CAPITULO 39

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Dos personas necesitadas se encuentran.

Media hora antes.

Elizabeth Johns.

Coloco mi vestido en la cama y lo observo.

Es de brillos y se usa de noche pero el señor Jensen lo quería así y pues eso le daré.

Me miro en el espejo secando mis manos con el albornoz, por lo nerviosa que estoy me sudan. Supongo que mis hermanas están vestidas y yo aquí aún mirando el vestido.

Busco los tacones altos y saco maquillaje.

Me decido por algo sencillo para mi cara, me coloco el vestido y aprecio el resultado en el espejo.

Me coloco los tacones y suelto mi cabellera negra cuando estoy lista.

Respiro profundo una y otra vez bajando las escaleras.

_Estan hermosas_ le digo a mis hermanas cuando las veo esperándome.

Me dan leves sonrisas y junto a ellas abordamos el auto que nos llevará al gran salón.

_¿Estás bien?.

_Si, solo un poco nerviosa.

_Llevas tu inhalador?.

_Si, nunca lo olvido.

Las calles están cerradas evitando el paso de cualquier vehículo.

Ese es el poder de Jensen.

Nadie le dice que no y nadie le dice que no se puede, el chófer estaciona el auto juntos a los demás lujosos y juntas nos bajamos del auto.

Las máscaras impiden cualquier tipo de contacto con la cara, solo se ven los ojos y los labios.

Fue una idea perfecta que salió de mi cabeza, entramos al gran salón y los distintos tipos de perfumes se mezclan junto con las champagne y el vino.

Un olor agradable, me abro paso entre las personas y empiezo a subir las escaleras que dan al segundo piso, Jensen está sentado con dos hombres más que son sus cabecillas y desde que me ve me ofrece una silla.

Mis hermanas se sientan al lado mío y tomo una copa de champagne intentando relajarme por qué de alguna forma siento el ambiente tenso y no quiero pensar cosas que no son.

La fiesta transcurrió normal y Jensen no para de darme halagos y agradeciendo por la fiesta.

Mis ojos se fijan en todas las personas pero una figura imponente que no deja de mirar hacia acá llama mi atención, viene con traje a la medida y juro por Dios que siento que lo conozco pero la máscara impide todo.

Deshago los pensamientos de mi cabeza por qué es una fiesta y quiero pasarla super bien.

Pero mis ojos me engañan y vuelvo la vista hacia ese hombre y sus palabras me dejan heladas levantándome de mi asiento.

¿Acaso acaba de decir eso?.

_Hundete en los charcos de pasión y se mía por siempre y para siempre.

Mi corazón late a mil cuando se hace la máscara a un lado.

No puedo creer que el esté aquí y eso se llama puro peligro, me alegro de verlo pero el aquí no es buena idea.

_¿Todo está bien?.

Le respondo a Jensen y me vuelvo a sentar. Agito mi inhalador e inhalo dos veces por el.

_¿Te sientes bien?.

Mis hermanas me miran y quito el sudor de mi frente con el corazón a quinientos por horas.

_Ire por agua.

_Michell, no tardes mucho por favor.

_Tranquila solo es por agua.

_Eliza ¿Que pasa?.

Jensen está tomando y centrado en su conversación que no se ha dado cuenta de lo que pasa aquí.

_Brant está aquí.

Mi hermana se pone igual o peor que yo de pálida.

_Buenos días, agradable fiesta.

Esa voz.

No quiero voltear mi cara por qué se que algo malo pasará pero el ruido de seguros de armas de fuego me ponen en alerta.

Volteo mi cara despacio para apreciar a un brant con un cañón de arma en la cabeza de Jensen y otros quince hombres más.

_¿Cómo llegaste aquí?.

Le pregunta Jensen a brant todo tranquilo como si no estuviera a punto de morir.

_Por la puerta o se te olvida que también es mi cuidad.

Jensen se da un sorbo de su copa como que la vida le vale madres.

_Supongo que viniste por Eliza.

_Supones?.

Se ríe.

_Vine por mi esposa.

_Temo que eso no será posible.

_Y que te hace creer que se quedara contigo?.

_Mmm que lo responda ella.

Todos fijan su vista en mi y me siento como una oruga.

_¿Te quieres ir con el Eliza?.

_Yo...

_Vamos habla!_ me grita haciendo que brinque en mi asiento_Dile a el como te hizo sentir el mafioso que tú esposo quiere muerto.

Me quedo callada sin saber que responder.

_Dile a el, quiero que le digas como te sentiste cuando estabas bajo mis brazos, dile como te sentiste cuando yo te trataba como una reina.

_Callate Jensen, no pongas las cosas más difíciles.

Brant empieza a enojarse y no es buena idea, yo aún sigo pequeña sin saber que responder.

_Dile que sentiste cuando tuviste miles de orgasmos conmigo.

_Que te calles!!.

_Dile Eliza, dile a brant que es el amor que esté mafioso te dió.

_Te juro que si sigues hablando te vuelo la cabeza.

_¿Y por qué no lo has hecho?_ le pregunta a brant y luego dirige su vista a mi_ Vamos Eliza, anímate a decirle a tu esposo que no sabe cómo tratar a una dama, ahora vamos, quiero que le digas si te quieres ir con el o si te quieres quedar conmigo.

_Yo... No lo sé.

De un momento a otro Jensen le arrebata la pistola a brant y se va contra el lanzando puñetazos a su cara.

Unos brazos enormes me levantan y empiezo a patalear queriendo que me suelten.

La abalacera se arma y salimos afuera, me suben a un auto y me dejan encerrada sin saber que hacer.

Los minutos pasaban y no sabía cómo diablos iba a salir de aquí, estaba encerrada completamente y golpeaba las ventanas observando a las personas irse.

Pasaron unos segundos y no escuchaba balas, me quedé quieta observando como salían mi hermana y Brandon corriendo primero.

Y por último un ensangrentado brant.

Subieron al auto y empezaron el trayecto con destino no se a donde.

El inhalador no me ayudaba mucho que digamos y sentía que mi vida se iría.

Tengo un montón de preguntas en la cabeza pero como veo dentro del auto el ambiente no está para eso.

Casi una hora después nos detenemos en un aeropuerto, me ayudan a bajar y volteo la vista al auto nuevamente dándome cuenta de que falta alguien.

_¿Dónde está Michelle?.




Saga Mafiosos #1 La Secretaria Del Mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora