Capítulo 4

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Abril 2021
Mi primer día en McDonald's al fin llego. Estaba muy nervioso por que era una nueva experiencia para mi y bueno tenia nervios por poder encajar con los chicos de ahí. Mi hora de entrada era a las 2:00 pm así que me fui de mi casa muy puntual. Quería llegar temprano para poder causar una buena impresión. Al llegar me quede parado enfrente del mostrador. No sabía si tenía que pasarme así directo o esperar a que Sandy llegará y me mostrara el lugar. Al poco tiempo una chica me preguntó, —¿eres el chico nuevo verdad?
— si soy yo, mucho gusto— le mostré con una sonrisa y ella me la devolvió. — ven, entra—. La chica tomo de mi mano con toda confianza y me llevo al cuarto de empleados para que llegue un entrenador a, bueno pues a entrenarme lo que tengo que saber. No pasaron más de 10 minutos y llego otra chica, tenía una gorra roja supongo que era una de los que entrenaban. — ¿cómo te llamas?
— Moy, mucho gusto. ¿El tuyo cuál es?
— Soy Kari, ven te pondremos en la cocina— wow mi primer día y ya tenía que hacer hamburguesas. Me fue explicando a detalle cómo se pone la carne, qué ingredientes lleva cada hamburguesa, cómo se calientan los nuggests, donde conseguir los vegetales, etc. Siendo mi primer día no me fue mal, pues como en máximo de 30 minutos me dejo solo a ver si me acordaba de los procedimientos, en unas hamburguesas me olvidaba por completo y en otras las hacía bien. Habían otros chicos en la cocina, junto conmigo estaba Andrés el chico que les platiqué, amigo de mi prima. No tenía dificultades para no perderme de los procedimientos, tenia un poco de ayuda así que no tuve por qué preocuparme.
Mi horario era de 2 a 8, siempre miraba el reloj para poder irme por qué no aguantaba las piernas, la verdad es que nadie se podía sentar a menos que era su hora de comer pero la mía ya pasó y ya me quería ir. Andrés ya se había ido y solo me quede con otro chico en la cocina. Él con toda la confianza me habló, me preguntó cuál era mi nombre, cuántos años tenía y por qué entré aquí. Era un chico muy amable, son de esas personas que con solo hablar 10 minutos ya le tenías afecto.
—¿Cómo te llamas perdón?
— Armando Alejandro —. Era muy amistoso. Como yo ya le tenia un poco de confianza me abrí muy directo con él y le dije que yo era gay. No se sorprendió, al contrario, me dijo algo que me sacó una risa.
— Si no te preocupes, ya hay tres como tú.
— ¿Enserio?
— Claro, uno se llama Carlos pero él está trabajando en la mañana y el otro se llama Luis, bueno Luisito le decimos de cariño por qué ya es un señor literal.
— Ah, muy bien, ¿el no está aquí?
— No, hoy descansa— entre risas y charlas se me pasó la hora volando y ya eran las 8
Pase a la oficina a hablar con Sandy para poder retirarme.
— ¿Cómo te fue en tu primer día? ¿Te sentiste cómodo ?
— ¡Muy bien! Estuvo excelente, ya hice un amigo
— Que bien que hagas amistades— en lo que platicábamos, Sandy me estaba dando de alta para poder checarme en la computadora, me dio mi número de empleado, me pregunto sobre mi correo para que me pueda llegar mis horarios.
Cuando iba camino a mi casa, no podía ya aguantar las piernas, tanto rato estar parado no aguantaba. Parecía que me iba a caer en la acera. Llegue a mi casa y lo primero que hice fue acostarme en el sillón, mis hermanos se me quedaban viendo raro y me preguntaban ¿que tienes? ¿Ya te cansaste de no hacer nada o que? Mire a mi hermano y con solo verme entendió todo, mi cara está adormecida, mi cuerpo muerto pero yo estaba vivo. Así es la vida de alguien que trabaja. De alguien que busca sobre salir en la vida. Solo era cuestión de tiempo para acostumbrarme al trabajo, a las semanas ya no sentía el cansancio en las piernas y al llegar a mi casa por las noches podía tranquilamente ver una película o jugar en la  PlayStation 4 sin quejarme de mis piernas. Lo malo eso si, es que llegaba oliendo a grasa o a papas fritas, así que cada noche que llegaba siempre metía mi uniforme a lavar y me tomaba un baño. Así era mi rutina diaria. En las mañanas me conectaba para mis clases, aprovechaba un rato para terminar algunas tareas y proyectos finales. Cuando se hacía la 1:30 agarraba mi mochila junto con mi uniforme, mi cargador y mis audífonos para irme a trabajar. Siempre me gustaba escuchar música en él camino y me imaginaba en un video musical en la calle, me gustaba cantar pero no en público, por donde vivo casi nadie pasa por aquí, así que tenía la confianza de cantar a todo pulmón, en especial, canciones de Olivia Rodrigo, Melanie Martínez, Jesse&Joy y Ariana Grande. Dios amaba cantar aunque mi inglés no era muy fluido. Recuerdo que una vez iba cantando una canción, era The Principal de Melanie Martínez, tenía los audífonos a todo volumen así que no escuchaba si alguien gritaba mi nombre, pero cuando llegue a una Avenida y me toco esperar para cruzar, una señora se me quedó viendo raro. No le tome importancia así que seguí caminando.

La noche que te fuiste Donde viven las historias. Descúbrelo ahora