- ¿Ya estás listo? -Konoha cuestiono a su amigo.
-Sí, ya casi. -Tobio le contesto desde dentro del vestidor de su facultad.
El día había seguido su curso y Tobio, a pesar de lo intrigado que estaba por lo sucedido en la mañana, decidió fingir que era algo sin importancia.
-Ya terminé. -Declaro, saliendo con ropa deportiva.
-Sigo sin entender tu gusto por usar ropa deportiva las 24/7. El único momento en que no te veo con sudaderas y calzas es en el trabajo... ¡Y es porque usamos uniforme! -Konoha se quejó. -Tobi, eres un omega precioso. ¿Por qué no usas ropa que luzca mejor tu cuerpo? O al menos algo que sea de tu talla... -
-Me gusta mi ropa y es cómoda, no necesito nada más. -Tobio argumento, comenzando a caminar al lado de su amigo. -Además, si te hiciera caso, un montón de alfas andarían detrás de mí todo el tiempo. Ya tengo suficiente con que muchos clientes en el trabajo se me queden viendo el trasero o intenten manosearme, gracias. –
-Bueno, en eso tienes razón. Hay cada uno... -Konoha afirmo. -Oh, oye. Escuche a nuestro jefe hablando por teléfono hoy. ¿Sabías que en la mañana vino uno de los líderes de un grupo Yakuza de la zona a la cafetería? –
- ¿Enserio? -Tobio se volteó, sorprendido. –Vaya, pude haberlo atendido y ni cuenta me di. –
-Sí, yo también pensé en eso. -Konoha asintió, preocupado. -Y con lo peligrosas que se han vuelto las calles... ojalá solo haya estado de paso y su experiencia haya sido agradable. Bueno, por cosas como esta es que agradezco trabajar de día y estar en mi casa de noche. –
-Cierto. -Tobio concordó.
Kageyama Tobio nunca ha sido conocido como alguien olvidadizo, por lo tanto, al encontrar la puerta de su departamento sin llave, lo primero que se le vino a la mente fue su conversación con Konoha horas antes.
"Tal vez debería ir a casa de Kei o Akinori..." Razono, retrocediendo lentamente.
- ¿A dónde crees que vas? Tobio-kun, esa no es forma de recibir a tus invitados. -Alguien detrás suyo comento, y no pudo evitar reconocer la voz del cliente conflictivo de la mañana.
- ¿Quién eres? ¿Qué quieres? -Tobio cuestiono, tratando de no sonar tan asustado como comenzaba a sentirse.
-Mi nombre es Miya Atsumu, confió en que ya no me veas como un don nadie ahora que sabes quién soy. -El desconocido se presentó.
"Miya Atsumu... No... no es posible... Es... Es uno de los herederos del grupo Yakuza Inarizaki..." Tobio reconoció, alarmado.
-Sabes, para ser un omega sí que tienes agallas. No muchos minimizarían quien soy. -Miya continúo hablando. -Y no muchos me hacen enojar tan fácilmente como tú. –
Tobio comenzó a retroceder cada vez más, tratando de alejarse del alfa, hasta que inevitablemente choco contra la pared de su departamento.
-E-escucha... yo no quise... estaba haciendo mi trabajo y no prestó atención a las caras de mis clientes con el local tan lleno. Enserio lo siento... -Trato de excusarse.
-Tobio-kun... -Atsumu colocó las manos en la pared a cada lado de su cabeza, acorralándolo con su cuerpo. - ¿Enserio crees que eso me importa? –
Tobio no sabía que contestar, estaba al borde de un colapso, cuando alguien los interrumpió.
-Miya... creí haberte dicho que te alejarás de él. -Una voz desconocida demando. -Apártate, ahora. –
-El territorio de Inarizaki está algo lejos de aquí, te convendría regresar... o... ¿es qué lo que buscas es una guerra Yakuza, Miya-kun? -Alguien más declaro.
-Kozume-kun... este... ¡No, para nada! -Atsumu se separó rápidamente y comenzó a negar.
-Entonces, creo que es mejor que te vayas... Ahora... -La voz demandante ordeno.
Miya huyo de inmediato, y Tobio, al estar bajo tanta presión, cayó al suelo temblando. Focalizo su mirada en el suelo, tratando de calmarse y regular su respiración, cuando un par de zapatos negros aparecieron frente a él.
- ¿Estás bien, Tobio? -La voz demandante cuestiono.
-Ken, un alfa acaba de intimidarlo, obviamente no está bien. -La otra voz replico. -Además, por su aroma, yo diría que está a punto de desmayarse. –
- ¡No me voy a desmayar! -Tobio exclamo, encontrando la fuerza para hablar.
Al mirar hacia arriba, finalmente fue capaz de ver a quienes pertenecían las voces. Reconoció de inmediato a Kenma, sin embargo, el otro hombre con un peinado extraño, resulto completamente desconocido para él.
- ¿Enserio? Estás pálido, temblando, y mi guardaespaldas dice que detecta miedo en tu aroma. -Kenma levanto una ceja con incredulidad y Tobio le devolvió la mirada.
- ¡Ja! No puedes decir que no es tu alma gemela, Ken. Parece ser tan testarudo como tú. -El hombre del peinado extraño comento con una sonrisa.
- ¿Qu-quienes son ustedes? -Tobio cuestiono, tratando de no tartamudear por lo intranquilo que se sentía.
-Tranquilízate, a diferencia de Miya, nosotros no queremos hacerte daño. -Kenma declaro. -Mi nombre es Kozume Kenma, y el idiota parado a mi lado es mi guardaespaldas, Kuroo. Vinimos a buscarte porque presentí que Miya no dejaría pasar una ofensa como la de la mañana contra su persona. Es bueno que haya llegado a tiempo, sino... probablemente ahora estaría cazando zorros. –
"¿Kozume?... Kozume Kenma... No... Es... ¡Es el líder del grupo Yakuza Nekoma!" Tobio reconoció en su mente, y trato de levantarse lo más rápido posible. Sin embargo, sus piernas no lo sostuvieron y casi cayó de nuevo.
Un par de brazos lo detuvieron por su cintura, y de repente, una gran calidez invadió su muñeca izquierda.
-Realmente... eres mi alma gemela... -Tobio murmuro, viendo los brazos de Kenma alrededor de su cadera.
-Te lo dije. -El mayor afirmo. -Vamos, te llevare a un lugar seguro. –
-Yo... -Tobio quería negarse, pero antes de que pudiera, Kenma ya lo había levantado en brazos y se dirigía hacia una limosina negra estacionada frente al departamento.
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15 Historias de Kageyama en Relaciones Poliamorosas
FanficEsta es una recopilación de 15 historias cortas de Kageyama como pasivo, en algunos casos, omega, en relaciones poliamorosas.