Capitulo 23

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  Septiembre.

   Un largo verano, tres meses en los cuales se había divertido con sus amigas. Irene y Jisoo invitaron a Jennie y Sana a pasar unas semanas a Corea,
lo que había hecho que su amistad se uniera más.

  Jennie todavía se reía al recordar el acento de Sana al intentar hablar el idioma.

  Pero por supuesto, no todo había sido perfecto, Lisa había irrumpido los pensamientos de la neozelandesa con frecuencia.

   Jennie había planeado olvidarla, pero, ¿cómo hacerlo? Solo podía pensar en el beso, la atormentaba todos los días y todas las noches. Sus labios, su sabor, su tacto, el cariño y la pasión que habían
mostrado ambas... Y lo que más le dolía era saber que no iba a volver a pasar.

  Sus amigas se pasaban el rato repitiendo que la peli negra era una zorra que solo jugaba con ella y tenía novio.

  Jennie sabía que tenían razón, incluso había momentos en los que se decidía a olvidarla del todo, pero de nuevo aquellos malditos ojos mielse le venían a la mente. Ahora Jisoo tampoco podía reñirla, ya que ella también había admitido estar colda por la capitana del grupo de las plásticas, Rosé.

   Cuando alguna de las dos caía en depresión, se consolaban entre ellas. Jisoo durante el verano lloró varias veces y pasó la noche en casa de Jennie,
las dos juntas viendo películas romaticonas mientras comían helado y se abrazaban.

  Lisa amaba a Jisoo y Jisoo a ella, que las dos fueran unas idiotas en el amor las había unido más.

  Sana se pasaba el día riñendolas, se lamentaba por el día en que sus tres
mejores amigas habían caído rendidas por unas imbéciles plásticas.

  Irene no podía parar de hablar con Jeonghwa todo el tiempo, ella había
pasado los tres meses en corea, así que no se habían visto, pero al parecer
hablaban cada día por mensaje.

   -Irene, si no es nada serio no deberías pensar tanto en ella. Solo érais amigas por interes, ¿recuerdas? -le repetía una y otra vez Sana.

  Irene fingía desinterés por la chica, pero las tres sabían que algo no encajaba. Hasta Jisoo, que solía defender a su prima siempre, sabía que algo estaba llendo mal.

  Estaban en el carro de Jin, hablando tranquilamente, listas para su primer día de clases. Jisoo estaba nerviosa, per había prometido ignorar completamente a Rosé.

  -Te apuesto que al final del día está hablando con ella -le dijo Sana a Irene, y las dos empezaron a apostar.

  -Pues perderán, no le voy a hablar. Esta decidido, la superaré -dijo Jisoo muy decidida desde el asiento trasero, justo a Jennie . Irene estaba de copiloto con su hermano.

  -Descuida, primita, cuando tú superes a la capitana plástica, será el mismo día que la neozelandesa deje de babear por. Lisa-bromeó Jin, haciendo que su hermana y Sana estallaran en risas.

   Jennie bufó, frustada. Ella también tenía su lucha interna, ya que después
de dos meses y medio del beso, la iba a volver a ver. No estaba segura de si
la peli negra actuaría como si no hubiera pasado nada o se vengaría.

  Llegaron hasta el aparcamiento y bajaron del auto, Jisoo dió un fuerte golpe, aún furiosa, mientras sus amigas se reían por su reacción.

  -Vamos Jisoo-chan, no te enfades -le decía Sana, colgándose de su cuello
y Jisoo la ignoró.

  -Jen, ¿vamos entrando? -preguntó a su amiga con una sonrisa, ignorando
por completo a Sana, que la miraba burlona.

  -Claro -respondió Jennie, y las dos empezaron a caminar hasta la puerta.
Ahora, Jennie ya tenía dieciséis años y estaba lista para superar el año escolar. Para lo que no estaba preparada era para Liss, que estaba allí.

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