Capítulo VII

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POV ROBERTS

Me calmé caminando sin sentido aparente pero mis pies me guiaron instintivamente hacia un lugar de Brownsville que me relajaba muchísimo.

[VISUAL ARTS MUSEUM_BROWNSVILLE]

Las ya deterioradas letras del logo de la edificación abandonada de la cuidad captaron mi vista al instante en el que me detuve delante.

El museo de artes visuales ya había sido reemplazado por el museo central, quedando abandonado en la zona norte casi en la salida de mi pequeña ciudad.

Nadie lo vigilaba, nadie se preocupaba por él. En cambio la soledad que aportaba era relajante. Y aunque estaba en sus peores condiciones aún el arte colonial de sus paredes y techo lo hacía ver increíble.

El rechinar de la puerta generalmente provoca escalofríos, pero esta vez se hizo más escalofriante acompañado de la fría ráfaga de viento que atravesó el umbral.

Cerré mis ojos sintiendo como el fuerte de la humedad se apoderaba de mi sentido del olfato. Las enredaderas en las columnas habían aumentado considerablemente desde la última vez que vine aquí y el sol se colaba por alguna que otra rendija en el techo y las paredes.

Según tenía entendido ya hacía más de veinte años nadie ponía un pie aquí además de mi, y alguna otra persona ajena a mi conocimiento quizás.

Caminé con cuidado de no tropezar hasta llegar al interior donde se encontraban varios pasillos donde se suponía que habían estado colgadas varias obras de arte desde esculturas hasta pinturas expuestas a la vista del público.

Me gustaba imaginar este lugar en los años 90. Lleno de alegría y buenas vibras. Personas riendo y comentando sobre lo que observaban. Subastas, fiestas, todo un éxito.

Mi abuelo me contaba mucho sobre Visual Arts Museum antes de morir. Decía que era la joya más preciada que tuvo, tiene y tendrá Brownsville; aunque hoy en día muy pocos sepan apreciarlos. Conozco este lugar desde que tengo cinco años, y hasta hoy, no deja de ser especial para mí.

Di vuelta a mis pasos para subir los inmensos escalones hasta llegar a la parte alta del salón. Allí escondía algún que otro cuaderno de dibujo, un lienzo detrás de algunas enredaderas y materiales de pintura debajo de algunas tablas.

Pasé mi mano por la superficie de cada uno liberandolos de cualquier suciedad que tuvieran, y con algo de dificultad los bajé hasta el pie de la puerta para seguir con mi obra de arte antes que el sol se pusiera por completo.
Había decidido dibujar el interior del salón, ya era tarde, pero tenía inspiración y no la desaprovecharia por nada.
Mi forma de alejar los problemas siempre había sido dibujando, era relajante.

(***)

El vibrar de mi teléfono me hizo despertar sobresaltada. Solo la tenue luz de la luna se escabullia traviesa iluminando el interior del edificio abandonado.

Ver semejante belleza no podían todos.

Tantee los bolsillos delanteros de mis jeans en busca de mi móvil, y al encontrarlo lo desbloquee encontrando varios mensajes de Sofía y de Ander aclamando por mi presencia junto con un video en nuestro chat grupal de WhatsApp. No tarde mucho en abrirla.

Una sonrisa se escapó de mis labios al verlos ya seguramente ebrios en una fiesta.

S: <Lie de mi vidah! Te necesitamos! 😩😏>

A: <siiii!!!! La fiesta no es lo mismo sin ti! 🤧💞>

Ch: <jaja se que me aman, enseguida estoy 😎👊🏻> ✓✓

GREEN EYES//Completa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora