Dedos goteando (TRADUCCION)

capítulo 29

Los pasos de Voldemort apenas hacen ruido cuando sus pies descalzos se presionan contra los fríos pisos de mármol de Malfoy Manor. Las túnicas negras ondean alrededor de su forma delgada, las sombras se despliegan y se despliegan a medida que avanza. Junto a él, la familia Malfoy está pálida y, sin embargo, se ve tan dolorosamente humana.

Voldemort se detiene en una gran sala, mirando una enorme pintura de pavos reales albinos retozando en un paraíso invernal.

"Qué escena tan deliciosa", señala. "¿Harry Potter es el pintor?"

Lucius Malfoy traga y agarra su bastón con los nudillos blancos. "Si mi señor."

"Quémalo." La orden se dice sin tono.

"Mi Señor, la pieza no tiene precio, es la primera pintura que Potter vendió..." dice Narcissa. Draco cierra los ojos y retrocede como si esperara un golpe.

Voldemort inclina la cabeza. "Harry Potter estará muerto antes de que pasen dos veranos. Tengo la intención de borrarlo por completo de la historia. Que te aferres a la obra de alguien que dejará de existir... me hace dudar de tu lealtad."

Narcissa se hunde en una graciosa media reverencia. "Perdóname, mi Señor. Simplemente me sentí abrumado por un momento".

Voldemort se lame los labios, una lengua serpentina sale y saborea el aire. "Supuse. Quémalo tú mismo, Lucius, o encerraré a toda tu familia dentro de esta casa y los dejaré a todos en llamas junto con ella.

Draco tiembla y Voldemort disfruta ver a un príncipe de sangre pura tan destrozado y humillado.

Lucius levanta una mano temblorosa. "Incendio", murmura.

La pintura inmediatamente se enciende en una esquina. Las llamas lamen el lienzo, consumiendo y quemando el paisaje hasta que solo quedan cenizas. Narcissa se tapa los oídos mientras los pavos reales gritan mientras son envueltos en fuego. El olor a carne podrida y madera quemada impregna la habitación.

La pared de mármol está cubierta de marcas de quemaduras.

Voldemort pone una mano sobre la cabeza de Lucius en un gesto que imita groseramente el afecto paternal. "Bien hecho, Lucio. Pero te das cuenta de que mi ira lo abarca todo. Me has fallado. Este es el comienzo." Voldemort fija su mirada carmesí en Draco y lame sus labios una vez más.

***

Harry se está ahogando. Siente el agua entrando en sus pulmones, quemando un frío helado, con cada inhalación. Da patadas, pero está muy oscuro. Ya no sabe dónde está la superficie. Se hunde imposiblemente más profundo, más y más, congelado hasta los huesos mientras las burbujas de su propio aliento rozan sus costados. Intenta gritar para que alguien sepa, cualquiera sepa, que se está muriendo aquí, en esta oscuridad, completamente solo, pero todo lo que consigue es otra bocanada de agua de mar salada.

"¡HARRY!"

Alguien lo está llamando pero están muy lejos. No importa lo que haga Harry, no sobrevivirá a esto. Se queda cojo.

"Harry, estás bien, estás bien".

Hace más calor ahora, nota Harry. Caliente casi.

Él puede respirar.

Con una ligera sensación de pánico, Harry se da cuenta de que tiene los ojos cerrados. Los abre mientras su corazón late demasiado rápido en su pecho.

Le toma un momento orientarse. Está oscuro, eso es cierto. Y está mojado. Pero no se está ahogando como había temido. Su cabeza está apoyada en el regazo de Tom. Tom está apartando el cabello de Harry de su frente y tirando suavemente de suaves mechones de cabello.