CAPITULO 34

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El sabor amargo de tratar de olvidar a brant, es como si solo existiera el en el mundo y yo tenga que estar solo con el.

Apartó mis labios de los del mafioso y rápidamente salgo del agua, coloco la llave de la habitación rápidamente dándome cuenta del error grave que cometí.

Venir con el es un reto y ahora acabo de besarlo.

Toco mi cabeza estresada cuando estoy dentro, no se que hacer el mundo me da vueltas y no se en pies pararme.

Maldición!.

Busco mi inhalador en la maleta, estoy tan desorientada que no se ni cómo controlar esta mierda.

Me tocan la puerta y con manos temblorosas la abro dando cuenta de que es un pacifico Jensen con un plato de fruta en la mano.

_¿Estás bien?.

Asiento pero lleva sus ojos al inhalador.

_Saliste corriendo...

_No te preocupes estoy muy bien.

_Ok... Toma te traje fruta.

_Gracias.

Tomo el plato pero por alguna razón me quedo allí parada.

_¿Puedo pasar?.

Me hago a un lado sin refutar, entra caminando despacio y se sienta en la cama.

El reloj marca las seis de la tarde y yo siento como que si hubiera corrido un maratón de lo cansada que estoy.

_¿Estás cansada?_ pregunta como si me leyera la mente.

_Un poco, no es para tanto.

_Recuestate, yo voy a calmar tu dolor de espalda.

Lo miro un momento antes de soltar el plato en la mesa de noche, para ser un villano mafioso es increíblemente amable.

Supongo.

_Sin ropa.

_Dime que no estás hablando enserio.

_Mancharas la cama de agua y si te pones ropa no podré darte el masaje.

Suspiro cansada, ¿En verdad voy a aceptar esto?.

_Al menos podrías voltearte.

Hace caso poniendo su cuerpo de espaldas, soy rápida quitándome el bikini y recostandome boca abajo.

Siento sus ojos taladrar mi espalda con una intensa mirada, escucho como busca algo y luego siento como deja caer algo en mi espalda.

Desliza sus manos con suavidad haciendo que la piel se me erice, me dejó llevar por sus ricas manos, los ojos se me cierran solos y no hay sensación más buena que esa.

Masajea mi cuello, espalda y caderas incluso mis piernas.

_¿Dónde aprendiste hacer eso?.

_Tengo mis secretos.

El estrés que tenía arriba se me quitó y el dolor se me fue de un momento a otro, estaba cansada pero ahora me siento como nueva.

_¿Te duele algo más?_

Niego.

_Bien entonces me iré, nos vamos cuando quieras.

_Espera.

Me siento en la cama cubriendo mis senos.

_¿Que más sabes hacer con tus manos?.

Lo escucho sonreír.

Saga Mafiosos #1 La Secretaria Del Mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora