Setters x Kageyama: Parte 5

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¡Eh vuelto a está historia, Lectores! Perdón por la tardanza, pero me había desconectado de este fanfic, sin embargo, ahora que termine con Amor Silencioso: Reescribiendo las estrellas, estoy de vuelta lista para ver si al menos termino con este one-shot de setters x Kageyama. 

Saludos. 

- ¡Akaashi! ¡Kogane! ¡Bienvenidos! -Saludé a mis novios, ni bien los vi entrar

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- ¡Akaashi! ¡Kogane! ¡Bienvenidos! -Saludé a mis novios, ni bien los vi entrar.

- ¡Suga-san! ¡No sabes lo que nos pasó! -Kogane vino corriendo hacia mí, mientras Akaashi pasaba de largo con las mascotas de Kaname.

- ¿Te robaste a las mascotas de tu novio y casi le diste un infarto? -Pregunte, y vi como la realización llegaba a sus ojos.

- ¡Ay, Dios! ¡Olvide decirle a Moniwa-san que me llevaría a sus perros! -Mi dulce novio exclamo y salió corriendo.

Riéndome, seguí batiendo la mezcla para una torta que voy a hornear. Minutos después, sin voltearme, escuche a alguien arrastrar una silla y sentí un par de ojos sobre mí.

- ¿Todo bien, Akaashi? -Cuestione, apenas mirándolo.

-Kogane-kun y yo conocimos a alguien en el parque. -Murmuro, pero llegue a escucharlo. -Sentí lo mismo que cuando vi a Kenma por primera vez. –

Oh, bueno... eso es interesante. No soy un fiel creyente sobre nada sobrenatural o divino, pero... puedo decir con seguridad que hay algo extraño en la forma en que conocí a cada uno de mis novios. Comenzó con Oikawa Tooru, nos encontramos en la secundaria y no pude desviar mis ojos de él. Además, sentí una peculiar necesidad de acercarme y conocerlo... Después vino Moniwa Kaname, se mudo cerca de mi casa y desde el primer momento en que lo vi, no pude quitarle los ojos de encima, mientras sentía la misma necesidad de avanzar hacia él... Un año después, llegó Semi Eita en forma de un chico con el que choque por accidente, y luego el patrón continuo. Cada vez que puse mis ojos sobre uno de mis novios, la necesidad de conocerlos apareció, y... es como si intentará decirme que tenemos que estar juntos... que extraño...

- ¡Buenas! -La voz de Eita me sacó de mis pensamientos y me voltee para contestar.

- ¡Bienvenido, Eita! -Salude y volque mi mezcla en el recipiente para torta.

- ¡Suga! ¡¿Qué sucede?! -Mi novio músico entro a la cocina exaltado.

- ¿Eh? -Lo mire con confusión. -No sucede nada... ¿por qué? –

- ¡¿Cómo que por qué?! ¡No hay olor a comida! -Eita exclamo, mirándome con preocupación. -Siempre que estás en casa hay olor a comida, ¿qué pasa? ¿te lastimaste? ¿te faltan ingredientes? ¡Me ofrezco como voluntario a traerte lo que necesites! –

Y luego él se pregunta por qué mi cuchara de madera siempre encuentra el camino para chocar contra su cabeza...

-Eita, acabo de meter la torta al horno. -Informe con molestia. -Agradezco tu preocupación por la comida, pero agradecería también que te preocuparas por mí no solo cuando no hay olor a comida. –

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