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Will odiaba los hospitales, vivió el noventa por ciento de su infancia y adolescencia en ellos

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Will odiaba los hospitales, vivió el noventa por ciento de su infancia y adolescencia en ellos. Pero más que odiar los hospitales, odiaba su enfermedad.

Durante dieciséis benditos años no pudo hacer lo que otros niños hacían. Tenía prohibido correr, jugar, saltar, bailar, caminar e incluso agacharse. Su madre creía que eso sería mucho esfuerzo para su pobre y débil corazón.

El día quince de enero del 87 fue junto con su madre a una revisión, como todas las semanas, y fueron informados del lamentable deterioro de su salud. Byers tenía que recibir el trasplante de corazón o no sobreviviría más de tres meses. Incluso fue internado para ser revisado casi en todo momento.

—Lamento que tengas que estar aquí, pero sabes que lo hice porque te amo.

Will observó a su madre y no dijo nada, como siempre guardó silencio y aceptó lo que decía.

La mujer sentía mucha culpa, ella fue la que insistió en dejarlo internado, los doctores trataron de convencerla de que lo dejara hacer lo que siempre había querido, pero ella se negó. Sabía que si se emocionaba demasiado podría ocurrir algo malo. Ella pensaba en su hijo, y los demás no lo entendían, o eso creía ella.

—Señora, por como está su hijo es mejor que lo lleve a donde él siempre ha deseado, o tal vez podría dejarlo vivir fuera de medicamentos y tristes hospitales. Creo que es mejor que la pase bien estos meses, en lo que encontramos un corazón compatible, si el estado de ánimo mejora, el corazón igual. — El médico trató de convencerla, sabía que si Will estaba triste su corazón fallaría más rápido.

—Doctor, pido seriedad. No trate de convencerme, conozco esas palabras y son de mi hijo. Si lo saco de este hospital es como matarlo. — La señora Byers creía fielmente que Will convenció al médico de hablar con ella, aunque no era así. Ese hombre había visto a muchas personas perecer debido a esa enfermedad, y sabía como ayudarles a ser felices y vivir un poco más.

Mientras el doctor Peters trataba de convencer a la mujer, Will se encontraba en las bancas que estaban fuera del hospital leyendo el cuento llamado "Rapunzel", era su favorito.

Podría pasar horas en el Castillo Byers leyendo una y otra vez esa obra. Su hermano mayor solía leerlo, obviamente eliminando algunas cosas poco aptas para un niño, mientras sus padres peleaban en otra habitación.

Amaba la versión escrita por Jonathan, era menos fuerte que la original, pero representaba por completo su situación actual.

Sinceramente, se sentía como esa chica; atrapado en una habitación mientras su madre le metió miedo sobre el mundo exterior.

—Creo que esa obra es más para niños, la versión adulta solo se encuentra en bibliotecas grandes. — La voz de un chico distrajo al de ojos verdes de su libro.

—Lo sé, igual me gusta, la escribió mi hermano.— respondió mientras levantaba la cabeza para ver al joven que le habló.

—¿Tu hermano publicó la segunda versión más vendida de Rapunzel?— contestó sorprendido. —Es increíble.

Will sonrió al ver la reacción del chico, pocas cosas, o personas, lo hacían alegrarse en esos momentos, por lo que cerró el libro y le prestó atención.

—¿Puedo hacerte compañía? Amo ese libro. Sinceramente es mi versión favorita. — dijo el de pecas. —Soy Mike.— se presentó y extendiendo su mano.

—Will— imitó la acción y sonrió —, siéntate aquí.— movió sus pies para que pudiera sentarse junto a él.

Y eso fue suficiente para que el joven lo visitara todos los días en la tarde a la misma hora, 3:15 pm.

Y eso fue suficiente para que el joven lo visitara todos los días en la tarde a la misma hora, 3:15 pm

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Bien, sé que tengo una obra sin terminar, pero simplemente no estoy muy inspirado para continuar con esa historia, igual en algún momento la continuaré. 

Mientras tanto aquí está 3:15, literal terminé de escribirla en una noche. Todos los capítulos están listos, a excepción del número 6 ya que es de los más significativos para mi. En fin solo es de publicarlos. 

''3:15'' [byler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora