capitulo dos.

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Elizabeth no recordaba lo tedioso que era vivir con sus hermanos hasta que nuevamente comenzó a hacerlo.

Era lunes por la mañana y Emiliano se encontraba cantando a todo pulmón canciones de Chayanne mientras Alexander preparaba el desayuno

Son las 7:30 de la mañana ¿cómo no los han denunciado? solloza mientras levanta la cara de su cómoda almohada que trajo desde su casita

No podría dormir bien sin esa almohada

Entro al baño que estaba a unos pasos después de su cuarto y se dio una ducha, cambiandose y arreglándose en el mismo de una vez.

— Deberías secar tu cabello —Propone Alexander— no vayas a resfriarte

Ella simplemente se encoge de hombros mientras deja la mochila sobre una de las sillas.

— ¿Tienes algo que hacer tan temprano? —Cuestiona mientras lanza una mirada a Emiliano que comienza a bailar cumbia

— Debo hacer un trabajo extra en la empresa —Respondé— ahora si podrás ver a tú hermano mayor modelando en revistas —Se mofa colocando las manos sobre sus caderas

— Espero no sea como cocinero, se te está quemando el arroz.

— ¡Mierda! —Apaga el arroz rápidamente y lo aleja de la estufa

Elizabeth suelta una risilla y levantándose se acerca a la nevera de donde saca un jugo de naranja para servirse en un vaso.

— ¿Por qué cantas y bailas tan temprano en la mañana? si haces eso todos los días me mudo

— Es para tener adrenalina —Respondé Emiliano sentándose a su par— de lo contrario estaría arrastrándome por el suelo con baba seca en mis labios pidiendo dormir más

— Que asco

Emiliano suelta una risilla y da un sorbo a su vaso de agua. Alexander coloca frente a ambos de sus hermanos el plato con el desayuno.

— ¿Y este corazón? —Elizabeth observa con extrañeza el corazón hecho de kétchup sobre su omelet de arroz

— Para mí hermosa Eli —Apachurra sus mejillas haciéndole emitir un gemido de molestia

Alexander se sentó junto a ellos en la mesa y se pusieron a desayunar mientras conversan, sobretodo Alex y Emiliano mientras ella escuchaba sin decir mucho

— Ya que voy a pasar por allí los llevo —Ofrece Alexander mientras toma las llaves de la casa y del carro.— haré una copia de las llaves para ti más tarde, Eli

— Hm, gracias

El trio sale del departamento y toman el elevador que los lleva hasta el estacionamiento. Elizabeth mientras camina al carro, abrocha la chamarra que se coloco sobre su chaqueta del uniforme.
No se sentía el frío en el departamento pero una vez se expuso al aire de la calle se le hizo demasiado fresco

— Ten un buen día Eli —Alexander le mira por el espejo retrovisor— cuida de ella tú idiota

— Idiota yo —Emiliano bufa mientras baja del carro

— Adiós Alex, gracias —El ojidorado le da una sonrisa a la fémina y en cuanto baja se marcha

— ¿Quieres que te acompañe?

— Nah, iré sola. Nos vemos luego Emi —El muchacho da un asentimiento y tras mandare un beso que Elizabeth se da por ignorar, finalmente se va

Caminando por los pasillos ignora las miradas que comienza a recibir, sobretodo de los varones que están en los pasillos.
Ciertamente Emiliano le había dado las instrucción a seguir pero ¿quién es ella si no se pierde al menos quince veces por el camino?

𝐋𝐀𝐓𝐈𝐍𝐀 | LookismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora