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-Kenma. -Llame a mi novio. - ¿Qué estás haciendo? –
-Keiji, si tuvieras que elegir, ¿querrías que llevara el cabello atado o suelto? -Él me cuestiono.
- ¿Por qué me lo preguntas? -Lo mire con confusión.
Es muy rara la vez que Kenma le pide la opinión a alguien, suele manejar todo él solo, aunque... ha estado muy raro todo el fin de semana, y ahora lunes... ¿por qué está parado frente al espejo viéndose a sí mismo con seriedad?
-Solo responde. -Me lanzó una mirada impaciente.
-Bien, me gusta cuando lo llevas suelto. -Me encogí de hombros. -Pero también te ves lindo cuando lo llevas atado, resalta tus ojos. –
-Entiendo. -Volvió a mirar su reflejo.
-Kenma, ¿a qué viene todo esto? -Cuestione, apoyándome en la pared. -Tú nunca pides la opinión de nadie para nada. –
- ¿Recuerdas cuando conocimos a Tooru? -Él suspiro. -Él nos dio cariño y comprensión... lo mismo con Koushi y Kaname... y luego Eita... Siempre que aparece alguien nuevo que llama la atención de alguno de nosotros, me pregunto si encajare con él como lo hago con el resto, pero... -
-Kenma... -Murmure, recordando todas las veces que alguien nuevo llego a nuestro noviazgo poliamoroso y como él se escondía, teniendo miedo de no caerles bien.
-Keiji, creo que encontré a alguien que podría encajar con nosotros. -Me miro con seriedad. -No lo conozco mucho, pero... tengo la misma sensación que describe alguno de los demás cuando encuentra a alguien que encaja en nuestra relación. –
Kenma... ¿realmente... encontraste a alguien que encaja con nosotros? ¿quién... es esta persona? Alguien que te cautivo... debe ser realmente interesante.
-Deberías decirle al resto entonces. -Declare. -Y deberías presentármelo. –
-No lo sé... -Él volvió a suspirar. - ¿Y si lo asustan? –
Bueno, no sería la primera vez que Oikawa-san y Atsumu asustan a alguien al intentar conocerlo, pero... tengo mucha curiosidad.
-Preséntamelo primero. -Resolví. -Yo no creo ser capaz de asustarlo. –
Mi novio me miro fijamente por unos minutos y luego asintió. Bien, parece que conoceré a alguien hoy, será mejor comenzar a pensar en maneras de acercarme sin parecer incomodo.
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