POV ROBERTS
Mi sorpresa había sido preparada con antelación.
Sinceramente esa canción había marcado mucho desde la fiesta de dieciséis de Amelia.
Los recuerdos y sucesos eran indudablemente hermosos, pero al parecer ella no lo recordaba, y no le juzgaba, estaba bien pasada de tragos.
Mi mirada transmitía todo lo que sentía en ese instante. Las emociones me abordaban como si se agua entrando a un barco averiado se tratase, y mi sonrisa cuando acabó la canción me delató completamente.
Mi respiración estaba agitada, creo, que hacía tiempo no cantaba con tanta emoción como hoy.
Bajamos del escenario después de escuchar algunos aplausos, y nos dirigimos a nuestra mesa.
Mi corazón latió de forma extraña cuando ví a Elizabeth mirando en mi dirección, con una sonrisa en su rostro y sus ojos visiblemente cristalizados.
— no sabía que cantaban tan bien chicos, felicidades — expresó Adam, siendo el causante de la ruptura de mis ensoñación reciente
— gracias — dijimos los tres al unisono
— tengo a la hermana más talentosa del mundo — alardeó Amelia, denotando en su voz que estaba más que ebria, reí ante su expresión y la preocupación de Sofía
Ellas dos se traían algo y no tardaría en averiguar que era.
Las felicitaciones de la otra presente en la mesa no fueron necesarias.
Su mirada fue suficiente para demostrarme que había captado, que había sentido, que había recordado.
El resto de la noche fue entre risas, tragos y bailes eróticos por parte de Ander y Adam.
Estos terminarían enrollados sin duda alguna.Me pasé de tragos, cosa que no debí hacer ya que tenía la responsabilidad de regresar a Elizabeth a su casa ya que Sofía se encargaría del resto. Como quiera había conducido más de una vez ebria a casa, pero no era lo mismo llevar a alguien contigo.
Pasadas las dos de la mañana decidimos irnos.
Íbamos riendo camino a mi moto, haciendo bromas de la noche y del espectáculo que habían montado nuestros amigos.
— ¿Estás segura que puedes conducir así?— me preguntó con una sonrisa en su rostro que no se esfumaba
— claro, estoy bien...— di un paso hacia mi moto, y cuando fui a montar mi pierna se fue de largo y caí al otro lado de la calle
¡Perfecto!
Las carcajadas de la castaña era lo único que hacía eco en todo el parking. Se notaba a leguas que no podía ni con su vida, pero últimamente conmigo siempre era así.
Cómo pudimos partimos hacia su casa. Sinceramente una vez en carretera no se me hizo tan difícil.
Sentir como sus manos se aferraban a mi cintura y su cabeza en mi espalda eran mi única distracción. Me hacían olvidar completamente que tenía que prestar atención a la carretera y mis sentidos solo se centraban en absorber este momento de felicidad.
Su grito eufórico me arrancó una sonora carcajada, era estupendo verla disfrutar plenamente de un paseo en moto.
Llegamos a su casa, mi vista se nubló y me sentí caer por un momento, pero enseguida volví a reponerme soltando una risilla divertida.
— gracias por la noche — pronunció ella — y por la canción
Lo único que pude fue sonreírle. Una sonrisa que expresaba todo lo que quería decir en ese momento pero que no podía. Mi lengua se había ido a ver las mariposas que revoloteaban en mi estómago.
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GREEN EYES//Completa.
Teen FictionNunca pensé enamorarme de ella... Nunca pensé que sus besos, sus caricias, toda su esencia se volviera imprescindible para mí. Siempre estuve pendiente a su bienestar, siempre abogué por su felicidad, no me importaba el precio que tuviera que pagar...