𝐋𝐀𝐓𝐈𝐍𝐀 | Lookism

capítulo trece.

— ¿Cómo te fue en el examen? —MiJin mira a Elizabeth

— Mejor que a Jinsung.

— ¡¿Qué dijiste?! —El mencionado golpea sus palmas contra el pupitre a lo que Elizabeth le mira mal

— Te dije "estudiemos juntos" y me dijiste "no quiero, comprame un helado" y ¡me mal influenciaste para salir contigo a comprarte un helado! —Acusa señalándolo

— ¡¿Crees que voy a preferir estudiar antes que un helado?! —Se ofende a lo que Elizabeth pone los ojos en blanco

MiJin ríe mirándolos discutir me parece que se llevan muy bien piensa divertida pero su rostro se deforma de repente de un momento a otro

— ¡E-Eli, baja esa silla!

— ¿Tienes un nuevo perfume? —Elizabeth olisquea el cabello de Emiliano que suelta una risilla ante la sensación

— No

— ¿Shampoo?

— Tampoco.

— Hueles diferente —Murmura— ¿es por mí cuñado?

Emiliano pone los ojos en blanco, da un saltito para poder mantener mejor a la ojitinta en su espalda y negó

— Superalo, no tienes cuñado.

Elizabeth infla los mofletes, Emiliano inserta la llave en la cerradura y ambos entran al departamento.

— ¡Oh! —Elizabeth exclama sorprendida— ¡hola! —Saluda al cuarteto que se encontraba en el salón

Emiliano deja con cuidado a la fémina sobre el suelo que se acomoda mejor su uniforme.

— ¡Eli! —Goo se acerca y la rodea en un abrazo que ella corresponde risueña

Cuando el rubio se digna a soltarla, se acerca a los otros dos que como siempre, llevaban esa cara de culo.

— ¿Y ustedes no saludan amargados? —Hizo un puchero mientras le daba un abrazo a Alexander que beso su frente.

— Hola Eli —DG sonríe apenas levantando sus comisuras

— Elizabeth —Gun simplemente saluda con su nombre haciéndole poner los ojos en blanco.

— Voy a ir a hacer mí equipaje —Le dice a Alexander— así que los dejo para que se den sus chismesitos y esas cosas que hacen entre ustedes

Alexander ríe

— ¿Equipaje? —El pelirosa duda arqueando una ceja

— Iremos a un campamento otoñal —Mientras responde, acerca su mano al razón con uvas que estaba sobre la mesa de la cocina y agarra una

— No te perdonaré por dejarla ir —Amenaza Emiliano a Alexander que rueda los ojos

— Como sea, —Elizabeth comienza a acercarse a las escaleras— me voy ¡chao chao! —Agita la mano hacia los tres que levantan la mano como despedida

— ¡Empaca los gas pimienta de emergencia! —Emiliano grita

— Blah blah —Elizabeth lo ignora y entra a su habitación en donde se queda parada para luego cruzarse de brazos— bueno, a trabajar.