capítulo treinta y cuatro.

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Elizabeth estaba en pánico

La tarde de ese día, había quedado de salir con Jinsung para acompañarlo a comprar unos nuevos tenis

Mientras se dirigía a la cafetería donde regularmente se encontraban para salir –Elizabeth teme que si va por ella y sus hermanos ven a Jinsung lo apaleen– se encontró con un problemita versión chiquita

O sea, una niña

Le calculaba un año, al parecer estaba perdida por lo fuerte que lloraba, le parecía extraño que nadie se acercará pero al mismo tiempo se recordaba que estaba en Corea. Al final de cuentas, ella se acerco para ayudarla, primeramente la calmo para luego buscar por un tiempo pero nadie parecía conocer a la pequeña, así que término por dirigirse a la cafetería para después, junto a Jinsung, llevarla a comisaria.

— Eres muy bonita —Susurra mientras la pequeña niña tenía uno de sus dedos encerrados en su mano y lo agitaba— ¿dónde estarán tus padres? —Hace un pequeño puchero mientras la bebé en sus brazos balbuceaba varias cosas

— Lo siento Eli, ¿llegue tarde? —Levanta la mirada encontrándose con los obscuros ojos de su mejor amigo

— Nope, no te preocupes

Jinsung mira de Elizabeth a la niña, y así consecutivamente por unos largos segundos

— ¿Y esa mocosa? ¿es nuestra hija?

Elizabeth pone los ojos en blanco y patea su espinilla haciéndolo quejarse.

— No le digas así, y no tendría una hija contigo, estoy segura de que serías ese tipo de padre que pierde a la niña

— ¡Nunca podría perder al fruto de nuestro amor! —Se sienta frente a ella

— Ya deja la broma, —Vuelve la mirada a la pequeña— cuando venía hacia acá, la encontré llorando a mares y no había nadie con ella, busque a sus padres por un buen rato pero no encontré nada. No pude dejarla sola así que —Se encoge de hombros— creó que debió de haberse perdido, dudo que la hayan abandonado

— Eli, se que no eres de aquí, pero dejame decirte que aquí en Corea recoger propiedad pérdida es un crimen.

— ¡Eso solo funciona con objetos, ella es una bebé! —Regaña casi golpeándose la cara por la estupidez del chico

Jinsung se queda mirando a la pequeña con los brazos cruzados y se inclina mirándola mejor, lentamente acerca un dedo a su mejilla hasta que... se detiene

Elizabeth arquea una ceja divertida al verlo lavarse las manos pacientemente y con bastante jabón. Nuevamente se acerca a la niña que le da un manotazo antes de que Jinsung pueda tocarla

— ¡Esta mocosa...! —Bufa intentando tocarla nuevamente solo para ser repelido nuevamente por ella

Elizabeth riendo a carcajadas, la toma en brazos— Vamos a comisaria

— ¿Sabes cómo cuidar un bebé? —Jinsung le pregunta ayudándola a levantar

— Tengo un gatito.

— ¡¿Cómo podría ser lo mismo?!

Saliendo del lugar, la pequeña comenzó a juguetear con el collar que Gun le habia regalado, Elizabeth sonreía mirándola mientras peinaba su flequillo para que no le entrase a los ojos

— Dejame cargarla —Jinsung dice estirando los brazos— si te fracturas un brazo, me sentiré culpable

— ¿De qué hablas? ni que pesara mil toneladas

— Va, dame a la niña —Insiste, Elizabeth poniendo los ojos en blanco lo hace de todos modos

La mejor se quejonea del susto al ser sostenida por una sola mano, Jinsung, bufando pero con un sonrojo en sus mejillas, la acerca a su pecho, abrazándola con ambos brazos

𝐋𝐀𝐓𝐈𝐍𝐀 | LookismDonde viven las historias. Descúbrelo ahora