Capitanes x Kageyama: Parte 1

1.6K 173 32
                                    

Kageyama conocía a sus amigos y sempais setters muy bien, gracias a un chat grupal que tenían. Los conocía a ellos, y conocía a sus enamorados, sin embargo, de todos los setters, él fue el único que se atrevió a declararse y tenía "supuestamente" una relación estable.

"Bueno, si ellos pueden acostarse con mi novio, entonces yo puedo coquetear con sus enamorados sin ninguna restricción." Razonó al día siguiente. "En cuanto a Shoyo... desde que empezamos a salir, siempre ha sido extremadamente celoso. Veamos si le gusta verme con chicos alrededor como yo lo vi a él."

Agarró su teléfono con rencor y comenzó a mirar su lista de contactos.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Envió el mismo mensaje a todos y espero, sabiendo que vendrían; después de todo, son ajenos a los sentimientos de sus setters, y saben reconocer un buen cuerpo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Envió el mismo mensaje a todos y espero, sabiendo que vendrían; después de todo, son ajenos a los sentimientos de sus setters, y saben reconocer un buen cuerpo. Kageyama ya los descubrió observándolo estirar muchas veces, y no tenía dudas de que, ante su llamado, acudirían.

Una hora después, vestido con ropa holgada, Kageyama observaba un partido de vóley en la televisión, cuando el timbre sonó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Una hora después, vestido con ropa holgada, Kageyama observaba un partido de vóley en la televisión, cuando el timbre sonó.

- ¡Voy! -Exclamó, levantándose del sillón. Se aproximo a la puerta, y antes de abrir, puso su mejor cara de tristeza. – Iwaizumi-san. –

-Hey. -Su ex sempai lo saludo con una sonrisa amable y enseguida lo envolvió en sus brazos. -Siento mucho lo de Hinata, pero no tienes que preocuparte, ya encontrarás a alguien mejor... y hasta entonces, aquí me tienes. –

-También estoy para apoyarte, Kageyama. -Ushijima declaró con su voz monótona desde atrás, anunciando su presencia. -Traje helado. Tendou dice que ayuda. –

-Gracias, Ushijima-san. -Kageyama asintió en reconocimiento y los invito a entrar. Dos minutos después, el timbre volvió a sonar.

- ¿Alguien llamo refuerzos por un rompimiento? -Futakuchi cuestiono ni bien le abrieron. -Siento lo del enano, te traje chocolates. –

-Gracias, Futakuchi-san. -Kageyama volvió a asentir en agradecimiento y lo dejo entrar. -Por favor, tomen asiento. –

Los capitanes e Iwaizumi obedecieron, y él mismo estaba a punto de sentarse con ellos, cuando el timbre sonó por tercera vez consecutiva, sin embargo, apenas consiguió destrabar la puerta está vez, antes de que Bokuto se adelantara y lo abrazara con fuerza.

- ¡KAGEYAMA, AQUÍ ESTOY PARA TI! -Grito manteniéndolo contra su pecho.

-Con permiso. -Kuroo, Daichi y Kita dijeron, antes de entrar y rescatar al menor de los brazos del as explosivo.

-Bueno, parece que llamaste muchos refuerzos. -Futakuchi comento, al ver entrar a los demás capitanes.

-Sí, es que... -Kageyama puso su mejor cara de dolor. -Si supieran lo que sucedió...-

- ¿Te gustaría contarnos? -Daichi cuestiono amablemente, guiando a su kohai al sillón más cercano. El resto se amontonó alrededor.

Kageyama explicó todo entre lágrimas y sollozos medio falsos que los mayores se creyeron, y para cuando termino, los demás ya comenzaban a sentir rencor contra sus setters.

-No llores, gatito. -Kuroo murmuro.

-Sí, no vale la pena. -Futakuchi coincidió. -Todos son unos idiotas. –

-Es que... realmente creí que eran mis amigos. -Kageyama farfullo con la mirada baja. -No puedo creer que me traicionaran... y-y Hinata... mi primer novio...-

-Esta bien, pequeño. -Iwaizumi arrullo. -Sabemos que duele, pero va a estar bien... -

-Sí, y mira. -Bokuto continuo. -Aquí estamos nosotros, también somos tus amigos y te queremos mucho. –

-Gra-gracias. -Kageyama tartamudeo y todos lo abrazaron.

Se quedaron con él durante toda la mañana, sin embargo, tuvieron que irse después del medio día para, al menos, llegar a sus prácticas vespertinas, en las cuales, ignoraron olímpicamente a sus setters y pasaron el tiempo libre enviando mensajes al menor para que no se sintiera solo ni triste. 

15 Historias de Kageyama en Relaciones PoliamorosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora