¿Tres horas encerrado en un elevador? Tobio no iba a resistir. A pesar de tener a Hanamaki y Matsukawa con él, y saber que lo iban a sacar cuanto antes, lo que en realidad estaba ayudándolo un poco a mantener la calma, el problema es que odia los espacios cerrados. Cuando sus padres aun tenían su custodia, siempre que rompía algo por accidente, hacía ruido, lloraba o se rasgaba la ropa, lo metían dentro de un armario y lo dejaban allí por horas, a veces incluso por todo el día. Gracias a eso, desarrollo un terrible miedo a los espacios cerrados y la oscuridad. Por suerte, al cumplir los seis años, los vecinos denunciaron a sus padres por maltrato infantil y ambos perdieron la patria potestad sobre él y su hermana. Su abuelo ayudo mucho a curar sus fobias, pero eso no evita que se sienta inquieto en lugares muy estrechos, hasta el punto de comenzar a hiperventilar si tiene que estar dentro por más de una hora.
-Kageyama... Kageyama... Hey, chico... -Matsukawa y Hanamaki empezaron a llamarlo. - ¡Oye!... ¡Kageyama! –
Tan concentrado en mantener la calma, Tobio no escuchaba nada. Seguía caminando de un lado a otro, tratando de dejar de temblar y retorcerse los dedos, hasta que sintió un par de manos jalarlo.
- ¡Oye, chico! -Matsukawa exclamo, manteniendo un agarre fuerte sobre los brazos del menor. -Hey, todo va a estar bien, ¿de acuerdo?... Nos van a sacar pronto, mantén la calma. Además, no estás solo. Nos tienes a Makki y a mí, ¿está bien? –
Tobio asintió eh intento relajarse, sin embargo, mirara donde mirara, lo único que veía eran las paredes cerrándose a su alrededor.
-Ha-hace demasiado calor aquí adentro... ¿no lo sienten? -Tobio comenzó a caminar por el estrecho lugar de nuevo. -Las paredes... ¿se están cerrando más a nuestro alrededor?... Parece como si estuvieran más cerca... -
Hanamaki y Matsukawa notaron como el ex kohai de Oikawa empezaba a hiperventilar, y de inmediato se pusieron en frente suyo, tratando de taparle la vista de las paredes. Matsukawa volvió a sujetarlo de los brazos, y lo sacudió levemente.
- ¡Chico, chico! Mírame. -Exclamo, llamando su atención. -Las paredes no se están acercando, pero tienes que dejar de mirarlas, ¿de acuerdo? Míranos a nosotros. –
-Sí, creo que somos lo suficientemente guapos como para que nos prestes toda tu atención. -Hanamaki bromeo, y vio como Tobio giraba su mirada hacia él. -Eso es. Todo estará bien, solo sigue prestándonos atención. –
Dándose cuenta de que la respiración del menor seguía siendo irregular, Matsukawa lo hizo mover una mano hasta apoyarla en su propio pecho.
-Oye, copia mi respiración. Todo estará bien. -Le dijo, y notó como Tobio comenzaba a hacerle caso.
Hanamaki paso su mano por la espalda de Kageyama en gestos reconfortantes para ayudar, y poco a poco, la pareja de novios vio que el niño estaba tranquilizándose. Despacio lo guiaron hacia abajo, hasta sentarlo entre medio de ambos en el suelo eh intentaron tener una conversación con él para distraerlo. Desgraciadamente, eso no funciono.
Tobio entendía que los mayores solo querían ayudar, pero a pesar de sus intentos de mantener una conversación, él no podía obviar las paredes estrechas a su alrededor. Para colmo, la luz roja del foco de emergencia no ayudaba mucho.
Tanto Hanamaki como Matsukawa podían ver que Kageyama volvía a inquietarse y pensaron en como distraerlo.
"¡Alto! Somos lo único que Kageyama puede ver para evitar las paredes, entonces... lo único que debemos hacer es evitar que desvié sus ojos de nosotros." Hanamaki razonó en su mente y rápidamente jalo del brazo a su novio para susurrarle su idea.
-Hagámoslo. -Fue la respuesta inmediata de Matsukawa, y con sonrisas iguales, los dos recostaron al menor en el suelo, boca arriba.
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No es una sorpresa para nadie, por lo menos de Aoba Johsai, que Matsukawa y Hanamaki, también conocidos como la "pareja bromista", llegue a meter a un tercero en su cama de vez en cuando declarando que, a pesar de estar bien juntos, sienten que les falta algo y cuando creen encontrarlo, ¿qué mejor forma de constatarlo que metiéndolo en su cama?
-Tobio... ¿está bien si te llamamos así? -Matsukawa pregunto con voz dominante, recibiendo un asentimiento casi de inmediato. -Bien, vamos a encargarnos de que te olvides de las molestas paredes. Ahora, se un buen chico y mantén los ojos en nosotros~ -
-Si vemos que tu atención se desvía te castigaremos, muñeco. Ten cuidado~ -Hanamaki aclaro también con una voz más dominante.
Tobio apenas logro volver a asentir, antes de que un par de labios estuvieran sobre los suyos guiándolo con experiencia y un poco de brusquedad. Se dejo llevar cerrando los ojos, solo para abrirlos segundos después al sentir cuatro manos levantando su remera.
-Recuerda, ojos en nosotros. -Matsukawa susurro contra sus labios, antes de volver a besarlo y lograr que abriera la boca.
Tobio mantuvo sus ojos fijos en los del mayor durante todo el beso, antes de que se separaran y Hanamaki tomará el lugar de su novio.
-Relájate, ¿de acuerdo?... Deja que Issei y yo te guiemos. Sabemos exactamente qué hacer y como hacerlo. -Declaro con seguridad el mayor, y ahuecando la cara de Tobio con sus manos lo beso.
