a jugar con ellos.

(Edgar)- ¿No puedes ser más original jugando a eso?

(Bonnie)- ¿Por?

(Edgar)- No se, podrías hacer una historia que no sea de buenos y malos, por ejemplo, eh... ¿Alguien que muere y van a su entierro?

(Bonnie)- No voy a hacer eso, no soy un emo perbertido.

(Edgar)- ¿Me has llamado emo perbertido?

(Bonnie)- ¿Que? No...

(Edgar)- Hay, muchas gracias, que alago.

(Bonnie)- ¿Por?

(Edgar)- Porque todo el mundo piensa que tengo depresión, o algo parecido a lo que tiene Stu, pero en realidad solo soy emo.

(Bonnie)- Espera, ¿Como que algo parecido a lo que tiene Stu?

(Edgar)- Eh... ¿He hablado demasiado, no?

(Bonnie)- ¡Cuentame!

(Edgar)- No voy a decir nada.

(Bonnie)- ¿Traumas? ¿Terapias? ¿¡DEPRESIÓN!?

(Edgar)- Mira que me tocas los huevos, no voy a decir nada.

Así que Bonnie se dirige hacia un papel enorme en el suelo donde estaba dibujado un circulo satanico, entonces Bonnie lo coge y hace como que lo va a partir por la mitad.

(Bonnie)- ¿Quieres que lo rompa?

(Edgar)- Puedo hacer otro.

(Bonnie)- Mecachis...

Entonces Bonnie probó con un poster que era exclusivo donde ponía una foto de un cantante famoso, y su firma.

(Bonnie)- ¿Te rompo esto?

(Edgar)- Eh, eh, estate quieta, no lo rompas.

(Bonnie)- ¿Que dices? ¿Que lo rompa?

(Edgar)- Estate quieta, no quiero problemas.

(Bonnie)- Si no me lo dices, lo rompo.

(Edgar)- Vale, vale, pero sueltalo.

Bonnie lo deja en la pared, quieto, y se sienta al lado de Edgar, pero rápidamente Edgar le coge de los brazos, y le dice:

(Edgar)- ¿Tan fácil es mentirte? Tienes que madurar, nena.

Bonnie no se rendía, estaba haciendo mucha fuerza para soltarse, pero no podía.

(Bonnie)- ¡Sueltame! ¡Cuentame todo!

(Edgar)- La próxima vez que creas que te vayan a engañar, no hagas caso de nada, sigue a lo tullo, lo digo por experiencia propia con Colette.

(Bonnie)- ¡Que malo que eres!

(Edgar)- ¿Que quieres cosas peores?

(Bonnie)- ¿Y voy a estar así una hora? ¡Se lo diré a Stu!

(Edgar)- Ah, mierda, que ese tio sigue existiendo... Vale, no te voy a contar nada, pero tu no me rompas nada.

(Bonnie)- ¿No me vas a contar nada?

(Edgar)- Te cuento lo que quieras, menos sobre ese tema, pero tu no me rompas nada.

(Bonnie)- Vale, pero sueltame.

(Edgar)- Si rompes algo, te juro que... eh... ¿No te doy los peluches?

(Bonnie)- ¡SUELTAME YA!

Así que Edgar suelta a Bonnie, y Bonnie corriendo se va hacia el cartel exclusivo y hace como que lo rompe, no le interesaban mucho los peluches.

(Edgar)- ¡Me habías dicho que no harías eso!

(Bonnie)- La próxima vez que creas que te vayan a engañar, no hagas caso de nada, sigue a lo tullo, lo digo por experiencia propia contigo.

(Edgar)- Mira, ¿No tienes padres? ¿A que te mando a un orfanato? Te portas fatal.

Entonces Bonnie se asusta mucho, se queda un rato parada, porque le llegaron a la cabeza miles de recuerdos, y lentamente va dejando el cartel, pero acto seguido, se va llorando del cuarto de Edgar.


(Edgar)- ¿Tan mal te ha sentado? Llorica...

La vida de Stu (LVDS T1) (Brawl Stars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora