Capitulo 11 | Un Dia Normal

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Habían pasado un par de días desde el incidente de Eren en el experimento y aunque Petra aun sentía un leve ardor en su mano por la mordida en su mano lo afrontaba con orgullo y sin vacilación como una forma de darle su apoyo al chico de 15 años que estaba pasando por todo esto. Mientras caminaba por los pasillos de ese enorme castillo sus pensamientos se fueron hacia la chica más joven, Rayzel Walls.

Sabía muy poco de ella y si bien ha intentado establecer comunicación con ella de manera amistosa parece ser como si ella quisiera mantener su distancia cosa que no lograba entender del todo, había oído que los que venían de Dorie era cerrados con sus cosas o no muy habladores, pero esperaba que en lo que quedaba del mes antes de la exploración pudiera establecer con ella una relación más amena ya que al ella estar aquí no se sentía tan sola por ser la única chica.

Por eso se le ocurrió despertarse más temprano para que ella le ayudara a hacer el desayuno para el resto, como una forma convivencia ¿Quién no se pone feliz con comida?

—¡Rayzel! ¿Estas despierta? —pregunto tocando la puerta de la muchacha—

Espero unos minutos, pero no escucho nada ¿Sera que no la escucho no estaba dentro?

—¿Rayzel? ¿Estás ahí?

¡S-sí, estoy aquí! ¿Qué pasa?

Petra parpadeo un poco, su voz sonó un poco agitada y no como la voz de una persona que no se acabara de despertar, le daba impresión de que no estaba bien por lo que se preocupó un poco de que algo pasara con ella.

—¿E-estas bien? Te oyes un po-!

¡Si, estoy bien! ¿Qué quieres?

Petra se exalto un poco ante la brusquedad de la respuesta de la muchacha ya que de lo poco que había conversado con ella además de oírla hablar jamás había respondido así, pero rápidamente se recompuso y siguió hablando.

—Oh...está bien...Quería preguntarte ¿Si quieres ayudarme a hacer el desayuno? Ya sabes, para que puedas asegurarte que está bien para Eren y...eso —se rio un poco avergonzada por semejante excusa tan mala que se le ocurrió —

...Está bien, bajo en un momento ¡Nos vemos en la cocina!

—¡Muy bien, nos vemos ahí! Imagino que tienes que prepararte ¡No te tardes! —grito Petra nuevamente, feliz de que la chica aceptara su propuesta —

Sin más que decir se alejó de la puerta para caminar a la cocina del castillo dejando que la chica hiciera lo que necesitara para que fuera ayudarla con él desayuno de hoy. Mientras que, en el interior de la habitación que estaba en completa oscuridad ya que la única ventana estaba cerrada en la cama se encontraba un cuerpo hecho bolita con las sábanas donde la joven estaba temblando, conteniendo su voz lo mejor que podia mientras abrazaba la única almohada con la que contaba.

Tenía tantas ganas de gritar ahora mismo...

...Maldita sea...

Maldita sea

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Esclavos | En EmisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora