CAPITULO 13

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Ok esto se ha vuelto extraño, Brant no quiere salir de mi casa y anoche me recosté en los sillones y cuando desperté estaba en la cama con Brant

Me hecho en cara claramente que me cargó hasta la cama e incluso me dijo que se quedará unos días más.

_Me disculpa señor Brant pero mi familia vendrá hoy y no es conveniente que vean a un hombre en mi casa si vivo sola.

_No le pregunté señorita Johns.

Toma del jugo de su baso y vuelvo a suspirar por quinta vez en la mañana.

Es demasiado terco y no se ha movido en toda la mañana de la silla. Cuando desperté me dijo que en su auto tenía ropa de repuesto y prácticamente me obligó a buscarla.

_Si se piensa quedar, al menos deme tiempo en ir a buscar a mis hermanas, les tengo mucha confianza y no hablarán si lo ven aquí.

En realidad no lo culpo de nada ya que esa herida que tiene debe de ser atendida todos los días y limpiarla para que no se infecte.

Tomo el abrigo y las llaves y salgo de mi casa dejándolo sentado, como no dijo una palabra me dispuse a salir. Salgo a la carretera y pido un taxi.

Tengo que ir a buscar a mis hermanas por mi misma o si no mis padres vendrán y no sería buena idea que vean a semejante hombre en mi casa, empezarán a hacer preguntas e incluso me llevarán a un ginecólogo para ver si no tengo ninguna enfermedad de transmisión sexual.

Para ellos mantener la virginidad hasta el matrimonio es una tradición.

El taxi me deja frente a la casa de mis padre y preparada toco la puerta, una sonriente hermana mía me abre la puerta.

Hay maletas en los sillones y mi madre se está colocando los zapatos, estaban apunto de ir y para mí suerte ya estoy aquí.

_Vine a buscarlas.

_Que bien me quitaste un peso de encima iba justo s llevarlas por qué me tenían el tímpano roto.

_Bueno pues no se diga más, vámonos.

Le hablo con una sonrisa para que no vean lo nerviosa que estoy.

_Puedo ir a llevarlas en el auto si quieres.

_No mamá está bien, hay algunas cosas que quiero comprar y te quitaré tu tiempo.

Las chicas toman las maletas y se despiden de mamá con besos en las mejillas.

_Nos vemos mamá, te llamaré cualquier cosa.

Me despido de ellas y todas juntas salimos de la casa, respiro una y otra vez por qué les tengo confianza a mis hermanas pero no sé cómo se tomarán ver un hombre en mi casa.

Abordamos el taxi y empieza el trayecto.

En el camino ninguna dice una palabra cosa que agradezco, es que todavía es difícil de asimilar que allá un hombre en mi casa y que no se quiera ir.

Minutos después nos detenemos en mi casa, me bajo del auto y le pago al taxista, camino con ellas nerviosa al ver el auto del señor Brant afuera, ninguna de las dos pregunta nada así que coloco la llave y giro la perilla con el corazón a mil.

Brant no se encuentra en la sala ni en cocina tampoco, así que dejo a mis hermanas en la sala y me adentro en la habitación.

_¿Que hace?.

Me cubro la cara cuando veo que está desnudo pero ya es tarde ya que mis ojos cayeron dónde no debían.

_Metase al baño, mis hermanas están aquí.

Lo empujó al baño al ver qué no hace caso fijando su vista en el celular.

_Escuchen con mucha atención, mi jefe esta aquí, llegó herido anoche y tengo que curarle la herida, se quedará aquí pero todo es temporal.

_Bien.

_Bien.

Suelto el aire que tenía contenido por qué aparte de que mis hermanas son confiables les importa mierda lo que haga.

_¿Perdiste la virginidad con ese hombre?.

Trago saliva y miro a la dirección que luz apunta, el señor brant lleva solo una bermuda con el dorso descubierto, no puedo negar que se bien así.

_No estás loca!.

Le hago una seña para que se calle pero el sigue derecho y toma asiento en los sillones frente a nosotras, clava su vista en el celular y mis hermanas lo miran sin entender por qué no saludó.

_Chicas el es mi jefe, brant.

Sigue con la vista fija en el celular alzando el brazo para no lastimarse la herida.

Maldito terco de mierda.

_Bien ¿Quién tiene hambre?.

_Yo.

Le digo el juego a luz, es la del medio y Michelle es la más pequeña.

Me levanto de mi asiento seguida de mis hermanas, abro el refri y busco algo para hacer por qué muero de hambre.

Michelle se sienta en la isla mientras que luz me ayuda a cocinar.

_¿Estás con el?.

_¿Que no!?.

_Y por qué sonríes cuando lo vez?.

_Osea es que, bueno si me gusta pero un poquito.

_No se por que lo niegas si se te ve a leguas.

_Es que son mis padres, ellos no permitirán que esté con un hombre así, ellos quieren buscar algo especial para mí pero no preguntan lo que me gusta.

_No te detengas, eres una mujer independiente y puedes hacer lo que quieras, tienes que decirle a mamá que estás enamorada.

Michelle me habla desde la isla pero se que mis padres escogerán lo que ellos quieren.

_No quiero decirle nada hasta que esté segura, es que mira, el un hombre multi millonario y yo soy una simple chica que trabaja para el, fue un gran error enamorarme de el por qué aparte está casado.

Hablo sin ganas mientras frío el pollo.

_Aun así no te puedes detener, ya quisiera yo tener un trabajo y por fin largarme de la casa de mis padres.

_Pueden vivir aquí conmigo, si quieren claro está.

_Si pero tendríamos que dejar un discurso claro de por qué nos queremos mudar.

_Yo las ayudaré en cualquier cosa.

Salgo con la comida a la sala, el señor brant aún no se despega de su celular y le arrebato el cigarrillo cuando estoy cerca.

_No puedo fumar ni beber hasta que su herida este completamente sana.

Rueda los ojos y le extiendo la comida que recibe, empieza a comer con la vista fija en su teléfono.

Saga Mafiosos #1 La Secretaria Del Mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora