Capítulo 1

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    Jennie iba a empezar el segundo año de secundaria en un instituto nuevo,
había tenido que cambiar de país y deseaba con todas sus fuerzas poder
hacer amigos, ya que no sabía que esperar de EE.UU .Peinó su cabello como acto nervioso, sentía sus manos bañadas en sudor al entrar a su nueva aula. Habían muchos chicos y chicas que parecían conocerse entre ellos, comenzaba a sentirse muy nerviosa.
Eso,hasta que logró visualizar una cabellera rojiza al final de la clase.
Se trataba de una chica bastante bonita, estaba sentada sola y parecía casi
tan perdida como ella, así que se armó de valor y se acercó a su mesa.

   -¿Está ocupada? -preguntó tímida.
La chica la miró con una sonrisa tierna, que hizo que Jennie se relajara al
instante.

   -No, pero puedes sentarte. ¿Cómo te llamas? -preguntó mientras Jennie
tomaba asiento a su lado.
 
   -Jennie Kim soy de Corea.

   -Encantada, soy Minatozaki Sana de Japón

Por alguna razón, no ser la única extranjera le relajó. Los estudiantes iban entrando a la clase, todos parecían extraños para Jennie.Ella no era tímida, cuando cogía confianza con una persona era imposible callar, pero le costaba socializar de primeras.Ambas estuvieron un buen rato conversando sobre sus vacaciones y sus planes para este año.
Jennie estaba bastante entretenida con Sana, hasta que escuchó unas risas.
Por la puerta entraron dos chicas,una castaña y la otra pelinegra Ambas vestían con camisetas de marca, casi parecían hermanas. Sin embargo,quien capturó la atención de Jennie fue la castaña .Lograba emanar una energía extraña mientras reía por algo que le había dicho la otra chica. Jennie estuvo un buen rato mirando a la misteriosa chica hasta que sus ojos se encontraron. La castaña perdió ligeramente su sonrisa,haciendo que Jennie apartara rápidamente la vista.

    -¿Las conoces? -preguntó Sana, mirando a las dos chicas que acababan
de entrar- Son muy populares -dijo con un sentimiento de amargura que
Jennie no logró descifrar

    -N-no, me he confundido.
A los pocos minutos llegó el profesor, que comenzó a dar un pequeño
discurso y les indicó que por orden de lista deberían ir al centro de la clase
y presentarse.Jennie no quería hacerlo, siempre le entraban los nervios al hablar en público. Por suerte, se encontraba una de las últimas y tardarían bastante
en llegar a ella. Los chicos fueron pasando y le tocó a Sana, que también
parecía un poco tímida.A pesar de su actitud vergonzosa, logró que más de media clase sonriera por su dulzura.
Comenzó a pintar garabatos en la libreta para distraerse. Estaba entretenida, hasta que llamaron a la castaña de sonrisa pícara. Se veía bonita
con su falda rosita y su top blanco. Caminaba con seguridad y mostraba una sonrisa coqueta. Cuando llegó al centro de la clase, paró frente a todos y
mostró una sonrisa confiada.

    -Soy Lalisa Manoban. -sonrío y Jen volvió a quedarse pasmada con su sonrisa.Esa chica era realmente atractiva.De pronto sus miradas volvieron a encontrarse y de nuevo fue Jennie la que agachó la cabeza rápidamente. ¿Qué demonios estaba
haciendo? No le importaba en absoluto como se llamara esa chica ni si tenía
una sonrisa bonita.Después de un rato llegó su turno. Se levantó silenciosamente y fue hacia el frente de la clase con lo más rápido que pudo. Algunos empezaron a
murmurar, seguro que solo les sorprendía ver una cara nueva, pero Jennie se puso en lo peor y sus mejillas se sonrojaron.

    -Me lla-llamo... -fue una mala idea subir la cabeza, ya que se encontró
con los ojos miel de esa tal Lalisa mirándola fijamente, tenía un lápiz entre
sus labios y lo mordía con una sonrisa, gesto suficiente para hacer que la
castaña se quedara en blanco.

    -¿Sabe inglés? -preguntó un chico de la primera fila, lo que provocó
que todos se rieran.

    -Sí... Yo-o soy Je-Jennie -dijo entre balbuceos, haciendo que las risas
aumentaran- Kim Jennie.Con la cara roja y las piernas temblorosas volvió a su sitio, tenía una horrible sensación. Escondió su rostro entre sus brazos y notó la mano de Sana en su cabeza

    -No ha estado tan mal -dijo la peliroja, intentando animarla.Jennie la miró a través de su brazos con el ceño fruncido y Sana no pudo evitar una sonrisa divertida, lo que provocó que las dos estallaran en una risa silenciosa.Después de dos horas terriblemente aburridas, tocó cambiar de clase.Jennie recogía sus libros apresuradamente, mientras miraba el horario de clases una y otra vez para no equivocarse.

    -Date prisa -dijo Sana desde la puerta.

    -Espérame! -le pidió, siguiéndola. No se sentía muy segura caminando sola por los pasillos.Sintió que alguien la empujaba por el hombro y se le cayeron todos los libros. Era una chica de cabello negro de la cual no recordaba su nombre.

    -Ay, perdón. No te había visto -mintió con mirada burlona, Jennie la miró
mal y comenzó a recoger sus libros en silencio.A su lado pasó otro chico, que pateó una de las libretas del suelo.

    -Recoje tus cosas, tartamuda. -dijo con una sonrisa amarga.Jennie frunció el ceño y levantó la cabeza, para encontrarse con la mirada
divertida de Lalisa.

    -No sean tan malos con la nueva, chicos. Rous, te has pasado -dijo con
un tono de burla.La chica se estaba burlando de ella sin ningún disimulo y Jennie no sabía como reaccionar. Hace cinco minutos habría jurado que una persona con esa carita no sería capaz de matar a una mosca. Ahora sin embargo, la miraba desafiante desde arriba, rodeada de una especie de séquito. Jennie se sintió imbécil por haber pensado que era una chica bonita.Como pudo, recogió sus cosas y salió de la clase, intentando pensar que Lisa y sus estúpidos amigos solo habían hecho eso por ser la nueva y que se olvidarían de ella en cuanto pasaran unos días.
Jennie se equivocaba.

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