Saga Mafiosos #1 La Secretaria Del Mafioso.

CAPITULO 21

Felices fiestas.
Diciembre 24, 8:12 AM.

Me levanto temprano en esta enorme cama, afuera hace un frío del demonio pero dentro es acojedor.

No es que ha pasado mucho, el doctor me quitó los puntos y ya me puedo mover con facilidad, en mi vientre queda una simple cicatriz que con el tiempo se va borrando por qué usó una crema para manchas.

Mis hermanas me visitan por la noches y Brandon aunque casi no lo veo siempre está allí para mí.

Brant aún sigue sentándose en el balcón sin hablarme y duerme en los sillones, se levanta por la mañana y no me presta la más mínima atención.

Lo extraño y no puedo mentir, me hacen faltan sus besos pero es mejor así, alejados.

Veinticuatro de diciembre, noche buena.

Las personas afuera caminan alegres mientras se saludan, la nieve creció más y más y las sonrisas no son esperadas, es la época del año que más me gusta y que más celebraba mi familia.

Los extraño a decir verdad así que en su honor celebraré la noche buena aquí.

Mis hermanas están libres hoy en el trabajo así que desde mi teléfono las llamo y les pido que me traigan los adornos de navidad.

Termino de ducharme y bajo a la primera planta, ni brant ni Brandon están aquí así que coloco música en el estéreo y la subo a todo volumen.

Me gusta distraerme con música, recuerdo cosas que me avivan la mente.

Busco el pavo mientras la música retumba en los altavoces, lavo el pavo bien y le agrego los sazones sintiendome viva.

Me puedo mover más ágilmente y hacer las cosas sin necesitar ayuda, aunque tengo que tomar los tratamientos para mí matriz pero fuera de eso está todo bien.

Me siento bien, feliz, libre.

Tomo el trapeador cuando dejo el pavo en el horno y empiezo a cantar la música hasta que siento que mi garganta se seca.

_Wao que alegría!.

Sonrió cuando veo a mis hermanas con cajas.

_Me pueden ayudar a decorar?.

_Por supuesto.

Luz coloca otro tipo de música y Michelle y yo rodamos los ojos por qué está obsesionada con la música de Ana Gabriel.

Pero Siempre tu de la cantante no suena nada mal, las tres juntas empezamos a decorar la casa.

Mientras yo coloco manteles y platos en el comedor ellas van agregando los adornos a las escaleras y en la chimenea.

Suben un árbol por el elevador y sonrío mirando lo grande que es, mis hermanas lo compraron así que pido que lo dejen a un lado de las escaleras.

La música aviva nuestros oídos mientras cantamos, ordenamos y decoramos.

Me siento tan bien que no quiero que está felicidad se valla.

Brant Monterrey.

Me duelen los pies de tanto estar parado mirando la nueva mercancía, mi hermano permanece a mi lado quieto.

No es que quiera hablarme pero bueno.

Quiero mucho a mi hermano por que siempre me apoyó cuando mi padre no lo hacía, mi madre y el es a quien le debo la vida.