Capitulo 46 | Un Pronto Amanecer

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Escuchaba voces muy lejanas ¿Se había quedado inconsciente? No lo sabía con certeza salvo que el costado izquierdo de su cuerpo le dolía horrores, la pelea contra Kenny hizo que sus costillas se rompieran aún más, si es que eso era posible todavía y una parte de ella pensó que incluso tenía clavados esos mismos huesos rotos en su pulmón, de ahí su dolor al respirar, pero se negó a caer completamente en la inconsciencia, aun no podía hacerlo...se hizo una promesa así misma y la iba a cumplir.

—FlashBack—

Recordaba ese día...esa última noche que fueron una familia.

¡Déjame, yo lo hago!

¿Por qué comiste tanto dulce? Te dolerá el estomago

Si había algo que caracterizaba a los más pequeños era que Rayzel es un huracán que siempre logra convencer a Eider de hacer maldades como estas, usualmente para molestar a Bernal o Jairo que pueden perder los estribos fácilmente pero el robar algo tan dulce para comérselo ella sola al punto de darle dolor de estómago era algo nuevo.

—›¡AJA!‹—exclamo Bernal entrando al cuarto de forma acusatoria—

¡AAAAAAAAAAAAAAAAH!

—›¡Ustedes, par de ladrones rastreros!‹—grito Bernal abalándose sobre los más pequeños—

Adara, Jairo, Katia y Ofelia solo asomaron la cabeza mientras que Bernal pellizcaba las mejillas de ambos niños con fuerza mientras exigía a gritos una explicación dejando a los infantes con mucho dolor y ganas de pelear ya que le contestaban de igual manera con gritos.

—›¿Cuánto le tomara a Ray darle una patada en las pelotas?‹—pregunto Jairo arqueando la ceja—

—›Lo sabremos en 3‹—dijo Adara haciendo el numero con sus dedos—

—›...2‹—dijo Katia haciendo lo mismo—

—›...1‹—dijo Ofelia—

¡YA DEJA DE JALARME HERMANO IDIOTA!

¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

Adara solo dejo escapar un suspiro al ver a su hermano tirado en el suelo agarrándose la entrepierna con Rayzel encima de él jalándole el cabello con fuerza como las riendas de un caballo mientras que Eider no decía nada, pero se le veía muy satisfecho.

—›Muy bien, suficiente‹—dijo Adara entrando en la habitación haciendo que todos se detuvieran—›Rayzel, tú y yo hablamos afuera ahora‹

La niña estuvo a punto de protestar, pero al ver la mirada de su hermana se contuvo y solo hizo caso mientras que Eider le mandaba una señal deseándole buena suerte antes de salir las dos de ese cuarto y caminar por el exterior de la mano en la oscuridad de la noche que solo era iluminada por la tenue luz de la luna, la más pequeña solo miraba al piso sin decir una sola palabra mientras que Adara miraba al frente hasta que se dignó a mirar a su hermanita.

—›Ray ¿Por qué hiciste eso?‹—pregunto Adara en un tono duro, pero al mismo tiempo amable—›Tú sabes que, aunque te causes un dolor de estómago tenemos que ir si o si al Muro Shina a trabajar‹

La pequeña solo bajo aún más cabeza y deteniendo su paso abruptamente, Adara se quedó quieta mientras aun sostenía su pequeña mano notando que estaba temblando mucho, y no era por el frio de la noche.

Esclavos | En EmisiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora